
Repsol ha anunciado la producción en Tarragona de un lote de 10.000 toneladas de biojet -un combustible de aviación producido con biomasa-, suficientes para hacer 145 vuelos de Barcelona a Los Ángeles, evitando la emisión de 630 toneladas de CO2, equivalentes a 55 vuelos entre Madrid y Barcelona. La empresa, que produjo este tipo de queroseno por primera vez en Puertollano, también lo prueba en otras refinerías del país.
La compañía dirigida por Josu Jon Imaz ha anunciado la superación de las rigurosas pruebas técnicas exigidas a estos productos, que limitan el contenido de biomasa a menos del 5% para cumplir los requisitos de las especificaciones internacionales del Jet A1 en cuanto a comportamiento a bajas temperaturas y otros criterios.
La petrolera incide en que ha hecho numerosos test para determinar la concentración adecuada de biocombustible, las condiciones y la unidad de producción más adecuada del complejo industrial.
Repsol consiguió producir del primer lote de biojet del país en la refinería de Puertollano, con 7.000 toneladas, el pasado mes de agosto. Ahora lo ha extendido a la refinería de Tarragona y avanza que tiene iniciativas para fabricar combustibles de bajas emisiones basados en residuos en otros de sus centros industriales, un eje que forma parte de su estrategia de descarbonización.
El impulso de los combustibles de bajas emisiones se suma a los proyectos que Repsol ya ha desplegado en eficiencia energética, generación de electricidad baja en emisiones, hidrógeno renovable, economía circular, combustibles sintéticos y captura, uso y almacenamiento de CO2, siendo uno de los ejes de trabajo de la compañía para alcanzar su objetivo de ser una compañía neutra en carbono en el año 2050.
Producción de biocombustibles
En línea con este objetivo, Repsol construirá en su refinería de Cartagena la primera planta de biocombustibles avanzados de bajas emisiones de España, con capacidad para producir 250.000 toneladas al año de hidrobiodiésel, biojet, bionafta y biopropano.
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) reconoce que los biocarburantes constituyen la tecnología renovable en el transporte más ampliamente disponible y utilizada en la actualidad. Para determinados sectores como el de la aviación, el biojet, obtenido a partir de biomasa o residuos, es hoy en día la única alternativa y está incluido en la lista de combustibles sostenibles.
La memoria de impacto del Proyecto de Ley de cambio climático indica que hay cuatro iniciativas en el país para desarrollar combustible de aviación sostenible.