La contratación de hipotecas variables vuelve otra vez a ganar peso tras años de caída significativa, una situación que trunca los planes de los bancos para impulsar e imponer los créditos para adquisición de vivienda a tasas fijas, con el objetivo de mejorar sus ingresos. Hay que tener en cuenta que estos últimos generan un mayor margen para las entidades al ser más costosos para los clientes, aunque aportan una mayor seguridad para los consumidores
En los últimos datos disponibles por la Asociación Hipotecaria Española (AHE) se observa que en los últimos tres meses -entre marzo y mayo- los préstamos variables crecen. En un informe reciente, esta institución sostiene que el mercado de hipotecas de tipo fijo a término parece evidenciar cierta desaceleración, aunque sostiene que en el promedio del conjunto de 2019 aún siguen aumentando.
Las tasas de los contratos variables se sitúan en el 2% y las de los fijos superan el 2,5%
En concreto, la financiación nueva sujeta a cambios en los intereses de manera anual o semestral crecen de un mínimo del 34% de marzo a más del 37% de mayo sobre el total de las operaciones. Estas habían venido reduciéndose desde que se inició la recuperación del sector. En 2014, estas suponían casi el 65% de las contrataciones, debido a que dependen de la evolución del euribor y, por tanto, de factores externos, lo que provoca una mayor inseguridad a la hora de poder afrontar su pago futuro.
Las hipotecas cuyos tipos se modifican a partir de los cinco años -que también son consideradas a tipo fijo- también han experimentando un ligero crecimiento, de 2 puntos sobre el total a lo largo de 2019 hasta el 28%, pero presentan una relativa estabilidad en los últimos años. Estos préstamos están caracterizados por contar con un fijo, generalmente los primeros 24 meses, y después cambar en función del euribor. Está siendo comercializado en modalidad variable por Liberbank y Abanca, principalmente.
De esta manera, las hipotecas que se están vendiendo con tasas que se renuevan representan un 65,6%, frente al 60% de febrero. Fuentes del sector sostienen que este cambio en la tendencia obedece al desplome del euribor, que hace mucho menos atractivas las de tipos fijos. El principal indicador de las hipotecas ha pasado del -0,1 al -0,3%, lo que abarata considerablemente las cuotas de los préstamos variables. El peso de las hipotecas fijas puras -aquellas cuyos intereses no se cambian al menos en los 10 primeros años- han bajado del 34,5% de enero al 30 mayo, según los datos de la AHE.
Por su parte, las mixtas -con mucha menos aceptación- apenas llegan al 4,4% por su elevado precio. Estas, que tienen un tipo fijo entre 5 y 10 años, han visto una disminución desde el 6% que llegaron a representar en febrero. Las entidades intentan potenciar los tipos fijos en estos créditos porque con ellos compensan la caída de ingresos por la política monetaria. Las hipotecas variables se comercializan con intereses del entorno del 2%, sin contar con las comisiones, mientras que las fijas a más de 10 años, entre el 2,5 y el 3%. Por tanto, el cambio de tendencia en los modelos de contratación conlleva otro lastre para la banca, que necesita a toda costa incrementar los márgenes y elevar la rentabilidad.
Este giro en el mercado se produce en un momento de ralentización en la comercialización. En lo que llevamos de año, el importe concedido por las entidades para compras de viviendas ha subido menos de un 1% y en junio registró una caída superior al 20% como consecuencia de la entrada en vigor de la nueva ley.
Riesgos de impagos
Una de las entidades que más insistencia ha mostrado por las hipotecas fijas ha sido CaixaBank, hasta el punto de que su consejero delegado, Gonzalo Gortázar, ha llegado a reclamar en distintas ocasiones ayuda a las autoridades públicas.
A su juicio, existe un riesgo para los usuarios con las variables, ya que los clientes están expuestos a una subida del euribor en un futuro, con lo que el peligro de impago aumenta. Y, según ha señalado, los movimientos del euribor -una vez la política del BCE se dé la vuelta- son más bruscos de lo que a veces se prevé. Por ello, por responsabilidad, CaixaBank está tratando de imponer el modelo de las fijas. De hecho, no publicita -a diferencia de todo el sector- los créditos referenciados a euribor y lanza sus campañas, únicamente, con los préstamos cuya tasa no varía al menos los 10 primeros ejercicios. Hay que tener en cuenta que el plazo medio para el pago de una hipoteca se sitúa ligeramente por encima de los 15 años. El periodo, eso sí, ha aumentado desde el inicio de la crisis debido a la capacidad de ingresos de los ciudadanos.