
A pesar de que termina el programa de compra de activos, la sombra del BCE será alargada en el mercado y sobre la deuda de la zona euro. El presidente del BCE, Mario Draghi, ha explicado que la reinversión cuando lleguen a vencimiento los 2,6 billones de euros en balance que ha comprado el organismo bajo el programa de compras de duda, se hará "en su totalidad" y durante "el tiempo que sea necesario". La institución ha rebajado las previsiones de crecimiento una décima para 2018 y 2019 y ha retocado la estimación de inflación en el mismo período. El BCE ha mantenido los tipos de interés en el 0% y no espera subirlos hasta al menos el verano del próximo año.
El banquero italiano ha reconocido durante su comparecencia que todavía es necesario un "estímulo necesario significativo", ante una evolución de la economía más débil de la prevista. Draghi ha explicado que la entidad seguirá "reinvirtiendo la totalidad" de los vencimientos de las deuda adquirida en el programa de compra de activos "por un período de tiempo prolongado más allá de la fecha en que empezamos a elevar los tipos de interés".
Durante estos cuatro años de Quantitative easing (QE) europeo, el BCE ha engordado su balance en 2,6 billones. A partir de ahora, el BCE no seguirá comprando nueva deuda, pero el dinero de los bonos que vayan venciendo se volverá a invertir en el mercado, por lo que los estímulos económicos se mantendrán por esta vía.
Draghi hizo hincapié sobre esto señalado que dejará de comprar bonos en enero pero las reinversiones se mantienen en su totalidad y el tiempo que sea "necesario" para "mantener" las condiciones de liquidez y un "amplío grado" de acomodación monetaria. De esta manera, la sombra del BCE estará en el mercado de deuda, aunque el BCE suba los tipos los tipos de interés.
"El Consejo de Gobierno tiene intención de seguir reinvirtiendo, al completo, los pagos principales de la deuda que venza bajo el programa de compra de activos por un periodo prologando después de que empiece a subir los tipos de interés", había adelantado el BCE en su nota.
Ante las preguntas de si habrá un horizonte temporal para finalizar las reinversiones de la deuda, Draghi ha apuntado que "si hubiéramos querido especificar un período de tiempo, lo hubiéramos hecho". Y ha añadido que "el Consejo de Gobierno está dispuesto a ajustar todos sus instrumentos según corresponda para garantizar que la inflación continúe avanzando hacia el objetivo de inflación de manera sostenida".
El balance de Draghi sobre el impacto que ha tenido el programa de compras de deuda en los últimos años fue realmente positivo: "Me gustaría poder extenderme más sobre esto, pero le diré que, en ciertos momentos, el QE ha sido el único apoyo a la recuperación", explicó.
Además, reconoció que el programa de compras de deuda es una herramienta que se guardará en la caja del BCE para poder ser utilizada en el futuro, como "arma de contingencia".
El BCE rebaja sus previsiones en una décima para 2018 y 2019 y ajusta sus estimaciones de inflación
El italiano ha repasado la actual coyuntura y ha remarcado que "las incertidumbres relacionadas con los factores geopolíticos, la amenaza del proteccionismo, las vulnerabilidades en los mercados emergentes y la volatilidad de los mercados financieros siguen siendo importantes".
Pese a ello, Draghi ha señalado que "los riesgos que rodean las perspectivas de crecimiento de la zona del euro todavía pueden evaluarse como ampliamente equilibrados".
El economista italiano explicó en rueda de prensa cómo las últimas señales de debilidad que ha dado la eurozona recientemente han sido uno de los "puntos fuertes" de la discusión en esta reunión. El presidente Draghi esgrimió dos razones que pueden estar detrás del último frenazo, siendo la primera "un avance más acorde con el crecimiento potencial", después de un año 2017 en el que la economía se recuperó por encima de este último. La segunda razón que puede explicar el último frenazo, según Draghi, es "un aumento de la incertidumbre general", que acaba trasladándose a la economía real.
El presidente señaló como conclusión del BCE sobre la recuperación económica que "continúa la confianza, pero con un aumento necesario de la precaución".
El nuevo 'cuadro macro'
La primera estimación que ha lanzado la entidad para el avance del PIB de la eurozona en 2021 apunta a que la ralentización continuará, hasta el 1,5% ese año.
En cuanto a la inflación, las señales son mixtas: un incremento de una décima para 2018, hasta el 1,8%, mientras que para 2019 la estimación se ha recortado hasta el 1,6% estimado, frente al 1,7% que se preveía en septiembre. La estimación de 2020 se mantiene intacta en el 1,7%, y para 2021, la nueva previsión del banco central apunta a que el avance de los precios se incrementará ligeramente, hasta el 1,8%.
El BCE ha mantenido los tipos de interés en el mínimo del 0%, un nivel en el que prevé dejarlos hasta "al menos el verano de 2019", según repitió el presidente de la entidad.
Tras la reunión del Consejo de Gobierno, el BCE ha señalado que continuará cobrando a los bancos un 0,4% por el exceso de sus reservas a un día (facilidad marginal de depósito) y que les seguirá prestando a un día al 0,25% (facilidad marginal de crédito).