
Endesa ha adjudicado a la UTE Moncobra-Rebilita el desmantelamiento de la central térmica de carbón de Andorra (Teruel), un trabajo que durará 48 meses y que empleará a unas 140 personas. La eléctrica destinará más de 60 millones de euros para habilitar el emplazamiento para el desarrollo de renovables previsto, de 1.725 MW solares y eólicos, así como otros 160 MW de almacenamiento, con una inversión de 1.400 millones.
La empresa dirigida por José Bogas explica que la fecha prevista de implantación e inicio de trabajos será el mes de octubre, una vez obtenidas las autorizaciones correspondientes, mientras que el desmantelamiento propiamente dicho comenzará en el mes de noviembre.
Una UTE formada por Moncobra (Grupo ACS) y Rebilita se encargará de la actividad. El personal, que ya está recibiendo formación específica, procederá en su mayoría de antiguas contratistas de Endesa o de residentes en la zona, ya que ha priorizado el empleo de trabajadores locales en la adjudicación.
El desmantelamiento de la planta será simultáneo al desarrollo de parques de renovables en el mismo emplazamiento. El primero tendrá lugar dentro del perímetro de la planta: una planta solar fotovoltaica de 50 MW, que estará acompañado por un parque eólico de otros 50 MW en el término municipal de Ejulve. Ambos están en tramitación en el Gobierno de Aragón y los trabajos deberían desarrollarse entre enero de 2021 y principios de 2022.
La segunda fase del desarrollo verde prevé impulsar 235 MW solares y 54,3 MW de almacenamiento en baterías, y también se instalará en gran medida dentro del perímetro de la actual central térmica. Se construirán durante 15 meses, entre marzo de 2022 y junio de 2023, y coincidirá con los trabajos de desmantelamiento.

En la tercera y última fase, que se iniciaría en mayo de 2023 y finalizaría a principios de 2026, se construirían 1.300 MW fotovoltaicos, 90 MW de energía eólica y 105 MW de almacenamiento en baterías. La potencia asociada a estas fases se construiría en terrenos de los términos municipales de Andorra, Alcorisa, Alcañiz, Calanda e Híjar.
Pendiente del Gobierno central
Para las dos primeras fases, la filial de la italiana Enel ya posee punto de conexión, mientras que la tercera fase -de 1.390 megavatios-, depende de la asignación por parte del Ministerio para la Transición Ecológica de la capacidad de evacuación de la vieja central térmica.
Cuando el pasado 30 de junio la central térmica dejó oficialmente de estar operativa disponía de tres grupos, con 1.101,4 MW en total, que habían entrado en funcionamiento entre 1979 y 1980. Las instalaciones ocupan una superficie de 469 hectáreas, en la que se distinguen tres zonas claramente diferenciadas: un área que alberga los grupos de generación eléctrica, otra área que acoge las plantas de desulfuración y otra zona donde se ubica el parque de almacenamiento de carbones y caliza.
Para realizar la gestión integral de desmantelamiento se aplicará un sistema de demolición selectiva para segregar y caracterizar cada una de las 259.780 Toneladas que conforman el volumen de demolición. Este método, junto con la aplicación de la economía circular en la gestión de residuos, permitirá un aprovechamiento máximo de los residuos, bien para su posterior reutilización como segundo uso, bien como materia prima.