El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha metido en la nevera cualquier inversión a través de la colaboración público-privada, entre las que figura el Plan Especial de Carreteras (PEC), heredero del Plan Extraordinario de Inversión en Carreteras (PIC) anunciado hace más de tres años por el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy.
La decisión deviene por la crisis generada por la pandemia, a pesar de que fue el propio ministro del ramo, José Luis Ábalos, quien anunció a comienzos de junio en el Senado que el programa ya contaba con el visto bueno de Bruselas (Eurostat) y del Ministerio de Hacienda para desarrollar proyectos concretos "en breve plazo".
La prioridad de Ábalos y su equipo en este momento discurre por definir la Estrategia de Movilidad Segura, Sostenible y Conectada 2030, que "marca directrices hacia dónde orientar la inversión y plantea el debate de la forma de financiaciónde las carreteras, teniendo cabida en ello las inversiones que plantea el PIC y el método concesional", precisan fuentes oficiales del Ministerio. "La Estrategia y el PIC no son incompatibles", insisten.
Ahora bien, en paralelo, desde el Gobierno "se está a analizando el impacto de la crisis del Covid-19 en las cuentas públicas a medio plazo, una crisis que aún no ha acabado, y por lo que por prudencia no se está en condiciones aún de asumir compromisos de gasto público a futuro como los que supone la inversión por método concesional", explican las mismas fuentes.
Transportes tiene por el momento paralizado cualquier proyecto concesional cuente o no con la participación privada para su financiación
Por tanto, Transportes tiene por el momento paralizado cualquier proyecto concesional cuente o no con la participación privada para su financiación. Una posición que contrasta con las aseveraciones de altos cargos del Ejecutivo relativas a la necesidad de impulsar la colaboración público-privada para desarrollar infraestructuras estratégicas.
En materia de carreteras, "seguiremos explorando aquellas fórmulas de colaboración con el sector privado mediante contratos de concesión que permitan abordar actuaciones prioritarias, pero siempre salvaguardando la viabilidad futura de estas fórmulas", afirmó en junio Ábalos. En ese sentido, "hemos avanzado en estos meses para cerrar con el Ministerio de Hacienda y las autoridades europeas (Eurostat) un modelo que equilibra los riesgos y que posibilitará desarrollar proyectos concretos en breve plazo", agregó. Parecía así que casi tres años después el PEC vería la luz, con un modelo de construcción y concesión durante unos 25 años. Con todo, el programa seguía sujeto a la limitación a la rentabilidad que obliga la ley de desindexación de la economía española, lo que resta atractivo para que los fondos entren a financiar los proyectos -una situación extensible a todas las concesiones en España-.
Sin embargo, superado el verano, el Ministerio ha frenado sine die el lanzamiento del plan de carreteras, que contemplaba inicialmente sacar al menos dos contratos en Murcia. Ahora tendrá que decidir si alguna de estas iniciativas se aceleran por la vía presupuestaria o si se incluyen dentro de los fondos de reconstrucción de la Unión Europea que se dispondrán a partir del próximo mes de abril.
Apuesta por las concesiones
La idea del Ministerio de Transportes era licitar proyectos por unos 1.000 millones anuales a través del rebautizado como Plan Especial de Carreteras (PEC), un programa que propiciaría el retorno firme de la apuesta por las concesiones en España tras casi una década desaparecida. Las licitaciones de concesiones desde 2012 suman 4.716 millones de euros -240 millones en 2019-, según los datos recabados por Seopan. Solo en 2011 el volumen ascendió a 4.426 millones y entre 2003 y 2011 alcanzó los 51.232 millones.