Repsol se ha anotado pérdidas de 3.289 millones de euros en 2020, por culpa de la pandemia y el hundimiento de los hidrocarburos, que le han obligado a revisar a la baja el valor de activos y reservas. En términos ajustados, sin elementos extraordinarios, ganó 600 millones, el doble de lo previsto por los analistas. Tras un buen cuarto trimestre, la empresa consiguió un flujo de caja positivo de 1.979 millones y reducir su deuda un 28%, hasta los 3.042 millones. Ha convocado la Junta para el 26 de marzo, en la que propondrá el último pago de 2020 -alcanzando un euro por título- y el primero a cuenta de 2021, ejercicio en que abandona la modalidad del script dividend.
Así se recoge en varias comunicaciones remitidas esta mañana a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) por la empresa presidida por Antonio Brufau, relativas a la convocatoria de la Junta, la recompra de acciones con relación a su último dividendo con la modalidad de script o los propios resultados anuales.
Los resultados de Repsol están en línea con los del resto del sector de oil & gas, que cosechado muy abultadas pérdidas: BP 16.765 millones, Shell 17.903 millones, Exxon 18.550 millones, Total 5.980 millones, Equinor 4.359 millones..., por la caída de la demanda y la reducción de los precios del crudo y el gas que ha provocado la pandemia: el brent bajó un 35%y el Henry Hub un 19%.
Repsol, como las demás empresas, ha tenido que ajustar el valor de sus reservas de hidrocarburos, restándose 978 millones, y de los activos de extracción y producción, con otra merma de 2.911 millones, que han derivado en unas pérdidas netas de 3.289 millones. Es una cantidad menor que los 3.816 millones que perdió en 2019, ejercicio en el que también registró deterioros contables tras anunciar su intención de ser neutra en emisiones de CO2 en 2050.
Atendiendo al resultado ajustado, la petrolera dirigida por Josu Jon Imaz ha experimentado una reducción del 70%, desde los 2.042 millones de 2019 a los 600 millones de 2020, acorde con otras firmas del sector, como Total (-66%), Shell (-70%) o Equinor (-81%). Aún así es una bajada inferior a la prevista por los analistas, que auguraban un resultado neto ajustado de 314 millones, prácticamente la mitad del obtenido.
Por este motivo, la acción creció tras el anuncio y durante la mañana las casas de análisis sacaron informes muy positivos, y durante la multiconferencia con los analistas abundaban las felicitaciones a la compañía. Imaz achacó los buenos números a tres factores: la subida del crudo y el gas en el último trimestre, el ahorro de costes obtenidos y un efecto fiscal, que ha añadido de 70 a 80 millones al resultado.
Satisfecho, Imaz consideró que "en 2020 hemos afrontado un escenario sin precedentes y puesto las bases del futuro de la compañía. Hemos demostrado de nuevo la solidez de nuestro proyecto, desempeñado un papel de servicio público esencial y ratificado una vez más que somos una empresa útil para la sociedad".
Imaz: "En 2020 hemos afrontado un escenario sin precedentes y puesto las bases del futuro de la compañía. Hemos demos-trado de nuevo la solidez de nuestro proyecto, desempeñado un papel de servicio público esencial y ratificado una vez más que somos una empresa útil para la sociedad"
La mejora se debe a un buen cuarto trimestre -ganó 404 millones, en línea con 2019- y al Plan de Resiliencia aplicado en marzo, que fue decisiva para generar un flujo de caja libre positivo de 1.979 millones. Influyeron especialmente las medidas de digitalización, con una aportación de 334 millones -superará los 800 millones este 2021-, la reducción y el retraso de las inversiones en 1.200 millones -bajaron un 40%- y la gestión del circulante.
Repsol también logró reducir su deuda neta un 28% durante el ejercicio, en 1.178 millones de euros, hasta situarla en 3.042 millones. La liquidez se situó en 9.195 millones de euros a 31 de diciembre, lo que cubre en 3,23 veces los vencimientos a corto plazo. La firma reforzó su posición financiera con cinco emisiones de bonos por un total de 3.850 millones, de los que 1.500 millones corresponden a bonos perpetuos subordinados.
Crecer un 30% en 2021
Con vistas a 2021, la compañía ha augurad una producción de 625.000 barriles equivalentes; un margen de refino de 3,5 dólares por barril -se quedó en 2,2 dólares por barril en 2020, un 56% por debajo de 2019-; con un ebitda de 5.300 millones, con un 30% de crecimiento; una inversión de unos 2.600 millones, con el 25% a los negocios bajos en carbono; y un nivel de deuda similar al actual.
En la multiconferencia, los analistas preguntaron reiteradamente sobre la posible salida a Bolsa del negocio de renovables e Imaz insistió una y otra vez que la decisión aún no está tomada -subrayó que tiene 18 meses para decidir- y concretó que se ceñirá sólo a la actividad de generación, sin incluir clientes ni otro tipo de actividades relacionadas con las centrales.
También le plantearon la posibilidad de acelerar sus planes con vistas a la mejora de los resultados, pero el consejero delegado, que se confesó "persona muy prudente", explicó que seguimos en una situación de pandemia y que no piensa cambiar nada hasta que no se despeje el entorno macroeconómicos.
Junta de Accionistas
El Consejo ha acordado proponer a la Junta de Accionistas -el próximo 26 de marzo- un dividendo complementario de 0,30 euros brutos por acción con cargo a los beneficios del ejercicio 2020, cuyo pago tendrá lugar a partir del 7 de julio de 2021. Asimismo, ha acordado proponer el reparto de otro dividendo, asimilable al tradicional pago a cuenta del ejercicio 2021, de 0,30 euros brutos por acción, cuya distribución se hará efectiva a lo largo del mes de enero de 2022.
A partir de ahora, la firma abandona el pago en la modalidad script dividend y retribuirá en efectivo exclusivamente. Este 2021 alcanzará los 0,6 euros por título, cumpliendo lo establecido en el Plan estratégico escrupulosamente, que prevé recuperar el euro por título en 2025; "está grabado en piedra", remachó Imaz.
Por otro lado, el Consejo ha acordado proponer la reelección como consejeros de Manuel Manrique, Mariano Marzo, Isabel Torremocha, Luis Suárez de Lezo y la ratificación del nombramiento por cooptación y reelección como consejero de Rene Dahan. Asimismo, ha pactado proponer el nombramiento como consejera de Aurora Catá, tras la finalización del mandato de Maite Ballester.
Aurora Catá es consejera independiente y presidenta de la Comisión de Auditoría de Atresmedia, y consejera independiente y presidenta de las comisiones de Nombramientos y de Retribuciones de Banco Sabadell.
Indicadores ambientales
Durante 2020 Repsol disminuyó un 5% su Indicador de Intensidad de Carbono respecto a los niveles de 2016, muy por encima del 3% establecido como objetivo inicial para este parámetro. Si se descuenta la menor actividad derivada del coronavirus, la reducción se situó en un 3,7%.
La compañía ha eliminado 2,4 millones de toneladas de CO2e desde el año 2014 y se ha marcado objetivos todavía más ambiciosos en su nuevo Plan Estratégico, en el que se fija una disminución de la intensidad de carbono del 12% para 2025, del 25% para 2030 y del 50% para 2040.
En cuanto a la retribución del Consejo de la compañía, Imaz -único ejecutivo- percibió 3,68 millones en 2020, casi un 5% menos que el año anterior. El presidente Brufau cobró 2,78 millones, un 4,5% menos. La remuneración total del consejo ascendió a 10,56 millones, casi una tercera parte de los 30,17 millones abonados en 2019 por la indemnización de 11 millones recibida por Luis Suárez de Lezo tras abandonar sus funciones como secretario general de la empresa.
(Habrá ampliación)