Empresas y finanzas

El Gobierno sube la inversión en clima y energía hasta los 241.000 millones durante la década

  • Publicada la revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030
  • La reducción de las emisiones de CO2 se incrementa del 21% al 23%
  • El coste de generación de la luz bajará un 31% hasta 2030, unos 6.100 millones menos
Instalaci?n de energ?as renovables. Foto: Archivo.

El Gobierno ha incrementado sus estimaciones sobre la inversión necesaria para cumplir los objetivos de clima y energía de 2030, elevándola hasta los 241.000 millones de euros en el segundo borrador del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que acaba de divulgar, junto a su Estudio Ambiental Estratégico, que somete a información pública. Las emisiones de CO2 se reducirán más, hasta el 23%, frente al 21% previsto anteriormente.

El nuevo borrador del PNIEC no contiene grandes cambios en relación al primero. Introduce mejoras sobre los puntos que le había solicitado la Comisión Europea el pasado mes de junio, como desarrollar mejor las medidas de ahorro energético o facilitar más información sobre el cierre del parque nuclear.

En este último punto, el Estudio Ambiental analiza tres opciones barajadas por el Gobierno: extensión de la vida útil de las centrales hasta los 50 años, cierre de todo el parque antes de 2030, al cumplir los 40 años de diseño, o cierre parcial y escalonado, que es la opción finalmente adoptada.

Fruto de los ajustes acometidos, el volumen de inversión se ha incrementado en un 2%, desde los 236.000 millones planteados originalmente hasta los 241.000 millones previstos ahora. Lógicamente, su impacto en la economía y el empleo en relación al escenario tendencial también crece: el PIB subirá de 19.500 a 25.700 millones al año -un aumento del 1,8% en 2030- y los puestos de trabajo aumentarán de 253.000 a 348.000, un 1,7% al final de la década.

El número de muertes prematuras por la contaminación atmosférica se reduce sobre la previsión original, que auguraba 2.222 fallecimientos menos en relación a la tendencia; ahora esta reducción aumenta hasta las 2.400 muertes, un 27% menos que la tendencia.

Entre los grandes objetivos del documento, las emisiones de CO2 se sitúan en 2030 en 221,8 millones de toneladas, frente a los 340,2 millones emitidos en 2017. Supone una muy notable reducción sobre lo previsto en la primera versión: si en ella se preveía una disminución de las emisiones del 21%, ahora es del 23%, todo ello en relación a 1990.

El porcentaje de renovables en la demanda de energía final se mantiene en el 42% -con un 74% de generación eléctrica- y la eficiencia energética empeora ligeramente, desde el 39,6% previsto originalmente hasta el 39,5% de la actualidad.

La reducción adicional del 9,5% en las emisiones de CO2 procede de la generación eléctrica, que emitirá 8 millones de toneladas menos de lo previsto, y de los sectores residencial, comercial e institucional, que emitirán 3 millones menos; la industria se mantiene y la movilidad apenas reduce un millón de toneladas.

Alineado con el European Green Deal

El cambio pretende estar alienado con los nuevos objetivos europeos de reducción planteados por el Green Deal de la Comisión presidida por Úrsula Von der Leyen, del 50% al 55%, con lo que el Gobierno, implícitamente, excluye adoptar medidas adicionales a las actuales.

Respecto al parque de generación eléctrico, que alcanzará los 161 GW -frente a los 157 GW anteriores-, desaparece por completo el carbón -antes no estaba claro-, y aumenta el peso de las renovables, particularmente de la solar fotovoltaica, con 3.000 MW más, alcanzando los 39 GW. El resto de tecnologías apenas registran cambios relevantes y se especifica que no será necesaria más potencia de gas para respaldar la intermitente producción verde.

Una novedad del documento es que incluye una previsión del impacto de las renovables en el mercado eléctrico: el coste medio marginal de generación se reducirá en un 31% hasta el final de la década, sobre el escenario tendencial, lo que producirá un ahorro en el sistema eléctrico de 6.109 millones sólo en 2030.

La dependencia energética empeora

La dependencia energética del país, no obstante, empeora, puesto que las importaciones crecen desde el 59% de la energía planteado el año pasado hasta el 61% planteado ahora. La intensidad energética de la economía también será peor: antes se esperaba que se redujese un 3,6% al año y ahora un 3,5%, manteniendo la previsión de crecimiento del PIB en el 1,7% anual.

El cambio modal afectará al 35% de los pasajeros-kilómetro que hoy se realizan en vehículos convencionales de combustión. Para ello se prevé que a partir de 2023 se generalice a todas las ciudades de más de 50.000 habitantes las restricciones al tráfico contaminante y se mantiene el objetivo de tener 5 millones de vehículos eléctricos en 2030.

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