El precio de los carburantes en las estaciones de servicio de las grandes ciudades españolas ha batido los máximos históricos registrados en el año 2012 y supone así otro problema añadido al de los costes de la electricidad y el gas natural para las familias.
Un litro de gasolina sin plomo de 95 octanos se paga ya por encima de los 1,60 euros por litro (1,654 euros en la estación de servicio más cara de Madrid y hasta 1,70 euros en Barcelona) y el diésel ronda también los 1,50 euros por litro (1,529 euros en la gasolinera con el precio más elevado en la capital y 1,55 euros en Barcelona).
Estos precios suponen rebasar los máximos históricos de 1,528 euros por litro registrados en septiembre de 2012 para la gasolina de 95 octanos y de 1,45 euros para el gasóleo.
Pese a que en las grandes ciudades ya se superan ampliamente estos récords, el Boletín petrolero de la Unión Europea -que aporta el precio medio- indica que estos máximos se encuentran al borde de batirse, un extremo que podría producirse esta misma semana después de encadenar cuatro semanas consecutivas de subidas.
El precio medio de la gasolina se ha situado esta semana pasada en los 1,520 euros, lo que supone un incremento del 1,19% con respecto a la semana anterior.
En el caso del gasóleo, el precio medio en el monolito se ha situado en los 1,403 euros, encareciéndose un 1,66%. Este combustible no superaba la cota de los 1,4 euros el litro desde septiembre de 2012. De esta manera, el precio de los carburantes retoma la senda alcista después de un mes de diciembre en el que los precios habían dado un respiro a las familias con caídas durante cinco semanas. Estas bajadas, no obstante, según la Asociación de estaciones de servicio automáticas fueron menores que en el resto de Europa.
Con el arranque de 2022, el precio del petróleo se ha encarecido alrededor de un 15% hasta superar los 90 dólares por barril. Los motivos hay que buscarlos en los niveles bajos de inventarios que siguen siendo la razón principal que subyace en las previsiones realizadas por Goldman Sachs sobre que el crudo alcanzará los 100 dólares por barril a corto plazo. El hecho de que las existencias comerciales estadounidenses hayan caído por tercera vez consecutiva no ha ayudado a contener la escalada de precios.
En segundo lugar, el prolongado enfrentamiento entre Rusia y Ucrania, la especulación de que el petróleo ruso pueda sufrir embargos añadió también tensión a los precios. Rusia exporta una cantidad considerable de hidrocarburos a Alemania y supone también el 10% del suministro de crudo a España.
Al mismo tiempo, la escasez de oferta sigue siendo una preocupación mundial y los indicios de que la OPEP+ esté dispuesta a producir más parecen alejados pese a la petición realizada por el presidente de EEUU, Joe Biden.
Con estos nuevos incrementos de precios, llenar el depósito esta semana es un 24,18% más caro que hace un año para la gasolina y un 26,16% para el diésel. De este modo, según las cuentas realizadas por Ep, llenar un depósito de gasolina de 55 litros cuesta 83,6 euros de media, unos 16,3 euros más que hace un año, mientras que en el caso de repostar con gasóleo asciende a casi 77,16 euros, 16 euros más que en la última semana de enero 2021.
A pesar de estos niveles, el precio de la gasolina sin plomo de 95 está en España por debajo de la media de la Unión Europea, situada en 1,660 euros el litro, y de la zona euro, con un precio medio de 1,724 euros. En el caso del diésel ocurre algo similar, ya que el precio en la UE es de 1,547 y de 1,585 en la zona euro.
El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal, en general, que la media comunitaria.
Esta situación, no obstante, podría cambiar este mismo año. España mantiene en estos momentos abierta una comisión de expertos que prepara la reforma de la fiscalidad. En el documento, que se espera que se dé a conocer antes de acabar el próximo mes de febrero, se espera que se traslada la propuesta de la Comisión Europea de elevar los impuestos que se cobran a los carburantes más contaminantes.
Más impuestos
Actualmente, los impuestos especiales al diésel en España se sitúan en 379 euros y tendrían que alcanzar los 482 euros, lo que significa que el incremento en nuestro país será del 27%. Con esta subida, y si tenemos en cuenta unos precios del orden de 1,2 euros por litro, la subida rondaría los 12 céntimos a incrementarse antes de 2033, lo que supone del orden de 6 euros por cada depósito.
En el caso de la gasolina, el suelo pasará de 359 euros por cada 1000 litros a 443 euros por cada 1000 litros en 2033, lo que supone subir los impuestos un 23,3% más.
