Empresas y finanzas

Orcel llega a UniCredit con tres guerras abiertas y polémica por sus sueldos

  • Pide 112 millones a Santander, cobra de UBS y ganará 7,5 millones en su cargo
El banquero italiano, Andrea Orcel.

El banquero italiano Andrea Orcel está a punto de aterrizar como consejero delegado de UniCredit, la primera entidad de Italia, con polémicas sobre sus retribuciones y con tres batallas abiertas: con el consejo de administración del banco, los accionistas y la guerra judicial que mantiene con el Santander. Precisamente, ésta es una de las controversias sobre sus retribuciones.

El banquero pretende haber cobrado de tres partes diferentes en los últimos dos años. De un lado, Orcel reclama al Santander 112 millones de euros por su fichaje frustrado como consejero delegado del grupo en enero de 2019. Concretamente, este volumen millonario que demanda se desglosa en la parte que hubiera recibido como ejecutivo de la entidad cántabra, por daños reputacionales, por lucro cesante y por la parte del sueldo diferido que perdía al dejar su empleo en el banco de inversión UBS. Sin embargo, el italiano finalmente y al no culminarse la contratación, ha seguido cobrando hasta ahora esa parte de sueldo diferido que le debía el banco suizo -que se elevaba a más de 17 millones de euros- al no haberse ido a ningún sitio de la competencia, según fuentes financieras. Ahora, si finalmente la junta de accionistas de UniCredit aprueba mañana el nombramiento de Orcel como consejero delegado, comenzará a cobrar su nuevo salario; 7,5 millones que le situarán como el banquero mejor pagado de Europa.

Ya ha habido voces, como la de los asesores de accionistas Glass Lewis e ISS según publicó Financial Times, que han pedido a los socios votar mañana en contra del sueldo del italiano por su elevado volumen (es ocho veces superior a la que cobró el año pasado su antecesor en el cargo Jean Pierre Mustier) y la falta de información sobre la misma. Y es que, el grupo italiano pagará este año a Orcel 2,5 millones de euros como salario fijo y el doble, 5 millones, como variable. Pero, y aquí está la polémica, en este 2021 le va a abonar el sueldo variable íntegro sin ligarlo a objetivos ni ha cláusulas de recuperación. "Creemos que está por detrás de las mejores prácticas del mercado", aseguraba Glass Lewis en su día. Desde ISS apuntan que el salario choca con la actual crisis y la recomendación del Banco Central Europeo sobre ser prudentes en las remuneraciones variables en plena pandemia.

Además, una facción del consejo de administración del banco está en contra del aterrizaje de Orcel como primer ejecutivo, puesto que consideran que la batalla judicial que mantiene el banquero con el Santander puede acarrear problemas reputacionales.

A estas polémicas, se suma su mala imagen como directivo. Fuentes conocedoras de sus modales, han denunciado al diario británico su falta de diplomacia con los empleados de UBS (donde fue alto ejecutivo desde 2012 a septiembre de 2018), sus continuas y exigentes llamadas a las 6 de la mañana y la imposición de jornadas laborales de 18 horas. Algo que hace cobrar un nuevo sentido a las palabras de Beltrán de la Lastra de enero de 2019, cuando aún era presidente y director de inversiones de Bestinver, quien dijo que les gustaba más el Banco Santander sin Orcel que con él.

Juicio el 19 de mayo

El Santander y Orcel se verán las caras en los tribunales el 19 de mayo, día en el que comenzará el juicio. El italiano, que llegará como consejero delegado de UniCredit al proceso, reclama al Santander en su demanda que se le reincorpore como consejero delegado, petición que se cae por su propio peso ante su nuevo cargo. Es en caso contrario cuando pide los 112 millones, aunque parece estar dispuesto a rebajar esa cifra.

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