
Con casi todos los programas electorales en la calle -faltan todavía el del PSOE completo y el de Ciudadanos- , los diferentes partidos del espectro español han puesto sobre la mesa sus propuestas, que incluyen bajadas masivas de impuestos, incrementos elevados de la fiscalidad a empresas y rentas altas, subidas de las pensiones y alzas inesperadas de los salarios mínimos. Sin embargo, según los expertos en economía consultados por este medio, los posicionamientos de los partidos son desmesurados y poco factibles para mejorar las arcas públicas y la economía española.
De hecho, consideran que las recetas para aliviar la situación española, y combatir la desaceleración económica ya presente en España - las previsiones de crecimiento del PIB para este año han descendido al 2,1% - pasan por la moderación en el gasto y una inversión, también moderada, en I+D+i que permita incrementar la productividad de la economía nacional.
"Es necesaria una política que incentive la I+D+i en nuestro país y que mejore la productividad, de manera que España pueda reducir la brecha que le separa en esta cuestión respecto a Europa. Las inversiones públicas, a día de hoy, son insuficientes para ello", opina Antonio Pedraza, presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas.
Aunque este impulso a la innovación aparece todos los programas electorales, en las más diversas fórmulas, el partido que más hincapié ha hecho en ello ha sido Ciudadanos, con propuestas como una fiscalidad casi nula a las start up de nuevo cuño y tecnológicas durante los primeros dos años tras su nacimiento.
Por otro lado, "va a ser imposible abordar el próximo ciclo económico de desaceleración si no se adoptan medidas anticíclicas, y por lo pronto lo más grueso que se escucha son propuestas cíclica", lamenta Pedraza, quien teme el efecto de este escenario en campo del déficit y la deuda pública.
Este es el otro gran pesar de los expertos: la escasez de medidas realistas con la intencionalidad de combatir el déficit y la deuda pública. "Esto no se puede resolver con el crecimiento del empleo, más im-puestos o menos gasto", denuncia el economista Carlos Díez, quien considera que va a ser imposible abordar el problema si no hay subidas de impuestos, aunque estas deben ser moderadas.
De lo general a lo concreto
Hecha otra lectura de la opinión de nuestros expertos, otra de las líneas barajadas es la concreción de los proyectos esbozados. Desde ese punto de vista, Miguel Ángel Bernal y Javier Santacruz coinciden ambos en que son los programas de Ciudadanos y Vox los que más bajan al detalle de las medidas. Lo valoran cuando se refieren a la mochila austriaca, a la rebaja fiscal moderada de la formación naranja o cuando aluden a la rebaja de la estructura del Estado, con ejemplos como la privatización de Aena y de las televisiones autonómicas, frente las vaguedades del resto de partidos políticos.
Poco factibles les parecen a Bernal y a Santacruz la manera de abordar las pensiones por parte de los formaciones que aspiran a alojarse en la Moncloa. Para Bernal, profesor de Estudios Financieros, todos y cada uno de los planteamientos son absolutamente inviables, tanto como decir que hay que meter en la Constitución la garantía de las pensiones, una acción que ya está incluida en la Carta Magna, precisa. Además, opina que ligar esta prestación al IPC es un auténtico error, porque el sistema está al borde la quiebra.
Para Santacruz, jefe de la Fundación Civismo, casi todos los programas, quitando los de Vox y en parte el de Ciudadanos, no son factibles. El resto parten de planteamientos inalcanzables, teniendo en cuenta que no pueden ir subiéndose las pensiones con el actual sistema y es por tanto necesario recuperar el factor de sostenibilidad de 2013.
Por otro lado, la oferta impositiva produce confusión. Unos, porque prometen rebajas fiscales masivas -siendo estos partidarios de rebajas moderadas- sin explicar cómo en tiempos de desaceleración se puede poner en marcha una política de este tipo, si la recaudación no tendría su reflejo positiva a corto plazo. Sostienen los economistas que de ejecutarse una revolución fiscal como la que plantea el PP, hay que esperar a un ciclo de la economía en crecimiento, pero sobre todo, antes, hay que actuar con un recorte real del gasto público.
Tanto Bernal como Santacruz subrayan la inasequible política fiscal de Unidas Podemos, hecha sobre un cálculo que muy poco tiene que ver con el rigor político. Los dos especialistas observan grandes coincidencias, además, con el programa socialista. Partiendo de la política fiscal, no alcanzan a ver la eficacia de la recaudación de los im-puestos planteados, especialmente cuando cargan sobre las rentas altas como receta, sobre todo porque en España no existen demasiadas rentas de estas caracteristicas, y son movibles.
Por otro lado, todos aplauden y avalan la eliminación del impuesto de Sucesiones y Donaciones de PP, Ciudadanos y Vox, así como la supresión también de los de Patrimonio y Actos Jurídicos Documentales (AJD).
Lo peor valorado: alzas tributarias y aumentos imposibles del SMI
Las controvertidas políticas fiscales de los diferentes partidos ocupan parte de la reflexión de los expertos consultados. La mayoría comparte lo dañino que puede ser para la economía las alzas tributarias, cuya recaudación no está ni siquiera bien cuantificada. Tampoco se ven bien las rebajas masivas de impuestos si éstas no van acompañadas de la memoria que justifica la eliminación de los gastos superfluos de la administración, una actuación sobre la que hace hincapié Vox y también en parte Ciudadanos.
Alzas tributarias dañinas
Tanto el PSOE como Unidas Podemos llevan en sus programas duras subidas fiscales, bajo el argumento de aumentar los ingresos de las arcas públicas y aumentar la progresividad de la política tributaria. El arma para ello son, particularmente, el Impuesto de Sociedades, para el que ambas formaciones plantean un tipo mínimo del 15% -más elevado todavía en los casos de la banca y de hidrocarburos- y un incremento de los tipos del IRPF, tanto de las rentas como del ahorro. La formación morada quiere crear un impuesto a las grandes fortunas que permita ingresar, anualmente, una cantidad equivalente a un punto porcentual de PIB.
Sin embargo, esta apuesta puede provocar desinversiones y deslocalizaciones. El alza de Sociedades amenazaría con atenuar el crecimiento de grandes empresas y de provocar que otras se lo piensen dos veces antes de establecerse. Algo parecido pasa con las rentas altas. "Son los que mueven los capitales. Si se toman esas medidas, se les ahuyentará de España", avisa Antonio Pedraza.
No al desequilibrio fiscal
Las grandes bajadas de impuestos propuestas por el PP y por Vox también son imposibles, a juicio de los expertos. La idea de los de Casado es poner en marcha una rebaja del IRPF para todos los contribuyentes y dejar el tipo máximo de Sociedades en un 20%. Sin embargo, este tipo de medidas son procíclicas y extremas en un momento de desaceleración económica y de elevado déficit . Las estimaciones de que se vaya a producir un incremento de la recaudación por un incremento de la actividad económica solo son teóricas. Los economistas avisan de que las tesis aplicadas en Reino Unido y EEUU con Margaret Thatcher y Ronald Reagan "no se han comprobado de forma prudente".
Cifras imposibles
La probabilidad de que las formaciones alcancen las cifras y recaudaciones propuestas son escasas. Unidas Podemos estima lograr 40.000 millones adicionales de ingresos a base de impuestos y la mejora del empleo, el PSOE - que se aferra a su proyecto de Presupuestos como columna vertebral de su argumentario económico - espera conseguir con nuevas medidas más de 5.600 millones y el Partido Popular estima que sus rebajas fiscales permitirán que los contribuyentes paguen 16.000 millones menos en impuestos. Todas cifras irreales y totalmente sobreestimadas, también en el caso del ahorro fiscal, teniendo en cuenta que el futuro inquilino de Moncloa tendrá que idear cómo corregir 7.000 millones anuales de déficit para poder cumplir con la Comisión Europea.
Un SMI inviable
Si los expertos ya fueron críticos con la subida a 900 euros del salario mínimo interprofesional (SMI), la posibilidad puesta sobre la mesa por los socialista y por Unidos Podemos de aumentarlo a 1.200 euros no entra dentro de las cuentas. El economista Carlos Díez avisa del incremento de los gastos laborales que ello va a conllevar. "El SMI en Polonia está en 400 euros, si haces algo como esto no te puedes quejar de la deslocalización". Además, alerta del más que potencial impacto que tendría esta posibilidad sobre la creación de empleo, algo que ya está ocurriendo con la última subida. Por ello, considera que las futuras subidas no pueden ser unilaterales, sino que deben estar ligadas a la mejora de la productividad laboral, asignatura pendiente en España.
Nuevas tasas sin sentido
El PSOE mantiene la aspiración del Gobierno de Pedro Sánchez de sacar adelante el impuesto a las transacciones financieras y a los servicios digitales, es decir, las tasas Tobin y Google. Sin embargo, su puesta en marcha no parece ser lo que necesie la economía española. La recaudación que permitirán ambas está altamente sobreestimado - más de 2.000 millones anuales entre las dos -, según las fuentes consultadas.
Además, que no se haya producido, finalmente, convergencia europea en su aplicación provocaría que España se quedara aislada en la puesta en marcha de la tasa Google. "No tiene sentido si no se aplica de forma armonizada y no se va por el camino que marquen la OCDE y la Comisión Europea. Además, con la tasa Google no vamos a corregir el déficit estructural, no da para tanto, considera Díez.
Impuesto a la banca
Una de las reclamaciones clave del programa electoral de Unidas Podemos es el impuesto a las sociedades. Se trata de gravamen que se aplicaría con un extra de diez puntos sobre el Impuesto de Sociedades, todo ello para recuperar por completo el rescate bancario de 2012. "No me parece razonable", precisa Díez, quien sí valora la aplicación de un tipo mínimo de este impuesto, pero no un recargo como el planteado.
Cómo soportar las pensiones
El tratamiento que los programas hacen en materia de pensiones es una quimera, según la opinión de los economistas consultados. Limitar la revalorización de esta prestación al Indice de Precios al Consumo (IPC) se antoja para los entendidos insuficiente para garantizar el actual sistema de pensiones, teniendo en cuenta la baja natalidad que hay en España y la deuda que ya soportan las arcas públicas. En este sentido, Javier Santacruz aclara que, tal y como apunta la inflación hacia el alza, el año que viene el déficit de caja puede llegar a entre 25.000 millones y 30.000 millones de euros, que dicho de otro modo, significa entre medio punto y un punto del PIB. En la actualidad, tenemos una deuda de 20.000 millones de euros
En España, dice Javier Santacruz, hacen falta planes de pensiones realistas. Para Miguel Ángel Bernal, el sistema mixto de pensiones que propone Vox entra en el terreno de lo imaginario. El error "está cuando se pone el acento sobre lo que se va a pagar, partiendo del mínimo contributivo y de las cuentas nominales". El actual Gobierno, añade Bernal, solo puede garantizar las mínimas".
Santacruz critica el sistema mixto, al menos a corto plazo, "porque un sistema de capitalización no se ve conseguido hasta pasados 30 años, y los políticos, mientras, siguen incrementando las pensiones a un ritmo que hace imposible el actual sistema, incluso si las prestaciones se indexan a otros indicadores de crecimiento. El criterio del jefe de la Fundación Civismo pasa por recuperar el Factor de Sostenibilidad que Cristóbal Montoro empezó a aplicar a partir de 2013, y que se interrumpió el día que el Gobierno de Rajoy pactó con el Partido Nacionalista Vasco, cuando éste forzó al Ejecutivo popular una subida de las pensiones fuera del Factor, a cambio de su voto en los Presupuestos Generales del Estado de 2018.
¿Derogar la reforma laboral?
El Partido Socialista y Unidas Podemos coinciden de manera apubullante en la derogación de la última reforma laboral, postulando los convenios sindicales y el estatuto de los trabajadores. El punto de partida de los expertos económicos es el de subrayar el gran error que supone derogar una reforma en la que precisamente habría que "profundizar".
Positiva ha sido -indican los economistas- la reforma laboral que aplicó Rajoy en plena crisis, reforma que, por cierto, inició José Luis Rodríguez Zapatero.
Miguel Ángel Bernal no entiende el sentido que tiene regresar a contratos temporales, sobre todo en un país en el que el 98% de las compañías son microempresas y pymes. "Esa reforma iba por buen camino y hay que hacer grandes reformas", dice.