
"Diseñado por payasos y supervisado por monos". Así describe un empleado de Boeing el proceso de fabricación de la polémica nave 737 MAX, actualmente con su producción congelada tras dos accidentes que costaron la vida a más de 350 personas. La compañía ha hecho públicos mensajes internos de 2016 en los que pilotos e ingenieros criticaban sin cortapisas el modelo y se burlaban del desarrollo del mismo. La Administración Federal de la Aviación de EEUU ya tiene en su poder estos documentos, claves en la investigación que está llevando a cabo sobre el proceso que culminó con el permiso para volar estos aparatos de Boeing.
"Esto es una broma; este avión es ridículo", clama otra de estas comunicaciones internas. Desde enero, Boeing no fabrica el modelo 737 MAX a la espera de los resultados de la investigación de los reguladores estadounidenses y de que se resuelvan los problemas de la aeronave, presuntamente responsables de dos accidentes aéreos.
En octubre pasado, un Boeing 737 MAX 8 de la compañía indonesia de bajo coste Lion Air se hundió en el mar de Java, en un accidente que costó la vida a 189 personas, ocasión en que la caja negra reveló fallos en el sistema automático. En marzo, un segundo Boeing 737 MAX 8, en este caso de Ethiopian Airlines, también se accidentó causando 157 muertes, siniestro que sumado al de Indonesia encendió las alarmas entre los reguladores aéreos en todo el mundo, que prohibieron volar a estas aeronaves.
La Administración Federal de Aviación (FAA, en inglés) de Estados Unidos aseguró el pasado verano haber encontrado otro "riesgo potencial" en el software de los Boeing 737 MAX implicados en aquellos accidentes. "La FAA ha descubierto recientemente un riesgo potencial que Boeing debe mitigar; y levantará la prohibición a las aeronaves cuando consideremos que es seguro hacerlo", precisó entonces.
"Lamentamos el contenido de estas comunicaciones y pedimos disculpas a la FAA, al Congreso, a nuestros clientes y a los usuarios de aviación", ha admitido la compañía con base en Chicago en un comunicado.
El congresista demócrata de Oregón Peter DeFazio, miembro del comité que investiga el caso, ha criticado el perjuicio provocado por el conocimiento de estos mensajes. "Estas comunicaciones dibujan un escenario perturbador sobre los límites a los que Boeing estaba presuntamente dispuesto a llegar para evadir el escrutinio de los reguladores, de la tripulación y del público, incluso cuando sus propios empleados estaban lanzando alarmas a nivel interno", ha aseverado DeFazio.
Boeing ha entregado los documentos presionado por los reguladores estadounidenses, y ha insistido en su compromiso de "total transparencia" con la FAA.