CaixaBank, tras las críticas del Gobierno a las remuneraciones elevadas de los banqueros, sobre todo en entidades que están llevando a cabo EREs, caso del grupo catalán, ha sacado adelante su política de remuneraciones por mayoría en la junta de accionistas. La posición del Frob, organismo dependiente del Ministerio de Economía, ha votado finalmente en contra de la propuesta. La entidad dará los detalles en el plazo máximo de cinco días.
La institución, que tiene un 16,1% del capital de CaixaBank, ha tenido que fijar una posición sobre este asunto en las votaciones. Aunque se barajaba la abstención hasta este mañana, finalmente se ha opuesto, manteniendo así la línea marcada por el Ejecutivo y enmendando las retribuciones establecidas. Eso sí, según fuentes conocedoras de la situación, la representante del Frob en el consejo se abstuvo en la reunión del órgano rector sobre los salarios a finales de marzo.
Entre los puntos del orden del día de la junta se encuentra entre otros, la retribución del nuevo presidente, José Ignacio Goirigolzarri, anterior presidente de Bankia. En esta entidad, el directivo tenía topado el salario al tratarse de un banco con ayudas públicas. En 2020, tras renunciar a la variable, cobró 500.000 euros fijos. Ahora, en el nuevo cargo pasará a recibir, si se aprueba la propuesta, 1,65 millones de euros fijos más un máximo de 200.000 euros en concepto de variable.
Para el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, la cúpula ha planteado mantener su sueldo en línea con años anteriores, con un fijo de 2,26 millones y 708.800 euros vinculados a objetivos.
El propio Goirigolzarri, ante las quejas de los sindicatos por estas remuneraciones ante el ERE, defendió los emolumentos y remarcó que tanto el suyo como el de Gortázar están muy por debajo de sus homólogos en el sector. En el de su caso, señaló que se debe al cambio de funciones de su cargo debido a la fusión. En cuando al del CEO, explicó que la propuesta implica que su salario es el mismo que hace cinco años. En este periodo no ha cambiado sus condiciones,
La vicepresidenta Nadia Calviño ha afirmado haber trasladado al Banco de España su inquietud sobre los sueldos y bonus de los altos ejecutivos de banca, especialmente en un escenario marcado por los fuertes ajustes de plantilla del sector, y ha recordado que el Gobierno seguirá instando a minimizar el impacto negativo sobre el empleo, ahora que se ha abierto el proceso de negociación.
De hecho, la ministra se ha comprometido a utilizar los instrumentos a su disposición para encauzar el proceso de la mejor manera posible, pero le ha pasado el guante al Banco de España al decir que, como supervisor del sector bancario, este tiene "un papel que jugar". El Banco de España tan solo ha asegurado que los bancos tienen que ser prudentes con los bonus ante el escenario económico actual.
"Nuestra labor como gestores es asegurar la sostenibilidad del proyecto", indica Goirigolzarri
En intervención de la asamblea, la primera tras la fusión efectiva de Bankia, Goirigolzarri, ha destacado que la integración es "la respuesta estratégica a los enormes desafíos a los que se enfrenta el sector", y ha defendido que "nuestra labor como gestores es asegurar la sostenibilidad del proyecto". La fusión, ha indicado, "nos permite afrontar el futuro desde una posición inicial privilegiada", aunque, al tiempo, "nos va a obligar a tomar decisiones estratégicas muy importantes, pero, sobre todo, a ser una organización enormemente flexible, capaz de responder con una gran velocidad a un entorno cambiante".
En este sentido, se ha referido al ERE que se está negociando con los sindicatos y que, a su juicio, tiene como fin "preservar el mayor volumen de empleos" con redimensionamiento de la plantilla en el corto plazo. "Estoy convencido de que llegaremos a un acuerdo", ha manifestado. "Soy consciente que son momentos delicados y que esta situación genera incertidumbre para las personas de nuestro equipo, por lo que debemos acotar el tiempo", ha añadido.
En el acto, el presidente ha defendido el gobierno corporativo implementado por el grupo y ha considerado que entre los retos más acuciantes se encuentra el entorno de tipos de interés negativos, "situación que va a prolongarse por un período largo de tiempo", y ello nos está obligando a repensar el modelo tradicional, porque determinadas actividades dejan de ser rentables". También ha citado como desafíos la revolución digital y la "enorme competencia".
Por su parte el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, ha repasado la gestión realizada por la entidad y ha destacado que el propósito "es seguir apoyando a la economía, a las familias y a la sociedad". "Estamos convencidos de que contamos con los elementos fundamentales: un modelo comercial efectivo, una posición financiera fuerte y un equipo altamente preparado y comprometido. A todo ello se une ahora el proyecto de integración con Bankia, que nos dota de mayor alcance, capacidad y sostenibilidad", ha explicado. "Otra de las prioridades de la entidad para este ejercicio es realizar con éxito la integración de negocio, empleados y sistemas, así como continuar con la mejor calidad de servicio para los clientes", ha remarcado.