
Ryanair está lejos de dar por cerrada la crisis del 737 MAX y el ajuste de su oferta y red de bases en Europa. Aunque la compañía irlandesa ha elaborado su plan comercial para la temporada de verano bajo la premisa de que recibirán 10 nuevas aeronaves antes de que termine el año, lo cierto es que no descartan cerrar el ejercicio sin que el MAX se incorpore a su flota.
"Esperamos recibir un máximo de diez 737 MAX a lo largo del verano y tener el primero en abril, pero la cifra se puede reducir a cero ya que las fechas han cambiado mucho a lo largo del año pasado y ha habido muchos retrasos. En realidad estamos en manos de los reguladores aéreos", ha explicado Kenny Jacobs, director general de marketing de Ryanair, en una rueda de prensa celebrada en Madrid. En este punto, cabe recordar que la crisis del MAX se ha agravado en las últimas semanas tras conocerse que Boeing ocultó sus problemas a la FAA y que el modelo era criticado por los propios empleados.
Ante el más que posible escenario de que no reciban ninguno de los 58 aviones MAX que esperaban sumar a su flota antes de abril si nada hubiera pasado, la irlandesa ya ha abierto la puerta a cerrar más bases en España, donde actualmente tiene nueve y emplean a 3.000 personas, y en otros países del Viejo Continente ya que el objetivo es concentrar las aeronaves y la actividad en los destinos más rentables y con más potencial. "Se pueden dar más cierres en España y en otro país europeo, es una decisión comercial", ha explicado Jacobs.
"No es un gran drama si al final son cero los que se entregan a lo largo de este verano ya que podemos alargar la vida de los aviones que se iban a jubilar y mantener la flota de 475 unidades. Esperemos que no pase y que no tengamos que cambiar nada los planes", ha matizado. El primer retraso en las entregas les ha llevado a clausurar siete bases en total en Alemania, Reino Unido, España y Suecia.
"El cierre de bases sólo tiene que ver con la crisis del MAX y no con las relaciones laborales"
En este punto, el directivo de la low cost quiso dejar claro que el cierre de bases "sólo tiene que ver con la crisis del MAX" y que en ningún caso las decisiones "están relacionadas con las negociaciones con los sindicatos" o con la evolución del sector y el precio del crudo. No en vano, la semana pasada la compañía revisó al alza su beneficio para el año que viene hasta los 1.050 millones de euros por la mejora en los precios y en las reservas de enero y febrero. Como ejemplo, Jacobs ha señalado que en Alemania han cerrado dos bases pese a que es uno de los países donde mejor relación tienen con los sindicatos y más avanzadas están las negociaciones para cerrar los convenios colectivos.
Aunque la firma asegura que los cierres solo están vinculados al MAX y que su plan es "crecer en Europa en los próximos cinco años", no tienen previsto reabrir las bases de Canarias aunque el modelo vuelva a volar y hayan recibido todas las unidades pendientes. "No está en los planes de la empresa reabrir las bases. No está sobre la mesa aunque la decisión final depende del departamento comercial", ha apuntado Darrell Hughes, director de recursos humanos. Por su parte, Jacobs ha suavizado la respuesta matizando que "no es un sí ni un no. Cuando llegue el avión lo valoraremos".
Estudia negociar con Boeing cambiar el modelo de 75 opciones
En cuanto a la crisis de Boeing, Ryanair asegura que está en negociaciones con el fabricante para pactar una indeminización por los retrasos, aunque no ha especificado la cifra, y ha abierto la puerta a cambiar las 75 opciones de compra que tiene del MAX por otro modelo de la familia 737 (pasillo único) si el problema no se resuelve en los próximos meses y la EASA les permite volar en Europa. Aerolíneas norteamericanas como Southwest y American Airlines ya han pactado estas indemnizaciones y aunque sus problemas por el avión son más graves porque han tenido que dejar parte de su flota en tierra no han cerrado bases ni despedido trabajadores.
Crecer en Madrid
El reajuste iniciado por Ryanair se ha traducido en un descenso de la oferta en España por primera vez en varios años. En concreto, la compañía reducirá su capacidad en nuestro país un 1,5% de cara al ejercicio 2020-2021 mientras que en el global de Europa crecerá un 2% frente al 8% de media de los ejercicios anteriores. Dentro de España, Madrid concentrará el crecimiento de la compañía con un alza del 1,5% de los asientos mientras que las caídas se han concentrado en Cataluña, donde el descenso será del 3% en total (El Prat caerá un 2,5% y Gerona el 21%).
En el caso de la Costa Brava, la base se mantendrá abierta todo el año con un avión basado en invierno y un máximo de cinco en verano y la diferencia con otros años es que en el periodo estival habrá menos aeronaves operando y por lo tanto, menos capacidad, explican fuentes de la compañía. En Málaga también se esperan alzas mientras que en Valencia, Alicante y Palma de Mallorca se mantendrán sin crecimientos.
"No vamos a tocar la antigüedad"
En cuanto a la relación con su plantilla en España y los procesos abiertos por la Inspección de Trabajo por las presuntas irregularidades en las negociaciones del ERE de Canarias y de la firma de los nuevos contratos en Gerona, la irlandesa asegura que se han reunido con los inspectores y estos solo les han pedido que "cambien algunas terminologías" de los contratos y que realicen aclaraciones por los malentendido que están surgiendo. "Son cosas menores, hay aspectos de la terminologías que tenemos que cambiar pero las condiciones de los contratos son las mismas y son buenas. No tenemos problemas para fichar trabajadores y retenerlos", sentenció.
En este punto señaló a los sindicatos españoles como los responsables de que no haya acuerdos laborales en nuestro país puesto que "están más preocupados por pactar los términos de la negociación que las condiciones", explica Hughes, que ha asegurado que ya han retomado las conversaciones con los pilotos y que esperan llegar a un acuerdo en breve.
Respecto al punto más polémico de la novación de los contratos de Gerona, la firma ha asegurado que se va a respetar la antigüedad de los trabajadores y que todo fue "un malentendido"