ACS avanza en su estrategia de rotación de activos concesionales maduros. El grupo que preside Florentino Pérez ha sacado al mercado su última participación en una concesión en Portugal, la autopista del Baixo Alentejo, que conecta las poblaciones de Sines y Beja. Se trata de una de las mayores vías de peaje del país luso.
La firma española y sus socios en la concesionaria Sociedade Portuguesa para a Construção e Exploração Rodoviária (SPER) han contratado a BBVA para asesorar el proceso, que prevé atraer a fondos de infraestructuras y grupos concesionales, según indican fuentes del mercado.
Se adjudicó en enero de 2009 el proyecto de concesión
ACS, a través de Dragados e Iridium, y en consorcio con las empresas portuguesas Edifer, Tecnovia y Conduril, se adjudicó en enero de 2009 el proyecto de concesión para el diseño, construcción, financiamiento, operación y mantenimiento de la autopista del Baixo Alentejo, con una longitud de 342 kilómetros. El valor del proyecto, cuyo plazo de concesión se prolonga hasta diciembre de 2038, originalmente ascendía a 535 millones de euros, si bien durante su desarrollo fue objeto de algunas modificaciones.
El contrato, por el que también pujaron las compañías españolas Sacyr, FCC y Cintra (Ferrovial), supondrá la realización de 84 nuevos kilómetros de autopista, la duplicación de 43 kilómetros de carretera y la mejora de otros 220 kilómetros de carreteras existentes.
Portugal se ha erigido en los últimos meses en uno de los países más activos en el mercado secundario de infraestructuras
Iridium y Dragados (para la construcción) lideraron el consorcio, si bien en los últimos años ha habido transferencias de acciones. Según los registros oficiales de ACS, su filial concesionaria ostenta en la actualidad el 15,14% de SPER. Asimismo, también está presente en la operadora de mantenimiento Planestrada. La autopista del Baixo Alentejo registró en 2018, de acuerdo con los últimos datos disponibles, una intensidad media diaria de 4.387 vehículos.
Portugal se ha erigido en los últimos meses en uno de los países más activos en el mercado secundario de infraestructuras. No en vano, la mayor operación del sector del año se ha firmado en este país. Hace unas semanas, el fondo de pensiones holandés APG, junto con el Servicio de Pensiones Nacional de Corea del Sur (NPS) y la suiza Swiss Life Asset Management (SLAM), se hizo con la concesionaria lusa Brisa. Por esta operación se interesaron las españolas Globalvia, Abertis, Roadis y Aleatica.
Entre los potenciales compradores de la autopista del Baixo Alentejo figuran los fondos de inversión habituales en este tipo de transacciones, como DIF, Aberdeen, Meridiam, TIIC, Predica (Crédit Agricole) o Mirova (Natixis). Roadis y Globalvia también emergen con el perfil indicado. Abertis, participada por ACS, y Aleatica, igualmente podría analizar el activo, aunque su foco se centra normalmente en activos de mayor tamaño.
Las sinergias con Abertis
ACS y Atlantia anunciaron cuando compraron Abertis que servirían de plataforma para el crecimiento de la firma española, tanto a través de sus activos como de oportunidades de compra y licitación conjuntas, pero hasta la fecha, y cuando ha transcurrido un año y medio desde que ejecutaran la operación, aún no han hallado procesos comunes en los que participar.
ACS venderá un nuevo activo concesional. En Portugal, el grupo ya se deshizo de dos autopistas en el pasado, Rotas do Algarve Litoral y Scutvias. En abril, cerró el traspaso del 74% de sus participaciones en seis autovías de peaje en sombra en España al británico Hermes. En la segunda mitad de 2019 también vendió a Meridiam la mitad de la Northeast Anthony Henday, en Canadá, y el 37,5% de la I-595 Express, en Florida (EEUU), a su socio en el proyecto TIAA. ACS ultima la venta de sus renovables y líneas eléctricas en Latinoamérica.