Economía

La hoja de ruta del BCE que esperan los economistas: anuncio ya en julio y recorte de tipos para septiembre

  • Los analistas solo esperan que se toquen la tasa de depósito hasta el -0,6%
  • El mercado también descuenta bajadas en los tipos de refinanciación
El presidente del BCE, Mario Draghi.

El BCE ya está listo para retocar su hoja de ruta en su política monetaria, después de que Mario Draghi lanzara el mensaje la pasada semana en Sintra. Según la encuesta de Bloomberg entre economistas, en la próxima reunión de julio el banco central oficializará la señal de estar listo para recortar los tipos de interés y ejecutarlos en septiembre.

Al BCE se le olvidó, entre comillas, en su última reunión de junio, anunciar que estaba preparado para ir más allá en su política monetaria. Tan solo se limitó a retrasar la subida de tipo de interés "al menos hasta la primera mitad de 2020". Lo hizo una semana después en el foro de Sintra, siguiendo los pasos de los pasos de Fed. El presidente de la institución, Mario Draghi, abrió la puerta a los recortes afirmando que necesitarían más estímulos si la economía no mejoraba.

La mayoría de los economistas encuestados por Bloomberg indicaron que el BCE cambiará el comunicado oficial de su reunión del 25 de julio para incluir el mensaje de Draghi en Sintra y abrir la posibilidad a la reducción de los tipos de interés. Los encuestados esperan que el descenso se produzca en la tasa de depósito, que actualmente se sitúa en mínimos históricos en el -0,4% y que implica que los bancos comerciales pagan al BCE por dejar el exceso de liquidez en las arcas de la institución.

En el escenario central de los economistas, el paso decisivo lo dará en septiembre, llevando la tasa de depósito al 0,5% en septiembre. Los expertos de HSBC predice un segundo recorte de la misma magnitud en diciembre. Por su parte ABN Amro pronostica una segunda bajada para principios de 2020.

El mercado ya descuenta este escenario de ver los tipos de depósito en el -0,6%. Pero todavía más allá porque anticipan que el BCE también moverá los tipos principales de refinanciación, actualmente situados en el 0% desde marzo de 2016. Históricamente, el BCE ha movido en bloque, tanto los intereses al prestar dinero a los bancos, como el que aplica en los depósitos a los bancos comerciales. Según el panel de previsiones, que tienen en cuenta el interés real y los tipos de cambio de divisas, contempla la primera bajada en septiembre al -0,1% y al -0,2% entrado ya 2020.

Los analistas contemplan medidas excepcionales para reducir el impacto de los tipos negativos en la banca

El consenso de economistas no contemplan este escenario pero sí medidas como escalonar los tipos de depósitos o exenciones para algunos bancos para suavizar el impacto de los tipos negativos. Un recorte aislado de la tasa de depósito agravaría más la situación de la rentabilidad de la banca, al aumentar aún más el diferencial entre las tasas de financiación y depósito.

Más división hay entre los economistas en cuanto la reactivación del Quantitative Easing, el programa de compras de deuda, que quedó en suspenso a cierre del año pasado tras adquirir 2,6 billones de euros en bonos soberanos desde 2015, siendo una de las herramientas fundamentales para frenar los intereses de la deuda de determinados países del euro.

La mitad de los analistas no esperan que se reanude la compra de deuda. Los que apuestan por un QE2 que las compras se ejecutarán durante 15 meses a un ritmo de 30 mil millones de euros al mes, a partir de finales de este año. "El BCE debe actuar a los grande para impactar a los mercados", ha indicado Piet Christiansen de Danske Bank, quien espera un recorte de tasas de 20 puntos básicos en la tasa de depósitos y la reanudación de la compras de bonos que se anunciará en septiembre.

De retomar el camino del QE, el BCE debería introducir en sus límites de compras en el mercado. Con las condiciones actuales, el banco central no podría adquirir bonos alemanes y holandeses por haber superado los límites de adquisiciones de deuda en circulación de cada país. El BCE no puede adquirir más del 33% de los bonos del gobierno. El presidente Draghi ya subrayó que estas restricciones podrían reducirse para reflejar las circunstancias que enfrenta la economía de la zona euro.

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