
La banca acelera la venta de activos tóxicos y logra vender casi 6.000 millones esta semana, casi tanto o más que en los nueve primeros meses del año, tras las operaciones cerradas en el día de hoy por BBVA y CaixaBank. Estos activos son préstamos en su mayoría sin garantías inmobiliarias.
El banco azul ha informado de que ha alcanzado un acuerdo para trasferir a Cabot y a fondos gestionados por CarVal Investors una cartera de préstamos fallidos provenientes de pymes, con un valor bruto cercano a los 2.100 millones de euros. La operación se sucede a la anunciada el miércoles de 2.500 millones de financiación a los consumidores. En ambos casos son activos fallidos, provisionados al 100% y que le generarán plusvalías con las que poder compensar el deterioro de 1.350 millones del fondo de comercio de su negocio en Estados Unidos, que le restará una cuarta parte del beneficio de 2019.
Por su parte, CaixaBank ha logrado desprenderse de un lote de 865 millones, que ha sido adquirido por Intrum, mientras que Kutxabank informó el jueves de la transferencia de activos dudosos y fallidos por 358 millones.
Como cada año, diciembre suele ser un mes activo en este tipo de operaciones, ya que las entidades intentan deshacerse de activos deteriorados con los limpiar su balance y, en la medida de lo posible, mejorar sus números del ejercicio que presentan en enero o febrero a los inversores y a sus accionistas.
Mensaje del supervisor
El Banco de España ha venido insistiendo en la necesidad del sector acelere la limpieza de su balance para elevar la rentabilidad. De hecho, sólo con el saneamiento total, es es decir, con el desagüe de los inmuebles y los préstamos insolventes, las entidades tendrían unos beneficios de 3.000 millones adicionales, algo que les llevaría a rozar los niveles de retornos del capital que exigen los reguladores y el mercado. Sumando recorte de gastos generales, las ganancias subirían hasta 4.700 millones.
La incertidumbre política, a lo largo de todo 2019, había retrasado el saneamiento y había paralizado operaciones de venta. De hecho, la gran banca sólo había conseguido drenar 5.000 millones de improductivos entre enero y septiembre.