
Los principales accionistas de Unicaja Banco se mantienen impávidos ante la guerra interna por el poder del banco que se vive tras la fusión con Liberbank protagonizada en julio de 2021. El constante ruido que rodea al grupo financiero y a la Fundación Bancaria, dueña del 30% de la entidad, no ha provocado la salida de ninguno de los fondos más leales al proyecto. De lo contrario, mantienen la misma posición que controlaban tras ejecutarse la absorción del grupo de origen asturiano y que dio lugar al nacimiento del quinto gran banco del país el pasado verano.
Norges Bank, el fondo soberano de Noruega, mantiene su posición del 2,5% en el grupo. La presencia de este vehículo es especialmente relevante en un contexto en el que está en juego la reputación del banco por la batalla interna de poder que protagoniza, ya que el fondo pone especial atención en sus inversiones en el cumplimiento de los criterios ESG (environmental, social and governance por sus siglas en inglés o, en castellano, medioambiental, social y de buen gobierno).
La incapacidad de calmar las aguas en la cúpula de la entidad derivó en la marcha de tres consejeros independientes del banco el pasado febrero en un margen de tres semanas y en la entrada en juego de Nadia Calviño, vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, que remitió una carta a la Fundación Bancaria la semana pasada dudando de la idoneidad de Braulio Medel para continuar en la presidencia de la institución.
Junto a Norges, otro de los accionistas institucionales que se mantiene inmóvil es Oceanwood. El fondo británico ya estaba en Liberbank antes de la fusión y tras la integración, pasó a tener un 7% del nuevo banco, control que le dio silla en el consejo representado por David Vaamonde. Además, siguen en el accionariado, con una posición inferior al 3%, Santalucía (2,5%); la gestora del Banco Santander (2,4%) o FMR (1,78%). BlackRock, uno de los mayores inversor a nivel global y con presencia en todos los bancos cotizados españoles, salió de Unicaja antes de la fusión.
El empresario inmobiliario Tomás Olivo destaca como el único gran accionista que ha elevado posiciones en el banco en plena batalla interna por la gobernanza de la entidad. Según reflejó la CNMV el pasado 10 de marzo, el empresario pasó de tener el 3,57% del banco tras la fusión a alcanzar el 5,17% del grupo financiero hace escasos veinte días. Olivo, sin embargo, pese al alto control que tiene en la entidad, no está en el consejo de administración del banco.
Dentro del consejo
Los que sí están representados dentro del órgano son el empresario mexicano Ernesto Tinajero, con el 3% del control, y también los hermanos Domínguez de la Maza, dueños del grupo textil Mayoral y con el 8% de Unicaja a través de la patrimonial Indumentaria Pueri. El consejo de administración del banco propuso a la junta de accionistas (que se celebrará mañana miércoles) la entrada de Indumentaria Pueri como consejero dominical. Para abrirle hueco en el órgano, la mayor parte del consejo votó a favor de eliminar a un independiente puesto que a tres se les acababa el mandato el 27 de abril, ya que Tinajero (dominical pero con menos control accionarial) no quiso dejar su cargo en el consejo. La decisión de reducir la cuota de independientes provocó la renuncia de dos consejeros (Manuel Conthe y Ana Bolado) y aumentó la preocupación de los supervisores nacionales y europeos por lo que está ocurriendo dentro del banco.