La Junta de Enagás, celebrada telemáticamente esta mañana, ha aprobado todos los puntos del día, incluido el pago de un dividendo de 1,6 euros por título, y la polémica incorporación al Consejo de José Montilla, José Blanco -históricos políticos del Psoe- y de Cristóbal Gallego, ligado a Podemos. El presidente de la compañía, Antonio Llardén, ha defendido su nombramiento apelando a "las circunstancias excepcionales".
Como se esperaba, el accionariado de Enagás -un 70% en manos de inversores institucionales y de la SEPI, y un 30% en manos de minoristas- ha respaldado firmemente la gestión del equipo directivo, incluida la nutrida presencia de expolíticos en su Consejo de Administración, en el que figuran Isabel Tocino, Ana Palacio y Antonio Hernández Mancha (ligados al PP), a los que se añaden ahora Montilla, Blanco y Gallego, en uno de los ejemplos más claros de las denominadas puertas giratorias en las compañías cotizadas.
Llardén, preguntado por la materia durante un corto turno de preguntas, destacó que los nombramientos, así como la ampliación del Consejo de Administración a 16 puestos, responden a "unas circunstancias excepcionales y consecuencias difíciles de prever; ello hace necesario, en opinión del Consejo de Administración, reforzarlo, añadiendo al talento que ya dispone nuevos perfiles adecuados a esta nueva situación".
Llardén, sobre los nombramientos: "se deben a unas circunstancias excepcionales y consecuencias difíciles de prever; ello hace necesario, en opinión del Consejo de Administración, reforzarlo, añadiendo al talento que ya dispone nuevos perfiles adecuados a esta nueva situación"
El presidente añadió que "todo ello orientado a garantizar la continuidad del servicio esencial que Enagás tiene atribuido y su fortaleza como compañía cotizada". A su juicio, "los perfiles que se han propuesto, y a los que desde luego no les falta experiencia y conocimiento en el sector energético, se consideran adecuados para este reforzamiento".
Sea como fuere, todos los puntos del día se han sido aprobados "por la mayoría necesaria", incluido el pago de un dividendo de 1,6 euros por título con cargo a 2019, de los que 0,96 euros se abonarán el próximo 9 de julio. Los resultados concretos de las votaciones se pondrán a disposición de los accionistas en la página web durante los próximos cinco días.
Estabilidad y fortaleza
Además de ello, el presidente hizo gala de estabilidad y fortaleza durante su intervención, afianzándose en los datos facilitados por el consejero delegado, Marcelino Oreja, unos minutos antes. Por ejemplo, apuntó que la acción de la compañía aumentó de valor al día siguiente de la ampliación de capital de 500 millones para ampliar su participación en la norteamericana Tallgrass hasta el 30,2% o se congratuló de la buena evolución de la cotización desde el inicio del estado de alarma, puesto que ha crecido un 25%, frente al 17% del Eurostoxx Utilities y el 8% del Ibex 35.
Llardén tuvo palabras para la transición energética, su compromiso con la descarbonización y sus proyectos sobre el hidrógeno y, con relación a la demanda de gas, apuntó que si en algunos momentos del confinamiento se había reducido hasta un 24%, ahora está un 10% por debajo de los niveles del año pasado, lo que implica una recuperación progresiva: "creo que realmente se está recuperando la economía del país, a un determinado ritmo, pero somos optimistas", apostilló.
Llardén aludió a la firma del tercer convenio colectivo de la compañía, firmado hace unos días, que abarca de 2020 a 2023, como otra muestra de solidez y confianza. Y se despidió recordando que 2019 empezó con incertidumbre regulatoria por la reforma normativa del sector gasista y que "llevamos medio ejercicio de 2020 en una vorágine de inestabilidad en todos los sentidos, en todo el mundo, por esta terrible pandemia".
En este sentido, insistió en que "Enagás se está manteniendo sólida, gracias a una estrategia rigurosa, y lejos, lejos del cortoplacismo" y mostró su "compromiso de ser agentes activos de la reactivación económica".
