
La eléctrica mantendrá el dividendo pese al ajuste contable de 1.300 millones de eurosAndalucía y Galicia recibirán más de 4.600 millones, si REE desatasca los puntos de conexión.
Endesa dió ayer el primer paso para cerrar las centrales de carbón que mantiene en la península. La eléctrica había anunciado ya la clausura de las plantas de Teruel y Compostilla, que funcionan con carbón nacional, y adelantará previsiblemente el cierre de las instalaciones de As Pontes y Litoral, que operan con carbón internacional y en las que trabajan alrededor de 300 personas.
El Ministerio de Transición Ecológica ha convocado a una reunión el lunes para conocer la situación y estudiar los pasos a seguir con sindicatos, agentes locales y empresa.
A lo largo del año, los precios del CO2 -que han rozado los 30 euros por tonelada- han impedido que las plantas pudieran operar con normalidad y facilitado un mayor uso de las centrales de gas y de las renovables. De hecho, la central de As Pontes y Litoral apenas han funcionado desde el pasado mes de marzo.
Ante esta situación, el consejo de administración de Endesa ha decido dar un paso adelante en los planes de descarbonización y ha realizado este anuncio de "discontinuación" de las plantas justo antes de la celebración de una nuevas elecciones generales el próximo 10 de noviembre y después de que la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, defendiera los planes de transición justa en la ONU.
Endesa inicia así los procedimientos legalmente establecidos para evaluar las opciones de futuro para dichos emplazamientos, que evidentemente llevan a su cierre por su falta de rentabilidad.
Esta medida no se espera que tenga un impacto relevante en el margen de explotación de la compañía. El valor neto contable, a fecha de hoy, del conjunto de centrales térmicas de carbón peninsular asciende aproximadamente a unos 1.300 millones de euros, que incluye el importe estimado de la provisión para el desmantelamiento de estas centrales.
La decisión, por contra, fuerza a reajustar una parte de las previsiones incluidas en el Plan de Energía y Clima que estimaba que este tipo de plantas pudieran seguir operando, al menos, hasta 2030 con hasta 1.300 MW. De hecho, el propio grupo Enel tenía en sus planes mantener las centrales de carbón hasta el año 2030 y prueba de ello es que se afrontaron las inversiones de cerca de 350 millones en desnitrificación necesarias para que estas plantas pudieran seguir operando más allá de 2020, tal y como exigía la normativa de la Comisión Europea de grandes instalaciones de combustión.
Más renovables
La eléctrica tiene previsto aumentar de manera significativa en su próximo plan estratégico, que será aprobado previsiblemente en noviembre, las inversiones destinadas a la construcción de nueva capacidad de generación renovable y que se espera que puedan ser notablemente superiores a los 12.000 millones de euros. De hecho, Endesa espera invertir 3.000 millones de euros en Andalucía y cerca de 1.600 millones de euros en Galicia, siempre que Red Eléctrica logre despejar el problema existente en los puntos de acceso para las renovables tal y como le ha reclamado con fuerza la propia patronal de renovables andaluza al operador del sistema.
La decisión adoptada por el Consejo de acelerar el compromiso de descarbonización "discontinuando" la producción de generación térmica peninsular de carbón y el análisis a realizar del valor recuperable de estas instalaciones podría implicar el registro contable de un deterioro de valor de estos activos por un importe máximo equivalente a la totalidad de su valor neto contable, lo que, en su caso, reduciría el importe futuro de las amortizaciones estimadas en el conjunto de centrales. El detalle de los importes que se registrarán a 30 de septiembre de 2019 se hará constar en una nota específica del informe de gestión consolidado correspondiente al periodo de nueve meses terminado en esa misma fecha, que está previsto que se haga público el próximo 5 de noviembre. La decisión no afectará al dividendo previsto por parte de la compañía.
Endesa, además, prevé aumentar su apuesta por las renovables dentro de su plan estratégico. El actual prevé la instalación de 1.900 MW hasta 2021, de los cuales está prevista la entrada de 879 MW eólicos y solares de las subastas para finales de este año y un ritmo posterior de 500 MW en cada uno de los ejercicios 2020 y 2021.
No obstante, los planes de la energética pasan por pisar más el acelerador en este impulso a las renovables y desarrollar cerca de 10.000 MW adicionales entre el periodo 2021 y 2030. En concreto, el objetivo de la energética pasa por copar una cuota de entre el 10 por ciento y el 15 por ciento de los 65 gigavatios (GW) que el Gobierno prevé que se incorporen a lo largo de la próxima década, lo que permitirá a la eléctrica compensar el cierre de otras tecnologías de generación.