
España se encuentra en un momento clave para dirimir el futuro del desempeño de su economía en un panorama global donde prima la incertidumbre por los riesgos comerciales al alza y la desaceleración ya prevista en los principales países de la eurozona.
Según el informe sobre Riesgo País presentado este martes en París, que analiza el nivel de amenaza en los diferentes sectores económicos de cada región mundial, las principales amenazas en el caso de España vienen por la fragilidad del Gobierno y por el elevado nivel de endeudamiento.
El crecimiento de nuestro país se ralentizó en 2018 y se espera que continúe por la misma senda en 2019, con una previsión de avance del PIB de 2,2%.
Sin embargo, la debilidad del Gobierno de Pedro Sánchez, las dificultades para aprobar los Presupuestos Generales de 2019 y una posible convocatoria de elecciones generales juegan en contra de avance de la economía.
Según Coface, "el presidente Pedro Sánchez tendrá dificultades para aprobar el Presupuesto" por su escasa representación parlamentaria de 80 diputados, la "piedra angular de la política social del Gobierno", lo que le podría llevar a convocar elecciones generales este mismo año, cuando también tendrán lugar unos comicios autonómicos y regionales, y para el parlamento europeo en el mes de mayo.
Sobre este aspecto, el responsable de Riesgo Político de Coface para España y Portugal, Mikel Aguirre, señala para elEconomista que los Presupuestos tienen una previsión de gasto "que ha sido puesta en duda por el Banco de España" y las instituciones europeas, por lo que no se sabe cuál será el efecto real de las medidas tributarias impuestas planteadas por el Ejecutivo, si bien considera que cualquier medida que grave la actividad de las compañías afectará en última instancia a los clientes y consumidores.
En este sentido, parece claro que el clima político no será el más beneficioso para el desarrollo de la economía, y tampoco ofrecerá tranquilidad la tendencia de la deuda, que se espera quede a cierre del presente ejercicio en el 96,2% del PIB.
"Se espera que la deuda pública se reduzca ligeramente, a un ritmo menor que el objetivado en el programa de estabilidad presupuestaria", señalan desde la compañía asegurando además que la reducción se producirá por el efecto de "factores cíclicos como los bajos intereses y la elevada inflación".
Otro de los indicadores que genera incertidumbre es el déficit público y las estimaciones del Gobierno para este año. Con el último objetivo del 1,3% del PIB adjunto al proyecto de Presupuestos de 2019, de nuevo la eventualidad de las futuras Cuentas compromete su cumplimiento.
Concretamente, Coface se refiere a los compromisos de gasto adoptados por el Ejecutivo en pensiones y transferencias sociales como el alza de las prestaciones para cuidados de larga duración o la baja por paternidad, y se refiere al riesgo de que esto no se pueda financiar con la subida de las cotizaciones y la aplicación de nuevos impuestos como el de transacciones financieras o a las compañías digitales, así como un paquete de fiscalidad verde aún en el aire.
Todo ello, para concluir que el riesgo para el desempeño de los principales sectores en España se contiene en un nivel medio, a excepción del pequeño comercio y los transportes donde se mantiene bajo.
Además, el sector energético sigue presentando un riesgo alto y el sector del automóvil pierde confianza pasando de bajo a medio.
En este sentido, Coface recomienda al Gobierno español tomar medidas para reforzar el mercado de trabajo para combatir el "desempleo estrucutral", elevar la competitividad de las compañías, reducir la deuda pública para mejorar la posición exterior de cara a futuras contingencias.
Sin embargo, la nota positiva viene, como ocurre en los últimos años, gracias al comportamiento del sector exterior.
"A pesar de las características del entorno con un crecimiento de la incertidumbre por el avance del proteccionismo y el panorama sombrío en la eurozona, las exportaciones volverán a tener una contribución positiva", señala el informe de Riesgo País, al tiempo que señala que será el principal impulsor de la economía.
Entorno global
"Por primera vez desde la crisis de deuda soberana de 2012, los negocios navegan entre dos obstáculos al mismo tiempo este año: la desaceleración el ciclo económico y los riesgos políticos", advierte el economista jefe de Coface, Julien Marcilly.
En este sentido, el automóvil es uno de los sectores más afectados por la coyuntura a nivel internacional después de un crecimiento progresivo durante los últimos 8 años debido a "la necesidad de inversiones, aumento de la competitividad, cambio en los estilos de vida de los consumidores y la necesaria adaptación a los nuevos estándares anticontaminación".
Este es el motivo por el cual Coface eleva a nivel medio de riesgos en este sector para todos los países de Europa del este y central, y a un nivel alto para Latinoamérica y América del Norte.
Unas amenazas que se extienden a los países en vías de desarrollo, por la desaceleración económica de las principales regiones, en términos de flujos comerciales. Según Coface, el avance del comercio mundial será de un 2,3% para este 2019.