Economía

La Seguridad Social está concediendo la incapacidad permanente con hasta el 100% de la pensión a los trabajadores con Parkinson en estos casos

Una persona con Parkinson | Foto: iStock

La enfermedad de Parkinson es, a grandes rasgos, un trastorno del movimiento que ocurre cuando las células nerviosas del cerebro se degradan o mueren y que suele empeorar con el paso del tiempo. Las personas que lo sufren se caracterizan por presentar temblores, rigidez muscular, dificultad para mantener el equilibrio o problemas para escribir y hablar, entre otros.

Como se puede deducir, ser incapaz de hacer algo tan sencillo como mantener el equilibrio provoca serios problemas en la capacidad de trabajo del individuo. Es más, en los peores casos puede tener dificultad para pensar, tragar, masticar, comer e incluso dormir. Todo esto puede convertir a la persona que padece Parkinson en alguien totalmente dependiente, incapaz de realizar ninguna actividad profesional, dado que su enfermedad se lo impide.

Dada su gravedad, da lugar a altas tasas de discapacidad. En este sentido sabemos que teniendo diagnosticada la enfermedad de Parkinson se podría acceder a una pensión de Incapacidad Permanente.

Desde Campmany Abogados explican que es posible conseguir que la Seguridad Social reconozca la incapacidad permanente con hasta el 100% de la pensión para las personas diagnosticadas con Parkinson según el grado de discapacidad que tengan, siempre en base a la escala de Hoehn-Yahr (el sistema que se usa para describir la progresión de los síntomas de la enfermedad).

Reconocimiento de la incapacidad permanente

La escala Hoehn-Yahr se organiza atendiendo a los estadios de la enfermedad, organizados en siete, siendo el más bajo 1 y el más alto 5.

En el caso de querer que se reconozca una Incapacidad Permanente Total por Parkinson, el solicitante deberá demostrar que la enfermedad se clasifica como estadio 2 según la mencionada escala: presenta compromiso bilateral sin dificultad de balance. Cabe mencionar que para esta clase de incapacidad el trabajo que esté desempeñando en dicho momento suele ser indiferente.

Si se quiere optar a una Incapacidad Permanente Absoluta (se cobraría el 100% de la base reguladora mensual) por Parkinson, el enfermo tiene que acreditar que ya está en estadio 3 en la escala de Hoehn-Yahr: existe una suave moderada disfunción con reflejo postural alterado pero es físicamente independiente. En determinados supuestos también podría admitirse el estadio 2.5 (enfermedad suave bilateral sin recuperación en pull test), pero únicamente cuando existan otras dolencias aparejadas.

Si la enfermedad ha alcanzado y superado el estadio 4 (disfunción grave; incapaz de caminar o mantenerse erguido a menos que se le ayude) será posible solicitar una Gran Invalidez. Esto se da cuando el individuo está postrado en silla de ruedas o cama y es incapaz de desarrollar las actividades más básicas del día a día, necesitando por tanto la ayuda de una tercera persona.

Eso sí, la decisión final siempre dependerá de la evaluación que haga el tribunal médico y de como valore el estado de la enfermedad, así como el grado en el que incapacita a la persona para llevar a cabo su profesión u otras.

Grados de discapacidad por Parkinson

A la hora de valorar el grado de discapacidad de un enfermo de Parkinson, hay que atender a los criterios establecidos por la normativa vigente para con las deficiencias motóricas y sensoriales, aclaran desde el bufete. Se tendrán en cuenta así cómo de alteradas están las capacidades del individuo, estableciéndose la siguiente clasificación:

  • Discapacidad por alteración de la bipedestación y la marcha. Desde un 1% hasta un 65%, dependiendo de la capacidad de la persona para permanecer en pie y caminar.
  • Discapacidad por alteración de una extremidad superior. Desde un 1% hasta un 49%, según la capacidad de utilizar el brazo para el autocuidado, sujetar objetos, etc.
  • Discapacidad por alteración de las dos extremidades superiores. Desde un 1% hasta un 75%, conforme al nivel de uso de los brazos para los mismos fines especificados en el punto anterior.

La pensión por incapacidad permanente puede suponer una gran diferencia para las personas enfermas de Parkinson, más aún si tienen una discapacidad reconocida, dado que no son capaces de realizar actividad profesional alguna y esta prestación podría ser su único ingreso mientras hacen frente a una de las enfermedades más crueles conocidas.

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