El expresidente de BBVA, Francisco González, ha visto multiplicadas por cinco las pérdidas en su empresa patrimonial, Belegar Inversiones. La compañía, según las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil, correspondientes al ejercicio 2020, terminó el año con unos números rojos de 3,30 millones de euros, frente al resultado negativo de 630.000 euros de un año antes.
González acumula a través de esta compañía parte de las acciones que tiene de BBVA, entidad que presidió casi dos décadas y de la que abandonó su cargo honorífico en marzo de 2019 por el escándalo del presunto espionaje encargado al excomisario José Manuel Villarejo. Ocho meses después fue imputado por su posible implicación en la trama. Cabe destacar que las acciones del banco azul cayeron casi un 21% en el año 2020, impactadas por la crisis sanitaria y la penalización que sufrió el sector financiero en bolsa tras la recomendación del Banco Central Europeo (BCE) a la banca de no repartir dividendos para acumular capital con el que afrontar la crisis. No obstante, los títulos de la entidad llegaron a caer hasta un 42% durante los peores momentos de la pandemia, aunque remontaron en la última parte del año aliviados por las primeras vacunas efectivas contra el virus.
Las cuentas de la compañía no explican el motivo de estas pérdidas, pero sí recogen un deterioro y resultado por enajenaciones de instrumentos financieros por valor de 3,31 millones de euros que han influido directamente en el resultado final. Este impacto se ha traducido también en un descenso de los fondos propios de la compañía en el año, del 8,3%, hasta los 37,09 millones de euros, y por tanto del patrimonio neto de la firma, mermado casi en la misma cantidad. La empresa cuenta en la actualidad con un capital social de 17,68 millones de euros, misma cantidad que en 2019, tras inyectar casi 4 millones de euros en Belegar.
Concretamente, González realizó entonces una ampliación de capital de 3,87 millones de euros tras las pérdidas millonarias acumuladas en los ejercicios pasados como consecuencia de apuestas fallidas y la caída de la cotización de BBVA. Cabe recordar que, a cierre de 2018, el exbanquero anotó unos números rojos en su patrimonio de 8 millones de euros, también afectada entonces por la caída de la cotización del banco que presidía.
Tal y como ya avanzó este periódico en su momento, en los últimos ejercicios las inversiones del expresidente del banco fueron ruinosas y Belegar tuvo que anotarse relevantes deterioros. Así, en 2018 sufrió unas pérdidas de 8,2 millones tras ajustar el valor de algunas de sus participaciones y activos. En 2015, los números rojos de la patrimonial superaron los 6 millones como consecuencia del agujero generado por Kokoba, una firma veterinaria radicada en Reino Unido. Desde entonces, las cuentas del exbanquero están en negativo. Los últimos datos positivos datan de 2014, cuando obtuvo ganancias de 190.000 euros.
Escándalo de espionaje
González se vio envuelto en el caso Villarejo con el inicio del año 2019, cuando saltó el escándalo de que la entidad habría contratado a inicio de la década de los 2000 al excomisario para realizar presuntas labores de espionaje para abortar la entrada de Sacyr, entonces presidida por Luis del Rivero, en el capital de BBVA. Este espionaje se desarrolló a través de escuchas y seguimientos a varios empresarios de Sacyr, entre ellos el propio Del Rivero, así como a políticos del momento, entonces con el Gobierno de Rodríguez Zapatero, como el exministro de Industria Miguel Sebastián. BBVA habría pagado más de 10 millones por estos trabajos. González fue imputado en 2019 por cohecho y revelación de secretos, pero en julio de este año el juez, Manuel García-Castellón, le imputó el presunto delito de administración desleal.
