BBVA cobrará finalmente dividendo del turco Garanti, sin que el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan haya impuesto una prohibición total en su distribución, pero será una cuantía pequeña, porque la filial volverá a limitar el pay-out al 10% del beneficio como ya tuvo que hacer con cargo al beneficio de 2020.
Así lo revela Garanti en el orden del día de la junta convocada para el próximo día 31, donde detalla que distribuirá 1.307 millones de liras (84 millones de euros al cambio actual) de los 13.073 millones de liras obtenidos en beneficio atribuido (840 millones de euros).
A BBVA le corresponderán unos 42 millones de euros por el 49,85% que tiene en Garanti y donde está a la espera de recibir las autorizaciones pertinentes para ejecutar la Oferta Pública de Adquisición de Acciones (opa) anunciada en noviembre sobre el 50,1% que no controla.
Si Garanti hubiese podido restablecer la política de dividendo que tenía antes de que las autoridades de Ankara fijasen restricciones a la banca, BBVA ingresaría casi el el triple, porque entonces repartía un 28% del beneficio entre accionistas.
Cuatro años de intervención
Y es que Garanti encadena cuatro años ya con el dividendo intervenido. No pudo pagar cupón alguno con cargo a los resultados de 2018 y 2019 y tuvo que limitar al 10% el pay-out para la cuenta de 2020, algo que ahora se repetirá.
La restricción primera respondía a la decisión de reforzar la solvencia de la banca nacional ante el auge de los impagos y ahora frente a la debilidad de la lira turca, que acumula una depreciación superior al 88% frente al dólar en el último año.
La debilidad cambiaria favorecerá al BBVA con la opa, ya que el 50,15% que no posee en Garanti le costaría hoy 1.642 millones de euros frente a los 2.249 millones estimados cuando la anunció. Sin embargo, también limita hoy el rédito vía dividendos de Garanti pese a sus resultados.
El banco turco duplicó su beneficio durante 2021 y ganó 1,5 millones de clientes nuevos -su cartera subió desde los 18,78 a 20,27 millones-. La mejora se apoyó en la expansión del negocio (registró aumentos del 28,1% en el crédito en liras y del 24,5% en recursos de clientes), y al reducirse la carga de provisiones. Su ratio de créditos dañados bajó, de hecho, desde el 4,5% al 3,6%, según su informe anual.
Sin embargo, el ratio de capital CET1 se redujo también desde el 14,3% al 11,3% con la caída de la divisa. El ratio de capital total se diluyó del 16,9% al 14%, aunque el banco indica en su informe anual que cuenta con un exceso de capital de 12.500 millones de liras aún (799 millones de euros) frente al 12,2% mínimo exigido por Basilea III.
