
Las atípicas vacaciones que ha traído el coronavirus se han reflejado en el bolsillo de los españoles que, por primera vez en diez años, han incrementado sus ahorros en el mes de julio. El miedo al contagio y a los rebrotes ha cambiado la tendencia veraniega de los españoles que en su mayoría han limitado los viajes al extranjero y han optado por pasar los días dentro del territorio nacional sin grandes pretensiones. Además, como en el inicio de la anterior recesión, los hogares han optado por seguir engordando el colchón ante la crisis y la incertidumbre laboral. Según los datos de depósitos publicados este jueves por el Banco de España, las familias tenían en julio 822.800 millones de euros, un 0,07% más que en el mes anterior. Esta subida en ahorros de julio (mes de inicio de las vacaciones) frente a junio solo se vio por última vez en 2010, coincidiendo con la última gran crisis económica.
Desde el aterrizaje del coronavirus en nuestro país, y especialmente desde el inicio del confinamiento, los hogares comenzaron a hacer acopio de ahorros ante lo que se venía y, a su par, por el menos gasto que trajo el encierro. Así, en marzo, las familias incrementaron un 5,3% los depósitos frente al mismo mes del año anterior; en mayo, un 6,5%; en abril, un 7,2%; en junio, un 5,7% y, finalmente en julio, un 7,1% frente al mismo periodo de 2019. En total, desde el inicio del estado de alarma, los hogares han ahorrado 40.900 millones de euros y siempre de manera ascendente mes contra mes.
Una parte relevante de este ahorro, según han reiterado en varias ocasiones los principales banqueros del país, procede del traspaso de dinero desde los fondos de inversión a las cuentas corrientes, huyendo de la sacudida que la pandemia ha supuesto en los mercados. En momentos de crisis, las familias optan por la seguridad, a pesar de que los bajos tipos de interés no dejen un ápice de rentabilidad en sus depósitos.
Los miembros del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), en su reunión del mes pasado, expresaron su preocupación por el impacto en la recuperación que puede suponer el efecto retardado de la crisis en el empleo, contenido hasta ahora por distintos mecanismos como los ERTE en España. A esto, se añaden las expectativas negativas sobre la evolución del empleo en los próximos meses, que ya están pesando sobre el gasto de los consumidores de la eurozona, incentivando el "ahorro preventivo" de los hogares.
Cambio de tendencia
En el caso de las empresas, la situación fue la contraria. Por primera vez las sociedades españolas irrumpieron en julio la tendencia de los últimos cinco meses de elevar los depósitos. Concretamente, las empresas cerraron el pasado mes con 288.100 millones de euros en depósitos, lo que supone un 2,3% menos frente a junio. Sin embargo, en la comparación interanual, es decir julio de 2020 frente a julio de 2019, supone un aumento del 15,2%.
Cabe destacar que las compañías, con el coronavirus, también paralizaron las inversiones previstas ante la elevada incertidumbre de la situación y el obligado cierre de muchas de ellas. Así, entre marzo y junio incrementaron los depósitos en 42.800 millones de euros, tendencia por primera vez quebrada en julio.
La tendencia al ahorro también se replica a nivel europeo. Según los datos del BCE, los depósitos de las empresas y hogares de la UE volvieron a incrementarse con fuerza durante en julio como consecuencia de la incertidumbre económica. En concreto, los depósitos de las empresas aumentaron un 20,4% interanual, el mayor incremento de toda la serie histórica, después de haber crecido un 19,1% en junio. En el caso de los hogares, el ritmo de crecimiento de los depósitos se mantuvo en julio en el 7,4%, el más fuerte desde 2009.
Menos gasto
El departamento de análisis de BBVA señala que en el primer semestre del año las familias ajustaron un 25% el gasto en consumo. El consumo sufrió un desplome histórico en abril, con una caída del 32%, que se fue aminorando con el inicio de la desescalda, en gran parte, por la demanda embalsada. Sin embargo, según el informe de BBVA Research de julio, "la incertidumbre está limitando el gasto de las familias y aunque el consumo se ha reactivado, se ha desacelerado con cada fase de la desescalada".
El estudio, con datos del tercer trimestre del año, apunta a que, aunque ha retornado el consumo en entornos sociales, el gasto en restaurantes, ocio o alojamiento se mantiene todavía muy por debajo de los niveles observados en 2019.