El aterrizaje del banquero Andrea Orcel como consejero delegado de UniCredit tiene divididos a los accionistas de la primera entidad italiana, en la que un grupo de socios ha tratado de evitar desde el primer momento su fichaje por los daños reputacionales que puede acarrear al banco ante la batalla judicial que mantiene abierta contra el Santander. El último protagonista en alentar esta rebelión ha sido asesor de accionistas Glass Lewis, que pide a los socios votar en contra del sueldo de Orcel que UniCredit llevará a la junta de accionistas del próximo 15 de abril, donde también se deberá aprobar el nombramiento del banquero.
Según publica el diario británico Financial Times, Lewis mostró su preocupación por la estructura del paquete de remuneración del nuevo consejero delegado, que incluye una recompensa en acciones no vinculada a los resultados y no sujeta a provisiones de recuperación. El asesor denunció que este recelo se ve agravado por "la falta de información sobre la cuantía de la remuneración" de Andrea Orcel y la escasa divulgación de las características clave de la estructura de retribución. "Creemos que está por detrás de las mejores prácticas del mercado", dijo. Asimismo, también criticó que el sueldo del consejero delegado es mayor que el de su antecesor, Jean Pierre Mustier.
Concretamente, según la política de remuneración que UniCredit lleva a la junta, Orcel cobrará en 2021 un salario fijo de 2,5 millones y hasta un 200% del mismo, es decir, otros 5 millones en variable, posicionándose con 7,5 millones como el banquero mejor pagado del país. El grupo italiano aseguró que Orcel recibirá este año la totalidad de la parte variable en acciones, pagadera en dos tramos, y no está sujeta ni a objetivos ni a cláusulas de recuperación. Será a partir de 2022, cuando el banco ligue esta parte del salario a su rendimiento.
Como contraste, que también denuncian los accionistas, su antecesor en el cargo, Jean Pierre Mustier, cobró en 2020 unos 900.000 euros, después de haber renunciado al 25% del sueldo fijo (unos 300.000 euros) y a los 2,4 millones que le correspondían como variable. De este modo, Mustier rechazó 2,7 millones que el consejo donó a la Fundación UniCredit para luchar contra la pandemia. No obstante, aunque no hubiera renunciado a parte de su salario, la retribución de Orcel aún sería un 52% superior a la de su antecesor.
El banco italiano se justifica
El banco justifica el sueldo de Orcel ante la junta asegurando que promueve la "alineación de intereses" entre el consejero delegado y los accionistas. Además, y a razón por la batalla que el banquero mantiene con el Santander, señala que el paquete de remuneración no incluye ninguna retribución destinada a compensar a Orcel por cualquier reducción de la remuneración derivada de empleos anteriores. El italiano reclama al Santander 112 millones por su fichaje fallido como consejero delegado, y parte de este volumen lo justifica en la retribución diferida que dejó de cobrar de UBS para irse al grupo cántabro. El nombramiento también divide al consejo de UniCredit, una parte contraria a su fichaje, según fuentes de toda solvencia.