BBVA obtuvo un beneficio de 3.512 millones de euros el año pasado, lo que supone un 35% menos que en 2018, por el efecto de la devaluación del negocio de EEUU. Sin incluir este golpe ni tampoco las plusvalías obtenidas por la venta de Chile en 2018, el banco explica que las ganancias habrían sido de 4.830 millones, un 2,7% más.
El ajuste de 1.500 millones de dólares (1.318 millones) por las menores expectativas en Norteamérica ha llevado al grupo a entrar en pérdidas trimestrales, aunque éstas han sido menores de las esperadas por el mercado. Los números rojos han sido entre octubre y diciembre de 155 millones, frente a los más de 250 que preveían los analistas.
El banco ha anunciado que, tras estos resultados, tiene previsto someter a la consideración de la junta de accionistas un pago en efectivo de 0,16 euros brutos por acción en abril, manteniendo así el dividendo del año anterior.
El margen de intereses del banco alcanzó 18.202 millones de euros en 2019, un 4,8% más en términos de tipo corriente frente al ejercicio anterior. Destaca, en una nota, la positiva evolución de México y América del Sur. Las comisiones netas, por su parte, crecieron un 3,9%, hasta alcanzar los 5.033 millones de euros, con una especial incidencia en España y Turquía.
De esta manera, los ingresos de carácter recurrente, hasta 23.235 millones de euros, suman un récord histórico, según hace hincapié la entidad.
Los resultados también se han visto beneficiados de las operaciones financieras, que avanzaron un 16,6%, y de una contención de los costes. Los gastos de explotación subieron un 3%, lo que ha permitido una mejora del nivel de eficiencia de casi un punto porcentual, hasta el 48,5%.
Por regiones, México sigue siendo el puntal del banco, ya que aportó casi 2.700 millones de los beneficios. España contribuyó con 1.380 millones y Turquía, poco más de 500 millones. En estos dos últimos mercados, las ganancias bajaron por distintos motivos.
En España, el resultado disminuyó un 1% por el entorno de tipos negativos, que provocaron un descenso del margen de intereses del 1,4%, además de por la menor contribución de la venta de carteras de deuda. Esto no pudo ser compensado ni por los menores costes ni por los ingresos obtenidos en la división de seguros, que ascendieron un 6,7%.
En Turquía, por su parte, la contribución descendió un 10,7% por el tipo de cambio de la lira frente al euro, la subida de la morosidad y el descenso de la actividad, ante la debilidad de la economía. Aún así, este mercado, al que prestan atención los inversores desde hace tiempo, se ha comportado mejor de lo esperado.
El grupo español que preside Carlos Torres logró el año pasado elevar el ratio de capital hasta el 11,74%, acercándose de este modo a la meta que reclaman los reguladores al sector del 12%.
BBVA subraya el avance de transformación y sostenibilidad e informa de que comunicará al mercado su nuevo plan estratégico para los próximos años tras una reflexión en 2019 de la industria bancaria. Ha convocado a los analistas e inversores para publicar los objetivos el 24 de marzo y explicar sus prioridades, que pondrán especial énfasis en la descarbonización de la economía y la digitalización. Hasta ahora era una de las pocas entidades que no ofrecía este tipo de datos.
Destaca que ha movilizado ya 30.000 millones en financiación verde, mientras que, por otro, cuenta con 32,1 millones de clientes digitales. Estos suponen un 57% de la cartera total, de los que 29 millones operan con el móvil, superando las expectativas.