Economía

La recaudación de Sucesiones desciende un 5,3%, su mayor bajada desde 2018

Los últimos datos cerrados y publicados por la Inspección General del Ministerio de Hacienda, correspondientes a 2023, respecto a la recaudación de los tributos cedidos a las comunidades autónomas confirman que el impuesto de Sucesiones y Donaciones tiene cada vez menos peso en los ingresos fiscales regionales. La aportación de este tributo bajó un 5,3%, su mayor descenso interanual desde 2018 –excluyendo 2020, un ejercicio plenamente afectado por la pandemia–. En general, los descensos se produjeron en todas las comunidades autónomas, excepto en las Islas Canarias.

La comparación con los años precedentes para el tributo que grava las herencias manifiesta un declive recurrente solo aliviado en algún ejercicio que otro y por circunstancias excepcionales. Por ejemplo, en 2022 bajó un 0,9%; en 2021 la recaudación subió un 44,5% pero, evidentemente, se trató de un año atípico a causa de la alta mortalidad registrada en 2020 por el covid, ya que la mayoría de las herencias tributaron al año siguiente. Pero ese año, 2020, había descendido la recaudación un 5,1%. Volvió a subir un 0,5% en 2019 tras un ejercicio, 2018, en el que había vuelto a bajar un 2,6% interanual. Los ascensos de ingresos, salvo el de 2021 y por la causa mencionada, se convierten así en un pequeño oasis frente a las caídas, más abultadas.

Estas se deben, obviamente, a las bonificaciones sobre este impuesto establecidas en la mayoría de las comunidades, que ya existían incluso antes de las elecciones autonómicas de 2023.Según el informe de la Inspección General de Hacienda, en 2023 los ingresos por Sucesiones y Donaciones ascendieron a 3.011 millones de euros.

El informe del Ministerio de Hacienda recoge igualmente que los ingresos por Sucesiones bajaron un 13,8% en la Comunidad Foral de Navarra. Y eso a pesar de que el Gobierno Foral, presidido entonces por Uxue Barkos, subió los tipos de Sucesiones en 2017 y no se han tocado desde entonces. Hay que tener en cuenta que las caídas del último informe de Hacienda corresponden a 2023. En mayo de ese año se celebraron elecciones autonómicas y municipales y 11 de las 17 autonomías resultaron gobernadas por el Partido Popular. En todas se declaró la "guerra" a los impuestos, especialmente al de Sucesiones y Donaciones. El partido liderado por Alberto Núñez Feijóo es partidario hasta de eliminarlo, porque ello "no revestiría ningún perjuicio para la recaudación global", afirman fuentes populares.

En 2024 y 2025, las autonomías regidas por el PP se han lanzado a bonificar todavía más este impuesto, con lo que los resultados de la recaudación en estos ejercicios resultarán todavía más bajos que los registrados en el informe de 2023.

A la vista de la situación, el Gobierno central, a quien corresponde la normativa básica de los tributos cedidos a las autonomías, inició movimientos. En junio de 2024, la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, Mª Jesús Montero, anunció que se iba a poner en marcha "una armonización" de la tributación de las herencias, lo que significa fijar un tipo mínimo para el impuesto sobre Sucesiones y Donaciones de obligado cumplimiento para todas las comunidades autónomas. Pese a que esta medida cuenta con el apoyo de sus socios Sumar, Podemos y ERC, ha transcurrido casi un año y aún se no se ha puesto en marcha la tramitación debido a la falta de Presupuestos Generales del Estado para 2025.

Los cálculos de recaudación que hicieron entonces en el Ministerio por la imposición de este tipo mínimo común, se cuantificaron en 27.000 millones de euros, nueve veces más que los actuales, los ya cerrados oficialmente, que son 3.000 millones. El secretario general del sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), José María Mollinedo, ha declarado a elEconomista.es que la fijación de un tipo mínimo era una de las medidas contenidas en el informe que el comité de expertos para la reforma fiscal entregó al Gobierno en febrero de 2022.

El informe de Hacienda recoge, asimismo, que la cantidad recaudada por el impuesto de Patrimonio en 2023 cayó un 8,3%. En total, los ingresos fueron de 1.313 millones. El motivo vuelve a ser el mismo del caso de Sucesiones: las bonificaciones del 100% aprobadas en la mayor parte de las autonomías. Sin embargo, este tributo cedido no ha tenido las oscilaciones del que grava las herencias y las donaciones y en los últimos 10 años ha experimentado leves alzas de recaudación. Habrá que esperar a 2024.

Las grandes fortunas no son rentables para el fisco

Corría el año 2022 cuando las alarmas sonaron en el Gobierno de Pedro Sánchez. El Impuesto sobre Patrimonio no caía en recaudación, como es el caso de Sucesiones, sino que, al contrario, subía año a año aunque fuera levemente. Pero en las comunidades gobernadas por el PP, que fueron la mayoría a partir de mayo de 2023, se iba imponiendo la bonificación del 100% de la cuota, lo que prácticamente hacía desaparecer el tributo.

Los populares consideran que Patrimonio, un tributo que solo existe como tal en España (aunque en Francia se aprobó hace unos años una fiscalidad ad hoc para las grandes fortunas), es un anacronismo y, sobre todo, representa un caso flagrante de doble imposición con el Impuesto sobre la Renta. En 2023 entró en vigor el Impuesto de Solidaridad a las Grandes Fortunas (ISGF), de carácter estatal, y que grava los patrimonios superiores a los 3,7 millones de euros. La respuesta de las autonomías del PP fue inmediata. Recuperaron Patrimonio para recaudar de sus propios "ricos" y que no se lo llevara todo el Estado.

El ISGF pasó a complementar al Patrimonio de forma que primero se paga a la autonomía correspondiente y luego el contribuyente se deduce la cuota pagada. La recaudación del ISGF ha sido hasta la fecha bastante exigua. Según datos de la Agencia Tributaria, en 2023 se ingresaron 619 millones en concepto del tributo a las grandes fortunas. En los ocho primeros meses de 2024, la recaudación arrojó 38 millones. La Comunidad de Madrid aportó el 89% del dinero recaudado, 550 millones. Para Hacienda, la enorme caída se debió "a los cambios normativos implementados por las comunidades".El secretario general de Gestha, José María Mollinedo, aclara que, aunque no hay datos oficiales de los meses transcurridos desde agosto del año pasado, "lo que está claro es que no se ha recuperado el umbral de recaudación que se tenía antes con el Impuesto sobre Patrimonio solamente". Es decir, que con dos figuras tributarias que gravan a los más pudientes, los ingresos siguen siendo los mismos.

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