El presidente de España, Pedro Sánchez, y el de Francia, Emmanuel Macron, se reunieron el pasado 14 de diciembre en París. Del encuentro, además de una cuarentena por contacto estrecho con un contagiado por covid-19 (Macron dio positivo), el líder del Ejecutivo sacó el apoyo de Francia a la entrada de Vivendi en el capital de Prisa para respaldar a Amber, informan a elEconomista fuentes de alto nivel. Así, poco menos de un mes después, el grupo de medios galo ha comprado un 7,6% de la dueña de El País a HSBC, que ha abandonado el capital del grupo, y tiene previsto hacerse con hasta el 10% de las acciones de la compañía en las próximas semanas.
El movimiento, que ha sido recibido por el mercado con alzas del 9%, responde claramente al interés de Moncloa de reforzar el tándem creado por Amber (29,8%) y Telefónica (9,4%) para tomar las riendas de Prisa y expulsar a Javier Monzón de la presidencia a la vez que arrincona al Banco Santander, que tenía otros planes para la participación que la entidad finalmente ha vendido por 52 millones. Desde el Gobierno aseguran "no tener información" sobre el pacto Sánchez-Macron y fuentes cercanas al consejo de Prisa aseguran que el Ejecutivo no está detrás de la operación aunque sí que tendría conocimiento de la misma.
Fuentes empresariales aseguran que el Gobierno Sánchez tiene una relación distante con el grupo de accionistas liderado por el Santander, que apoyaba la continuidad de Monzón y está más cercano al antiguo PSOE, mientras que Amber se ha mostrado más cercano al sanchismo y afable con sus intereses.
Por su parte, Macron, que es amigo personal del presidente de Vivendi, respalda que el grupo galo aumente su presencia en España dentro de su estrategia de elevar la grandeza de la cultura francesa por toda Europa. En este sentido, la propia compañía gala ha señalado en un comunicado que el desembarco en Prisa forma parte de su estrategia de convertirse "en un líder global" en contenidos y medios, al tiempo que "amplía su acceso a los mercados de habla hispana en Europa, América Latina y EEUU".
Así, fuentes cercanas al consejo de Prisa explican que Vivendi se alineará con los intereses de Amber y Telefónica y que tendrá un asiento en el consejo de administración, mientras que el grupo de accionistas liderado por Santander pierde influencia tras años de tensión.
Y la presidencia...
Oughourlian va a aprovechar el desembarco de Vivendi para quedarse como presidente de Prisa, cargo que ocupa ahora de forma interina tras el cese de Monzón. El inversor aseguró en una entrevista con 'El País' que su plan era buscar un perfil profesional para el puesto que contara con el consenso de todos los accionistas, pero finalmente se quedará.
Su nombramiento tendrá que ser aprobado por la Junta de Accionistas de 2021, de cara a la cual le resultará fácil tener una mayoría. No en vano, fuentes cercanas a la compañía explican que HSBC tenía una posición neutral y que no solía votar en las juntas, algo que no va a pasar con el grupo de la familia Bolloré, que utilizará su actual 7,6% y su futuro 10% para reforzar la posición de los dos principales accionistas. Entre los tres aglutinarán el 49,2%.
Fuentes cercanas al consejo de Prisa explican a elEconomista que la relación de Vivendi con Telefónica "es excelente y muy cercana" y que también tiene muy buena sintonía con Amber. La buena sintonía entre el grupo de medios y la nueva dirección de Prisa se ha hecho patente en los comunicados que ambos han hecho públicos. Por ejemplo, Vivendi ha respaldado el plan estratégico impulsado por la teleco y Amber, que busca separar los negocios de medios y educación