
La primera ministra británica, Theresa May, fijó este lunes la fecha de la votación del acuerdo de salida de la UE: será entre el 14 y el 18 del próximo mes enero, más de un mes después de la fecha prevista inicialmente para la votación, el 11 de diciembre.
May canceló aquella votación ante la falta de apoyos, que apuntaban a una derrota por más de 150 votos de margen. El pasado jueves, la primera ministra fue a la cumbre de la UE a debatir con los líderes europeos sobre el llamado "mecanismo de emergencia" o "salvaguarda" sobre Irlanda del Norte, el principal escollo para el acuerdo, y se volvió con un puñado de declaraciones de buenas intenciones que espera que sean suficientes para convencer a sus diputados.
La fecha límite para realizar la votación era el 21 de enero, así que se llegará casi hasta el final del plazo. El líder laborista, Jeremy Corbyn, que había amenazado con presentar una moción de censura si May no anunciaba ya la fecha de la nueva votación, la acusó de "querer perder el tiempo" para "obligar a la Cámara a decidir entre un mal acuerdo y ningún acuerdo".
"Cumplir el mandato del pueblo"
En su discurso, May insistió en que su trabajo era "cumplir el mandato del pueblo", advirtió de que la celebración de un segundo referéndum "destruiría la confianza en la democracia y crearía más divisiones cuando deberíamos unirnos" y pidió a los más de 400 diputados que votaron a favor de activar el mecanismo de salida de la UE que aceptaran su acuerdo, "el mejor compromiso posible".
Si el acuerdo sale rechazado en la votación, será el Parlamento el que decida qué pasos tomar en las siguientes semanas. Ante la falta de tiempo para nuevas negociaciones, crecen las voces que hablan de pedir a la UE que prorrogue el plazo de salida durante al menos 6 meses más o que sugieren celebrar otro referéndum.