Las industrias se encuentran en un momento de escalada de precios que se desconoce qué punto terminará por alcanzar. Lo cierto es que la industria paga en la actualidad el precio más elevado por el suministro de energía (electricidad y gas) en 45 años.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en septiembre los precios industriales subieron un 5,2% respecto al mes anterior, su mayor alza mensual desde febrero de 1975, y se dispararon un 23,6% en tasa interanual, casi seis puntos más que en agosto y un crecimiento récord en 45 años.
Detrás de este incremento desbocado se encuentra la subida de los precios de la producción, transporte y distribución de energía eléctrica, mayor el pasado mes de septiembre que en el mismo mes de un año atrás, así como los incrementos de los precios del refino del petróleo y la producción de gas, según el INE.
Pero si estos datos se trasladan al día a día, la situación es más grave de lo que parece. Compañías industriales como Sidenor, Fertiberia, Asturiana de Zinc y ArcelorMittal ya han tenido que realizar parones en sus producciones por este motivo. En el caso del sector de la automoción, otro de los grandes consumidores electrointensivos, la situación de parón por el alza del coste de la energía no se ha vivido todavía, aunque los que sí se han producido a lo largo de todo el año son los provocados por la falta de componentes. Y es que la escasez de semiconductores afecta a la industria de automoción desde finales de 2020 y está previsto que se prolongue hasta finales de 2022 o principios de 2023.
No obstante, este no es el único problema con el que cuenta la industria, ya que la falta de materias primas también está afectando a los niveles de producción. En el caso del automóvil, hasta 11 asociaciones industriales europeas hicieron un llamamiento urgente a la Unión Europea ante lo que calificaron como "escasez crítica" en el suministro de magnesio procedente de China.
Pero no solo sucede con el magnesio. Esta situación también se está produciendo con el aluminio, así como con el hierro y el acero. La dependencia de Europa de este tipo de materiales asciende hasta el 95% y los proveedores de materias primas se están viendo seriamente afectados debido a que el Gobierno chino está frenando el consumo de energía nacional. Este material, ampliamente usado en la producción de metales, se produce mayoritariamente en China y, en el caso de Europa, su dependencia asciende hasta el 95%.
La luz cae un 57% desde máximos
La secretaria general de la asociación europea de proveedores de automoción (Clepa), Sigrid de Vries, explicó que "la escasez de magnesio podría perturbar aún más la cadena de suministro de aluminio ya estresada y plantear, junto con otras escaseces actuales de insumos, un riesgo agravado para nuestra industria durante un momento crucial de transformación. Los proveedores de automóviles confían en las aleaciones de aluminio, que son materias primas esenciales que se utilizan en todo el automóvil, y el menor peso también lo convierte en un elemento esencial en nuestros esfuerzos por reducir las emisiones de los vehículos y aumentar la autonomía".
Recorte en las previsiones
El precio medio de la electricidad en el mercado mayorista se ha situado para hoy, 30 de octubre, en 124,53 euros el megavatio hora (MWh), lo que supone un descenso del 29 % respecto al precio de ayer y el segundo precio más bajo en los últimos dos meses. De esta manera, el precio para hoy, día en el que disminuye la actividad económica y la demanda energética es menor, es el segundo más bajo que registra el pool durante los meses de septiembre y octubre, solo por encima de los 111,6 euros/MWh del pasado 3 de octubre.

Detrás del aumento de precios se encuentran los altos precios del gas en los mercados internacionales y de los derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2), que durante 2021 vienen marcando mes a mes máximos históricos.
La electricidad provocará que se dejen de ganar hasta 1,4 puntos porcentuales del PIB
Según las estimaciones de BBVA Research, este incremento de los precios de la electricidad provocará que se dejen de ganar hasta 1,4 puntos porcentuales del PIB. Esto supondrá, en la práctica, perder alrededor de 15.700 millones de euros en el PIB.
Y es que las expectativas prevén un aumento de 1,8 puntos porcentuales y de una caída de 0,1 puntos por los precios del petróleo; de 0,3 puntos por los cuellos de botella; de 0,4 puntos por el retraso de la llegada de los fondos europeos; y de 0,9 puntos por la revisión estadística. De esta manera, la entidad considera que el crecimiento económico de España será del 5,2%, en vez del 6,5% que se preveía en un primer momento.
En el caso de los cuellos de botella también lastrarán el crecimiento de la economía nacional en 0,3 puntos, lo que supondrá perder cerca de 3.363 millones de euros.
De hecho, BBVA Research estima que los cuellos de botella persistirán durante el primer semestre del año 2022, y que esto tendrá un impacto negativo y significativo en el crecimiento de la economía española (entre 1,0 y 1,4 puntos porcentuales del PIB). En parte relacionado, pero con su propia dinámica, se ha observado un incremento en los costes del combustible y en la producción de energía.
El gas aumenta su precio un 259% en el año
El precio del gas alcanzó máximos históricos el pasado 6 de octubre, cuando tocó los 177,79 euros/MWh. Desde entonces, su precio se ha recortado más de un 42%. No obstante, en los 10 meses transcurridos de ejercicio se multiplica por 3. En el caso de la luz, que también alcanzó altos el 6 de octubre con 288,53 euros/MWh, cae desde máximos un 57%, hasta los 124,53 euros que se pagarán hoy. Se multiplica por 2 en el año. Por su parte, el precio del petróleo de referencia en Europa alcanzó su máximo el 26 de octubre, con un coste de 86,40 dólares por barril. En lo que va de 2021 su precio sube un 63%.