
Cataluña tendrá todas las autopistas estatales gratuitas a partir del próximo 1 de septiembre y únicamente se mantendrán las barreras de 145 kilómetros correspondientes a tres concesiones de la Generalitat. Con ello, siete comunidades autónomas tendrán a partir de esa fecha más kilómetros de pago que Cataluña, cuyas autoridades siempre han denunciado la discriminación que sufren los catalanes frente al resto de España por los peajes. Se trata de Galicia, Castilla-La Mancha, Castilla y León, País Vasco, Comunidad de Madrid, Andalucía y Navarra.
El próximo 31 de agosto finalizan dos concesiones de autopistas de peaje en España. Por un lado, Acesa (Abertis) dejará de gestionar los tramos de la AP-7 entre Salou y la frontera francesa y de la AP-2 entre Zaragoza y El Vendrell, titularidad del Estado. Se levantarán así las barreras en 478,3 kilómetros, de los que 376 kilómetros discurren por Cataluña y 102 kilómetros por Aragón. Por otro lado, Invicat, concesionaria propiedad igualmente de Abertis, termina su contrato con la Generalitat para operar los 66,5 kilómetros de los tramos de C-32 Barcelona-Montmeló y de la C-31 y C-32 Montgat-Tordera.
El próximo verano revertirán a las Administraciones un total de 544,8 kilómetros
En total, por tanto, el próximo verano revertirán a las Administraciones un total de 544,8 kilómetros. De ellos, 442,4 kilómetros se ubican en Cataluña y 102,4 kilómetros en Aragón. El 21,4% de la red de pago dejará de serlo, quedando limitada a 1.998 kilómetros, según las estimaciones realizadas por este diario a partir de los datos oficiales del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
El final de estas dos concesiones responde a la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez y de la Generalitat de no extender los contratos a cambio de inversiones ni de sacar una nueva licitación. Estas eran las opciones pretendidas por las concesionarias, tal y como ocurre en muchos otros países. La reversión de Acesa e Invicat se suma a las de Europistas y Aumar. La primera, propiedad de Itínere, operó hasta el 30 de noviembre de 2018 la AP-1 Burgos-Armiñón, con 84,3 kilómetros de longitud, y la segunda, controlada por Abertis, explotó hasta el 31 de diciembre de 2019 los tramos de la AP-7 entre Tarragona y Alicante y el de la AP-4 Sevilla-Cádiz, con un total de 467,6 kilómetros. Todas ellas dejaron de cobrar peajes.
La reversión de Europistas en 2018 recortó en los citados 84,3 kilómetros la red de autopistas de pago en Castilla y León, mientras que la de Aumar, en 2019, redujo la de Cataluña en 87 kilómetros, la de la Comunidad Valenciana en 286 kilómetros y la de Andalucía en 93,8 kilómetros.
Desde 2018 -y hasta el próximo 31 de agosto-, por tanto, España habrá levantado las barreras en 1.096,7 kilómetros
Desde 2018 -y hasta el próximo 31 de agosto-, por tanto, España habrá levantado las barreras en 1.096,7 kilómetros, equivalentes a casi un tercio de la red de pago que había aquel año. El 27 de diciembre de 2017 también se suprimió el peaje del Túnel de Sóller (Mallorca), de tres kilómetros, aunque en este caso la resolución anticipada del contrato con Globalvia -aún restaban cinco años- derivó de una decisión de las autoridades de Baleares concedentes del proyecto. De hecho, la empresa recurrió ante los tribunales y el procedimiento aún sigue su curso.
Galicia, a la cabeza
El vencimiento de todas estas concesiones ha propiciado un vuelco en el mapa de autopistas de pago, de manera que a partir de septiembre Galicia relevará a Cataluña como la comunidad autónoma con más kilómetros de peaje de España. Tiene 330,8 kilómetros (el 16,6% de toda la red de pago), de los que 57,8 kilómetros son autonómicos (la AG-55 y la AG-57). País Vasco se encaramará al segundo puesto con 248 kilómetros (el 12,4%), de los que 77 kilómetros son estatales y 171 kilómetros de las Diputaciones Forales de Vizcaya y Guipúzcoa, y Castilla-La Mancha completará el podio con 214,1 kilómetros (el 10,7%).
Castilla y León, pese a restar la AP-1, será cuarta con 201 kilómetros (el 10,1%), y la Comunidad de Madrid, quinta, con 158,5 kilómetros (el 7,9%). Andalucía, por su parte, se mantendrá entre las autonomías con más peajes a pesar de suprimirse el de la AP-4 y suma 157,4 kilómetros (el 7,9%), lo que la situará en sexta posición. Mientras, Navarra será séptima con 151,6 kilómetros (el 7,6%), de los que solo 39 son estatales (AP-68 Bilbao-Zaragoza) y 112,6 kilómetros son titularidad de la Diputación Foral (AP-15 Tudela-Irurzun).
Cataluña descenderá en septiembre desde el primer puesto hasta el octavo tras eliminarse el peaje en 442,4 kilómetros
Cataluña descenderá en septiembre desde el primer puesto hasta el octavo tras eliminarse el peaje en 442,4 kilómetros, que se añaden a los 87 kilómetros ya suprimidos en 2019, lo que hace un total de 529 kilómetros. Pasará así en menos de dos años de 675 a 145,8 kilómetros, que se corresponden a tres concesiones de la Generalitat. En concreto, desde el 1 de septiembre los catalanes ya solo pagarán por la C-32 Casteldefells- El Vendrel, cuya gestión está cedida a Aucat, sociedad de Abertis; C-16 Túnels del Cadí y accesos C-16 Túneles de Vallvidrera, operadas por Túnels Barcelona Cadí, también de Abertis; y C-16 Sant Cugat-Manresa, explotada por Autema, controlada por Cintra (Ferrovial) y Abertis. Los 145,8 kilómetros referidos representarán el 7,3% de toda la red de peaje de España, un porcentaje muy alejado del 20% que Cataluña ostentaba en 2019.
La Rioja será novena con 119,1 kilómetros (el 6%) y la Región de Murcia, décima, con 114,6 kilómetros (el 5,7%). Mientras, la Comunidad Valenciana limita sus vías de pago a 80,6 kilómetros (el 4%). Son 286,5 kilómetros menos de los que tenía antes del vencimiento de Aumar a finales de 2019. Hasta entonces, de hecho, era con 367,1 kilómetros la segunda autonomía con más peajes.
Aragón disminuirá sus autopistas de pago a 54,8 kilómetros con la reversión de Acesa (102 kilómetros menos), ocupando el 12º puesto, y Asturias será 13ª con 21,9 kilómetros. Extremadura, Cantabria, Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla se mantienen como las únicas sin ningún peaje.
La Rioja, País Vasco y Navarra son las autonomías con más peajes por vía de alta capacidad
Aunque Galicia emerge como la región con más peajes en términos absolutos, el análisis de los datos ofrece resultados distintos en términos relativos. Así, si se atiende al porcentaje de las vías de pago con respecto a la red de alta capacidad de cada autonomía resulta que La Rioja lidera esta clasificación con nada menos que el 64,4%. Es decir, los riojanos pagan por utilizar prácticamente dos de cada tres kilómetros de autopista o autovía. Superan ampliamente a los vascos, con el 39,7%, navarros, con el 37,3%, y gallegos, con el 27,3%. La Región de Murcia tiene el 16,7% de su red de alta capacidad tarificada, la Comunidad de Madrid el 16,2% y Castilla-La Mancha el 11,6%.
La distancia con Europa
Estas siete comunidades autónomas se sitúan por encima de la media de España, que en su conjunto tendrá a partir de septiembre con peajes el 11,5% de sus vías de gran capacidad. Por debajo figuran Cataluña, con el 8,8%, Castilla y León, con el 7,8%, Aragón, con el 6,4%, la Comunidad Valencia, con el 5,6%, Andalucía, con el 5,5%, y Asturias, con el 4,7%.
Las comparativas se pueden realizar también en función de la superficie de cada región. En este caso, País Vasco, La Rioja y la Comunidad de Madrid son las que más kilómetros de autopistas de peaje tienen. O en relación a la población, en cuyo caso figuran La Rioja, Navarra y Galicia como las que más vías de pago tienen por habitante.
España solo tendrá de pago el 11,5% de la red, frente al 100% de 23 países europeos
Con los más de 1.000 kilómetros de autopistas que habrán levantado las barreras entre 2018 y 2021, España se distanciará aún más de lo que ocurre en el resto de Europa. Así, el peso de las vías interurbanas de pago se habrá reducido del 18% al 11,5% referido en apenas tres años. Contrasta con el 100% que tienen tarificado (para vehículos ligeros y/o pesados) hasta 23 países europeos (ver gráfico), el 86% de Italia, el 79% de Francia o el 38% de Irlanda. Chipre, Estonia, Islandia, Liechtenstein, Malta y Montenegro son los únicos Estados con todas sus carreteras gratuitas.
España tendrá después del verano más de 15.300 kilómetros de alta capacidad gratuitos, lo que representa más de tres cuartas partes del total de Europa.
Este escenario tiene consecuencias para las arcas públicas y también para los usuarios. Las apreturas presupuestarias, que se remontan ya a la crisis financiera de hace más de 10 años, han propiciado un deterioro de las carreteras españolas que se aproxima ya a los 8.000 millones de euros, lo que tiene efectos sobre la seguridad de las mismas. El Ejecutivo de Pedro Sánchez abrió ya hace más de dos años la puerta a debatir sobre la necesidad de implantar el pago por uso en la red de gran capacidad para su mantenimiento. El ministro de Transportes, José Luis Ábalos, ha lanzado en varias ocasiones llamamientos al resto de fuerzas políticas para alcanzar un acuerdo, pero por el momento no ha habido ningún paso en firme.
La finalización de las concesiones genera un beneficio directo para los usuarios de las autopistas en cuestión -las cuatro concesionarias que vencen entre 2018 y 2021 ingresan solo por peajes más de 1.100 millones de euros anuales-, pero conlleva un impacto sobre el erario público porque las empresas concesionarias ya no pagarán impuestos y porque los gastos de mantenimiento tendrán que ser asumidos por la vía presupuestaria.
Seopan calcula que el coste en la contabilidad pública de la reversión de las cuatro concesiones asciende a 450 millones cada año. Si la decisión de terminar con los peajes se prolonga a las concesiones de toda la red de carreteras en el futuro, el golpe para las Administraciones se elevaría hasta los 1.000 millones de euros anuales, según las estimaciones de la organización.
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