
Tras semanas de encontronazos, y años de vagos compromisos, Europa y China consiguieron salvar este martes una cumbre clave para reducir sus diferencias y mejorar las relaciones comerciales y económicas. El acuerdo alcanzado casi en el último minuto, tras un intenso fin de semana de intercambio de propuestas, llegó justo cuando el presidente de EEUU, Donald Trump, amenazó a los europeos con golpearles con nuevos aranceles por valor de unos 11.000 millones de dólares como respuesta a los subsidios que dan al fabricante de aviones Airbus. Según explicaron fuentes europeas a elEconomista, el acuerdo con China no se cerró hasta el lunes a última hora, cuando los negociadores europeos consiguieron arrancar las últimas concesiones, que sirvieron para que los Estados miembros aceptaran finalmente firmar el comunicado conjunto de ayer.
En concreto, la UE arañó de China un compromiso para discutir la reducción de los subsidios industriales, en el contexto de la reforma de la Organización Mundial del Comercio (OMC). La UE quería además blindar una relación más equilibrada sin atajos haciendo referencia al "sistema internacional basado en las normas." Sin embargo, se tuvieron que contentar con una referencia más vaga al "respeto al derecho internacional y las normas fundamentales que gobiernan las relaciones internacionales, con la ONU en su centro".
El primer ministro chino, Li Keqiang, apuntó que el acuerdo se cerró "no por un artículo en concreto, sino porque tenemos cosas en común y convergemos en una amplitud de temas". Sin embargo, el bloque comunitario había perdido en los últimos meses no solo gran parte de su paciencia sino también de su confianza hacia Pekín. La Comisión Europea designó a China el pasado mes como "rival sistémico", y los líderes de la UE habían pedido una postura más asertiva en la cumbre del pasado marzo. La relación bilateral se había tensionado por la frustración de los europeos respecto a la lentitud de la apertura económica de China, sus barreras comerciales, y el riesgo de ciberespionaje que observan en sus empresas, como Huawei.
Respecto a la ciberseguridad, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, comentó que las nuevas medidas que ha propuesto para reforzar la seguridad de las redes 5G "no se dirigen contra países o compañías específicas". Pero añadió que "la cuestión es emparejar seguridad e innovación, ambas deben ir de la mano."
Como parte del acuerdo, China también se compromete a cerrar para el año que viene el acuerdo de inversión que lleva una década negociando con Bruselas. Sin embargo, los europeos consiguieron menos de lo que buscaban en la eliminación de barreras para acceder al mercado local. Pekín se compromete a identificar obstáculos de cara a la cumbre del próximo año, mientras que Europa quería que empezaran a eliminarlos ya. Unos pocos países, entre ellos España, también quisieron presionar más a China para acordar la protección de 100 alimentos con indicaciones geográficas.