El presidente de BBVA, Carlos Torres, ha destacado este viernes durante su intervención en la Junta de Accionistas, que ninguno de los miembros del consejo de administración actual del banco tiene "conexión alguna" con el caso Villarejo. Torres reconoció que 2019 "ha sido un año con profusión de noticias en España" sobre el caso de espionaje, no obstante, el presidente de la entidad defendió que el banco ha seguido las prioridades fijadas de esclarecer los hechos, colaborar con la Justicia y adoptar medidas.
Desde el ámbito judicial consideran que la labor de colaboración del banco ha dejado mucho que desear. Torres aseguró que la entidad seguirá actuando con total determinación y diligencia.
El presidente de BBVA pidió a las autoridades, supervisores y empresas coordinación para mitigar el impacto social y económico por las medidas adoptadas por el coronavirus. Torres reconoció que la junta está marcada por "la situación de excepcionalidad generada por el coronavirus" y urgió a la sociedad a coordinarse para contener la epidemia. El banquero recordó que BBVA ya tiene en España a 9.000 personas trabajando desde casa. "Ofrecemos flexibilidad de horario y de días de trabajo para que aquellos que lo necesiten puedan adaptarse a sus necesidades familiares", aseveró.
Impacto del coronavirus
Torres señaló que la estimación de crecimiento para España de 2020 era de una mejoría de hasta el 3,2% motivada por la relajación de las tensiones comerciales, y mejores datos de producción a nivel global. Sin embargo, el entorno económico global se ha visto afectado negativamente por el impacto del coronavirus. A corto plazo, según el presidente de la entidad, la incertidumbre ante el rápido crecimiento de los contagios en numerosos países, y las medidas de cuarentena llevarán a una reducción de la demanda a nivel global, así como disrupciones relevantes en las cadenas de suministro.
Todos estos factores, junto con el reciente desplome del precio del petróleo, se han traducido en fortísimas caídas en los mercados de capitales globales, y en una elevada volatilidad, según señaló. Por tanto, aunque reconoció que aún es pronto para estimar el impacto económico en los próximos trimestres, Torres aseveró que BBVA estima que, incluso en un escenario de recuperación en 'V', el crecimiento global podría reducirse en torno a medio punto del PIB en 2020.
BBVA celebra este viernes la junta de accionistas con solo la presencia o representación física del 19,06% de los accionistas ante la epidemia del coronavirus. Además, otro 47,76% de los accionistas están presentes o representados en el acto a través de sistemas remotos. Por tanto, la asistencia total de los inversores tanto física como a distancia es del 66,83%, habiendo cuórum histórico y, por tanto, suficiente para celebrar la Junta y aprobar el orden del día.
La entidad, al igual que la mayoría de compañías cotizadas con Juntas cercanas, pidió a inicios de esta semana a sus accionistas que evitaran acudir físicamente al acto que se celebra en el Palacio de Euskalduna de Bilbao. La entidad, siguiendo las recomendaciones de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) del pasado martes para prevenir contagios por el coronavirus, ha fomentado el seguimiento de la asamblea a través de la página web. Para que los accionistas puedan emitir su voto, aconsejó que se hiciera mediante delegación del mismo o de forma telemática.
Genç destaca la solidez del banco
El consejero delegado de BBVA, Onur Genç, resaltó la "solidez" de la entidad en un contexto de "fuertes caídas y alta volatilidad" en los mercados financieros derivado del pánico por la expansión del coronavirus Covid-19. Al mismo tiempo, el banquero turco que habló por primera vez en castellano, señaló que BBVA es un banco "fuerte" y que está preparado para afrontar cualquier riesgo. Posteriormente, Genç dedicó su discurso a resaltar los resultados obtenidos en 2019, "los más altos de los últimos diez años excluyendo impactos singulares".
El beneficio atribuido de BBVA fue de 3.512 millones de euros en 2019, una cifra que se vio afectada por el deterioro del fondo de comercio de su filial en Estados Unidos, consecuencia de la desfavorable evolución de los tipos de interés en el país y la desaceleración de la economía. "Es importante destacar que este deterioro del fondo de comercio no supone salida de efectivo, no afecta al patrimonio neto tangible ni al capital, ni a la liquidez, ni tampoco a la capacidad de reparto de dividendos del grupo BBVA", precisó.
Genç explicó que los retos con los que se ha encontrado la entidad en 2019 están relacionados con la desaceleración del crecimiento global hasta el 3,1%, el más bajo de la última década, así como con el entorno de bajos tipos de interés en EEUU y Europa. En este sentido, advirtió especialmente sobre la situación de la zona euro, donde los tipos de interés se sitúan incluso en negativo. "En este complejo entorno, una vez más, hemos vuelto a demostrar la fortaleza de nuestro modelo diversificado y nuestra capacidad de generar unos excelentes resultados", añadió.
