Economía

La no deflactación del IRPF neutraliza la subida acumulada de los sueldos desde el año 2023

La vicepresidenta primera del Gobierno y Ministra de Hacienda, María Jesús Monte.ro.

El Gobierno de coalición progresista de Pedro Sánchez se presenta como el aliado de la clase media, ya que su política fiscal está más orientada a que "contribuya el que más tiene", pero hay un elemento que hace que se generen ciertos desequilibrios fiscales entre las clases medias frente a las altas: la no deflactación del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Según un informe de la OCDE, el hecho de no ajustar los tramos del IRPF a la inflación hizo que este tributo incluso hiciese perder más poder adquisitivo del que se ganó con las subidas salariales entre 2023 y 2024 por la inflación.

En España, según los propios cálculos realizados por la OCDE, el salario medio pasó de ser de 30.250 euros brutos al año a 31.698 euros brutos anuales. Es decir, el incremento anual del salario fue un 4,8%. Pero si a este aumento se le resta la inflación media anual del 2,8% con la que cerró España ese año, el aumento real del poder adquisitivo de una persona que cobraba el salario medio fue de un 1,9%. En cambio, la carga fiscal sobre el salario en España entre el año 2023 y 2024 aumentó un 2,2%.

La economista experta en política fiscal de Tax Foundation, un think tank con sede en Washington especialista en fiscalidad global, Cristina Enache, explicó a elEconomista.es que España lleva "décadas" sin deflactar el tramo estatal del IRPF "y esto se traduce en una subida fiscal encubierta que ha estado mermando el poder adquisitivo de las familias y los trabajadores".

De hecho, una de las reclamaciones más repetidas que recibe el Ministerio de Hacienda, dirigido por la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, es la de actualizar el tramo estatal del IRPF para adaptarlo a la constante subida de los precios.

Para suplir esta falta de ajuste por el Gobierno central, varias comunidades autónomas del régimen general deflactaron el IRPF, aunque en el ejercicio de 2024 solamente la Comunidad de Madrid, Aragón y Canarias mantuvieron el ajuste del tramo autonómico con respecto al aumento de precios. Por su parte, País Vasco y Navarra, ambas de régimen foral, también aplican el ajuste en su modelo fiscal.

El hecho de deflactar el IRPF implica modificar los límites de cada tramo impositivo en función de la subida de la inflación. El objetivo es evitar que los aumentos salariales pensados para compensar la pérdida de poder adquisitivo por el aumento del IPC empujen a los contribuyentes a escalones fiscales superiores, con la consiguiente subida de impuestos sobre la renta que todo ello implica.

Los expertos recalcan que estas medidas afectan sobre todo a la pérdida de poder adquisitivo de las rentas medias y bajas, ya que son las más propensas a sufrir un cambio de tramo marginal del IRPF

Según estimaciones del Registro de Economistas y Asesores Fiscales (REAF), si este ajuste se aplicara durante el año, los hogares con ingresos medios y bajos podrían ahorrar entre 200 y 425 euros anuales, mientras que para las rentas más elevadas el ahorro alcanzaría hasta 1.500 euros por persona. Desde el equipo de Montero, sin embargo, argumentan que este tipo de corrección favorecería en mayor medida a quienes tienen ingresos altos, y por ello defienden emplear otros mecanismos, como deducciones específicas, para compensar la pérdida de poder adquisitivo.

Pero el hecho de no deflactar este tributo supondría una pérdida de recaudación. Tanto es así que el propio Banco de España, dijo en un informe, Hacienda aumentó la recaudación en 11.000 millones euros adicionales entre 2019 y 2023 al no ajustar el IRPF.

La cuña fiscal entre casados con hijos y solteros apenas varía 4,5 puntos

Muchos países europeos ofrecen desgravaciones fiscales para aquellas familias que tienen hijos, generalmente a través de los impuestos sobre la renta.

En España, un trabajador con un salario medio enfrenta una carga fiscal del 40,6%, muy similar a la que registra la media europea, que se sitúa en el 41,7%. Pero, con respecto a la OCDE, esta supera en seis puntos a la media de los países que están dentro del organismo, ya que esta se sitúa en el 34,9%.

"Sin embargo, los países con una carga fiscal similar a la de España suelen tener salarios medios que, en muchos casos, son el doble del salario medio español", explica la economista de Tax Foundation, Cristina Enache.

La economista reitera que el nivel salarial de nuestro país tiene "una carga fiscal sobre el trabajo mucho más alta que la media europea y la de los países de la OCDE, lo que nos convierte en un país poco competitivo en términos de fiscalidad laboral", reitera.

En el caso de la desgravación por hijos. En la OCDE, de media, una persona donde uno de los progenitores trabaja y tienen dos hijos, la carga fiscal desciende en toro a nueve puntos porcentuales con respecto a la de una persona soltera y sin hijos. "Sin embargo, en España esa diferencia es de apenas 4,5 puntos porcentuales", cuenta Enache.

"En nuestro país, las familias en la que solo uno de los progenitores trabaja y tienen hijos, enfrentan una carga fiscal del 36,1%, lo que representa unos 10 puntos porcentuales más que la media de la OCDE (25,7%). En otras palabras, las familias españolas soportan una carga fiscal un 40% superior a la media de los países de la OCDE", denuncia la experta.

En este sentido, el sistema español no genera un entorno fiscal idóneo para fomentar la natalidad. Enache explica que en Eslovaquia o Polonia, las familias con hijos disfrutan de una rebaja fiscal de más de 20 puntos porcentuales.

La experta en esto es muy clara: "En España no hay una fiscalidad que fomente la natalidad o que por lo menos reduzca de una manera significativa la presión fiscal para las familias con hijos".

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