
Tras semanas de silencio por parte del Banco Santander sobre la batalla judicial iniciada por el italiano Andrea Orcel por su frustrado fichaje como consejero delegado, la entidad ha tenido que pronunciarse esta mañana al respecto en la Junta Extraordinaria de Accionistas celebrada para ampliar capital con el que recomprar el 25% de la filial mexicana que no controla. La presidenta del banco, Ana Botín, ha cedido la respuesta al secretario general, Jaime Pérez Renovales, que aseguró que el grupo defenderá con "total contundencia" que el fichaje se frustró porque no se dieron las condiciones para que fuera efectivo.
Pérez Renovales argumentó que la marcha atrás en la contratación fue por las razones ya expuestas el pasado enero, cuando anunció que el fichaje no se llevaría a cabo. La entidad explicó entonces que la decisión se había tomado ante la imposibilidad de compensar a Orcel por la contraprestación que perdió por su salida de UBS. El banco aseguró en enero que esta compensación ascendía a los 50 millones de euros, una cantidad muy elevada para justificar ante los accionistas y ante el propio consejo.
Según el secretario general del consejo del Santander, el banco actuó con total transparencia en el proceso de contratación y dando las explicaciones necesarias. Pérez Renovales ha apuntado que se siguió un "riguroso" proceso de gobierno, que implicó a todos los órganos de la entidad, pero que el fichaje finalmente decayó ante su elevado coste. Una decisión que, según apuntó, fue lo mejor para los accionistas.
Santander anunció el fichaje de Orcel en septiembre de 2018. La entidad que lidera Ana Botín realizó una primera oferta al banquero en la que le ofrecía un salario de 10 millones de euros, un bonus por el fichaje de 17 millones de euros y 35 millones de euros en acciones, tal y como publicó la semana pasada Financial Times. Esta cuantía provisional de 52 millones suplía inicialmente la compensación que el italiano perdía por marcharse de UBS a un banco competidor, sin embargo, fuentes conocedoras de la negociación aseguran que era una oferta provisional ligada al compromiso del banquero a aceptar reducir la compensación que el Santander iba a entregarle por el dinero que perdía en UBS y a que, a su par, el banco de inversión, asumiera pagarle parte de la indemnización. Sin embargo, ninguno de los dos acuerdos llegaron a materializarse y la oferta se rompió, aseguran fuentes del mercado.
El banquero incumplió su compromiso a bajar la cuantía de la indemnización, según fuentes financieras
El punto del conflicto está ahora en que lo que Orcel considera una oferta vinculante, el grupo cántabro la estima como provisional, ligada a llegar a un acuerdo para que el italiano redujera sus pretensiones del cobro de la compensación. "Él incumplió su compromiso a reducir la cuantía", aseguran las mismas fuentes. Mientras que a la par, UBS se negó a asumir parte del coste de su marcha al considerar que se iba a una entidad competidora.
Orcel reclama ahora al Santander 102 millones de euros en los tribunales por su fichaje frustrado. A la par, su antiguo banco, le concede un bonus de 52 millones de euros en concepto de jubilación puesto que, finalmente, no se ha marchado a ninguna entidad competidora. Orcel aún no ha aclarado si ha aceptado la compensación de UBS, aunque su aceptación podría suponer la retirada de facto del banquero del mundo financiero. No obstante, la prensa internacional apunta a que Orcel estudia crear su propio banco de inversión boutique.