
El culebrón de Ryanair en Gerona tiene un nuevo capítulo. La aerolínea de bajo coste va a mantener abierta la base todo el año después de haber conseguido convertir en temporal (fijo discontinuo) a toda la plantilla bajo amenaza de despido.
Durante la negociación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) por el cierre de cuatro bases en nuestro país, incluida la catalana, la irlandesa planteó la opción de mantener el centro abierto como "base de temporada" a cambio de que los tripulantes de cabina (TCP) y los pilotos firmaran un nuevo contrato en el reducían su jornada y su salario un 25%. "Se requerirá que todos los empleados firmen un contrato parcial con efectos del 1 de diciembre de 2019 (...) debido a la temporalidad de la base", asegura Ryanair en la medidas sociales de acompañamiento que planteó a los trabajadores para reducir los despidos.
Tendrá un avión basado durante el invierno, igual que en los últimos años
Tras lograr con "coacciones" y "chantajes", según denuncian los sindicatos, que la gran mayoría de los tripulantes firmaran la novación del contrato renunciando a un 25% de salario y de jornada, entre otras cosas, la compañía ha decidido mantener la base abierta todo el año y seguir operando como hasta ahora. "Confirmamos que sí, la base estará abierta todo el año y en invierno tendrá menos aviones, uno efectivamente, aunque en verano llegará a tener hasta cinco algunos meses", aseguran fuentes oficiales de la compañía a este diario. Así, a lo largo de invierno habrá tripulaciones basadas en Gerona pese a que la aerolínea anunció de forma oficial que la cerraría entre noviembre y febrero.
En este sentido, fuentes sindicales explican que en los últimos cinco años Ryanair, que recibe unos 3,5 millones de euros al año de la Generalitat, ha dejado la base de la Costa Brava en mínimos en la temporada de invierno (uno o dos aviones como máximo) y a la plantilla que sobraba le programa los vuelos desde Barcelona, aeropuerto al que se tenían que desplazar cada día ya que no se realizaba un cambio de centro de trabajo de forma oficial. Un descenso de la actividad tradicional para la low cost que preside Michael O'Leary que se ve reflejado en las estadísticas de Aena de los últimos años.
Ryanair mueve entre noviembre y marzo unos 30.000 o 35.000 pasajeros al mes
Según publica el gestor aeroportuario Ryanair mueve entre noviembre y marzo unos 30.000 o 35.000 pasajeros al mes en Gerona, cifra que sube por encima de los 190.000 viajeros mensuales en julio o agosto, época del año en la que tiene hasta un máximo de cinco aviones basados. "No se aprecian cambios ni en la capacidad ni en la demanda de Gerona desde el año 2016", explican los sindicatos.
Así, con estos nuevos contratos, que han sido denunciados por los sindicatos, Ryanair puede mandar al paro tres meses a toda su plantilla en función de las necesidades de producción que tenga en vez de tener que seguir pagando sus nóminas aunque vuelen menos o programarles desde otros aeropuertos.
El ajuste llevado a cabo en Gerona, que la firma busca replicar en otras bases de España de forma parcial después de aceptar la legislación española y contratar a través de la matriz a muchos de los trabajadores de Crewlink y Workforce, ha sido denunciado ante la Audiencia Nacional y la Inspección de Trabajo por los sindicatos de los pilotos y los tripulantes de cabina (TCP) por "el chantaje al que han sido sometidos para firmarlos" y por incluir una serie de cláusulas de dudosa legalidad.
No en vano, la letra pequeña de los contrato nuevos contemplan una nueva antigüedad, un régimen ilimitado de movilidad, la extinción obligatoria a las 65 años, la obligación de realizar horas extra sin remuneración adicional, la posibilidad de la empresa de modificar las vacaciones y la modificación de categoría y funciones. Cláusulas que la Inspección de Trabajo de Cataluña ha considerado "ilegales".
Y es que, según informa el sindicato Sepla, los inspectores han "constatado" en un informe que las nuevas condiciones de los trabajadores "no se ajustan a la legislación vigente" ya que se aprecian distintas irregularidades que "afectan gravemente a los aspectos laborales de la compañía". En concreto, la Inspección catalana señala que la compañía irlandesa pretende que los pilotos de la base de Gerona se conviertan en "trabajadores itinerantes" gracias a las "abusivas cláusulas de movilidad y ubicación" que recogen los nuevos contratos que les han obligado a firmar a cambio de no despedirles en el ERE planteado por el cierre de las bases.
"Ryanair obligó a los pilotos a firmar este tipo de contratos, aprovechando que los representantes de los trabajadores no eran conocedores de estas modificaciones contractuales, con el objetivo de sacar partido al estado de presión al que estos estaban siendo sometidos", explican desde el sindicatos de pilotos.
Las primeras condenas
Paralelamente, la política laboral de Ryanair ha tropezado en los tribunales españoles. Tres juzgados de los social de Madrid y Málaga han condenado a la aerolínea de bajo coste por imponer de forma unilateral las vacaciones a los pilotos. Pese a que el Estatuto de los Trabajadores recoge que los empleados tienen derecho a elegir cuándo disfrutar del 50% de sus días libres, Ryanair se negaba a aprobar los descansos elegidos y le obligaba a coger las vacaciones en los meses de menos actividad.
La justicia condena a la compañía por su política laboral y la Inspección ve ilegalidades
"La sentencia estima abusivo este comportamiento por parte de la aerolínea, y anula estas actuaciones, ya que la compañía no podía probar que su negativa a conceder cualquiera de los periodos solicitados por el piloto en cuestión estuviese justificado", explican fuentes de Sepla que esperan que enero vengan decenas de condenas a la compañía por su política vacacional y que se le obligue a cambiarla.
Ryanair tiene en España varios procesos pendientes en los tribunales y en la Inspección de Trabajo. Por ejemplo, ha sido denunciada por despedir a miembros del comité de huelga y por no aplicar bien las reducciones de jornada y las bajas de paternidad.
En cuanto al futuro del convenio colectivo, fuentes del sindicato de pilotos explican que la Ryanair está aprovechando la crisis del 737 MAX par forzar cláusulas a la baja y recortar los salarios de los trabajadores un 25% pese a que siguen publicando beneficios millonarios.