
Las empresas siguen anunciando proyectos para desplegar plantas de producción de hidrógeno verde -producido con renovables-, al calor de las ayudas europeas, básicas para acelerar el despliegue de una tecnología fundamental para el proceso de transición energética.
Endesa ha revelado que prevé invertir 2.900 millones de euros en 23 proyectos repartidos por todo el territorio, con 340 MW de potencia de electrolizadores y 2.000 MW eólicos y solares. Y Naturgy y Enagás revelaron sus planes para montar un gigantesco proyecto en Asturias con 205 MW de hidrógeno, alimentado por 350 MW eólicos, de los que 200 MW estarán flotando en las aguas del Mar Cantábrico.
La eléctrica presidida por José Bogas anunció el viernes pasado un electrolizador de hidrógeno de 100 MW en el entorno de la central de As Pontes (La Coruña), alimentado por 611 MW eólicos, con una inversión total de 738 millones.
Este lunes señaló que espera desarrollar otros 22 proyectos en Huelva, Teruel, Almería, Tarragona, el Valle del Ebro (Hidrógeno del Cierzo), Compostilla (León) y Seseña (Toledo), con una potencia conjunta de electrolizadores de 215 MW. En resumen, piensa invertir 2.000 millones en la península.
A estas plantas sumará electrolizadores por 25 MW para Canarias, Baleares y Melilla, en los que invertirá otros 900 millones.
El mayor de España
Naturgy y Enagás, por su parte, han remitido un comunicado conjunto en el que desvelan otro enorme proyecto de hidrógeno, en Asturias, el mayor anunciado en España hasta la fecha -Repsol, como Endesa, tiene su máximo proyecto en 100 MW-, ya que puede alcanzar 205 MW.
El proyecto comenzará a escala demostrativa, con una potencia de 50 MW de eólica marina y 100 MW de eólica terrestre, un electrolizador aguas adentro de 5 MW y otro en tierra firme de 100 MW. En una segunda fase, podría ampliarse hasta los 250 MW de eólica marina, con otro electrolizador en tierra de 100 MW. Los molinos en el mar se levantarán en plataformas flotantes -hasta 24 unidades- de la UTE Navantia-Windar.
El hidrógeno lo consumiría la industria asturiana, como parte de su estrategia de descarbonización, y también se distribuiría a gran escala por la red gasista y exportado a Europa. Naturgy y Enagás preparan la reconversión de la regasificadora de El Musel a tal efecto.