
El Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado que reducirá las compras de activos en 15.000 millones mensuales a partir de septiembre, pero a su vez extiende las compras hasta diciembre de 2018. De este modo, el programa de estímulos (QE por sus siglas en inglés) pasará de los 30.000 millones de euros mensuales actuales a realizar adquisiciones netas por 15.000 millones de euros desde septiembre hasta diciembre de 2018, momento "en el que terminará", según reza el comunicado. Además, Draghi ha destacado durante la rueda de prensa que aún no se ha empezado a debatir sobre una subida de tipos, ni siquiera se sabe aún si este alza se va a producir en algún momento.
Por otro lado, Draghi ha explicado que el fin de las compras netas sólo significa que el balance del BCE no seguirá creciendo, sin embargo, se reinvertirán los activos que vayan venciendo para mantener unas condiciones financieras "cómodas y con la liquidez adecuada durante el tiempo que sea necesario".
También, Draghi ha admitido que todavía "no se ha discutido cuándo y si se van a subir los tipos de interés". Esta frase que otorga la posibilidad de que los tipos se mantengan en cero durante mucho más tiempo está teniendo un fuerte impacto en el euro, que en estos momentos se deprecia más de un 1,3% contra el dólar y pierde los 1,17.
Además, el banquero italiano ha insistido en que el programa de estímulos o QE no ha acabado para siempre, porque pasa directamente a ser "una herramienta más de política monetaria" que estará lista para usarse cuando sea necesario.
El presidente del banco central ha querido dotar de normalidad a las discusiones dentro de algunos países sobre la permanencia o no en el euro. Draghi ha explicado que hay diecinueve países en el área euro con diferentes partidos políticos y que es normal que se produzcan discusiones, pero "no se puede dramatizar sobre las mismas".
Por otro lado, el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido mantener los tipos de interés de la zona euro en el mínimo histórico del 0%. Además, el BCE ha informado en el comunicado que el tipo de interés aplicable a la facilidad marginal de crédito se queda en el 0,25%. Además, el tipo de interés sobre la facilidad de depósito permanece en negativo y se sitúa en el -0,4%.
Sin cambios hasta verano 2019
Además, el comunicado del banco ha destacado que los tipos de interés se mantendrán sin cambios "al menos hasta verano de 2019 y en cualquier caso tanto como sea necesario para asegurar que la evolución de la inflación continúa alineada con las expectativas de ajuste actuales".
Tal y como habían previsto los analistas, el BCE ha tomado el paso definitivo para poner fin a tres años de compras de activos que han llevado a la institución europea a tener el segundo balance más grande de todos los bancos centrales con 4,55 billones de euros.
Por otro lado, ha dotado de certidumbre a su discurso asegurando que mantendrá sin cambios los tipos durante más de un año. En resumen: fin de los estímulos en diciembre de 2018 y tipos de interés estables hasta verano de 2019. El BCE solventa así todas las dudas que se habían establecido sobre el final de su programa de compras y sobre la posible subida de tipos en 2019.
Esta decisión se produce después de que la Reserva Federal de EEUU anunciase ayer una subida de tipos de 25 puntos básicos hasta un rango objetivo del 1,75 y el 2%. También se eliminó la frase en la que la Fed aseguraba que los tipos se mantendrían por debajo de los niveles esperados en el largo plazo, lo que dio un tono más contractivo a la política monetaria de EEUU.
Las proyecciones de inflación y crecimiento
El crecimiento del PIB se prevé que sea levemente inferior al pronosticado: en 2018 el PIB aumentará un 2,1% (frente al 2,4% de previsto en marzo), en 2019 se situará en el 1,9% (igual que las anteriores) y en el 2020 crecerá un 1,7% tal y como se había previsto en las anteriores previsiones.
En cuanto a los precios se espera que la inflación se establezca en el 1,7% en 2018 (frente al 1,4% previsto en marzo), mientras que en 2019 y 2020, también se establecerá en el 1,7%, levemente por encima de los estimado anteriormente. Draghi ha reconocido que la volatilidad de los precios energéticos, sobre todo del petróleo, pueden varias la inflación general. Estas nuevas previsiones suponen una revisión al alza casi generalizada.
Por otro lado, la inflación subyacente (sin contar la energía y los alimentos) se espera que comience a repuntar a finales de año, según ha destacado Draghi durante la rueda de prensa. Este tipo de inflación mantendrá un tono creciente.
Además, esta reunión ha contado con un aliciente más: ha sido la primera cita en la que ha intervenido el exministro de Economía y Competitividad español Luis de Guindos como vicepresidente del BCE.
Guindos, de 58 años, ocupará durante los próximos ocho años, sin posibilidad de reelección, la vicepresidencia del BCE, ocupando así uno de los seis sillones del Comité Ejecutivo de la entidad, el órgano de Gobierno del banco central del que España salió en junio de 2012, tras finalizar el mandato de José Manual González Páramo, dejando así por primera vez al país sin representación en el directorio de la entidad, del que formó parte entre 1998 y 2004 Eugenio Domingo Solans. Hoy en su estreno, Guindos ha estado bastante discreto.
