Economía

Los 'bonos ibéricos' reinan en medio de las turbulencias globales

  • El bono español y portugués se han convertido en una balsa de aceite
  • El consumo interno mantiene vivas (por ahora) la economía de España y Portugal
  • Ostrum: "Nos posicionamos a favor de la deuda pública española y portuguesa"
España y Portugal en un mapa. Foto de Alamy

La creciente tensión comercial entre EEUU y China (con subidas millonarias de aranceles), la probable marcha de Theresa May en Reino Unido, las inminentes elecciones europeas, los comentarios de Matteo Salvini sugiriendo que la deuda pública italiana podría subir al 140% y, en general, la creciente incertidumbre, están causando nuevas turbulencias en los mercados. Dentro de esa vorágine, unos activos que en 2012 eran de los más repudiados de Europa se han convertido hoy en una balsa de aceite: los 'bonos ibéricos' triunfan ante a la adversidad.

Corría el año 2012, en plena crisis de deuda soberana, y el bono español a 10 años se veía obligado a ofrecer casi un 7% de rentabilidad para encontrar compradores que estuvieran dispuestos a asumir ese riesgo. El caso de Portugal fue aún más grave y su deuda llegó a pagar un interés de más del 16%, que condujo al país hacía el rescate. Siete años después la situación es bien diferente, las economía de España y Portugal crecen por encima de la media de la Eurozona y la deuda parece inmune a las turbulencias globales, incluidos los problemas en la cercana Italia.

Axel Botte, estratega de Ostrum Asset Management (gestora afiliada de Natixis IM), subraya que "las crecientes tensiones globales todavía favorecen una posición constructiva en bonos, con un realineamiento a favor de la deuda pública española y portuguesa que tiene lugar en un momento de salida de flujos en los activos soberanos".

Desde esta gestora destacan los 'bonos ibéricos' se han mantenido en pie a pesar los movimientos de los bonos italianos (que en otro momento hubieran contagiado ipso facto al resto de periféricos) después de que el populista Matteo Salvini dejase caer que la deuda del país podría ascender hasta el 140%, incumpliendo la senda de déficit pactada con Bruselas. "A pesar del auge de la volatilidad en los bonos italianos, la deuda ibérica no se ha visto contagiada y el spread se ha incrementado (respecto al bono italiano)". Además, la prima de riesgo del bono español se ha situado de forma estable por debajo de los 100 puntos, mientras que la lusa se encuentra ligeramente por encima de esa cota, pero la tendencia es a la baja. 

Más crecimiento y estabilidad

La economía de España y Portugal lideran el crecimiento de la Eurozona, una tendencia que gusta a los mercados, sobre todo ahora que la economía del bloque se desacelera, lo que podría estar otorgando un 'valor añadido' a la deuda de los países que mantienen casi intacta su actividad económica. El PIB de España avanzó un 0,7% en el primer trimestre de 2019, mientras que la de Portugal un 0,5%. Estos números contrastan con el avance del 0,2% en Italia (que viene de una recesión técnica), el 0,3% de Francia o el 0,4% de Alemania (tras dos trimestres de parón).

Los economistas de Goldman Sachs destacan en un informe titular 'La resistencia de la recuperación ibérica', que el buen estado de ambos países es producto, en gran parte, de la fuerza del consumo privado. No obstante, "por el lado de la oferta, las reformas adoptadas desde la crisis de deuda soberana han dado sus frutos: una mejor asignación de los recursos y mejoras de competitividad". No obstante, estos expertos creen que si la ralentización de la Eurozona persiste, los países ibéricos terminarán sufriendo. 

Las economías ibéricas están mostrando una resistencia superior a la del resto de Europa gracias al consumo interno (tanto público como privado), que está inmunizando, por ahora, a estos dos países. La propia demanda interna, apoyada en la creación de empleo y el aumento de la renta disponible, está amortiguando la menor aportación al crecimiento de la demanda externa (exportaciones menos importaciones). Esto genera una especie de bucle (similar al de la economía de EEUU) en el que el consumo y el sector público siguen generando empleo, lo que a su vez aúpa la renta de los hogares y vuelve a incidir en el consumo manteniendo un ritmo aceptable de crecimiento.

Todo lo anterior está permitiendo que el déficit fiscal de ambos países se reduzca sin la necesidad de acometer recortes reales en el gasto público. Portugal ha puesto fin, prácticamente, al desequilibrio anual de sus cuentas públicas (aún pesa una deuda del 120% del PIB), mientras que España presentó en 2018 un déficit del 2,5% del PIB tras haber llegado al 11% en 2009 (una deuda pública del 97,5% del PIB).

El economista de Ostrum también anticipa una mayor volatilidad en la bolsa, con los inversores apostando por valores defensivos frente a los cíclicos y considera que sería necesario un cambio de tendencia muy sustancial para que los valores cíclicos puedan volver a tener un buen momento de mercado.

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