Economía

Fedea propone conceder años cotizados adicionales a las madres trabajadoras para compensar el 'lastre laboral' de la crianza de los hijos

  • Propone cambiar el complemento monetario de maternidad, que ve insuficiente
  • La medida va dirigida a los responsables de los cuidados, en su mayoría las mujeres
  • El actual es "un sistema de pensiones pensado para hombres que usan las mujeres"
Foto: iStock

¿Es suficiente el complemento de maternidad en la pensión para compensar la brecha que pesa sobre las mujeres trabajadoras madres? Un estudio de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) apunta a que no y propone conceder años cotizados adicionales a las personas trabajadoras responsables del cuidado y crianza de los hijos- fundamentalmente mujeres- en lugar del complemento monetario actual, que no termina de cerrar la brecha de género existente en sus pensiones.

El estudio, realizado por Sergi Jiménez-Martín, investigador asociado de Fedea y catedrático de la Universidad Pompeu Fabra, pone el foco sobre las reformas y las pautas de jubilación en España y argumenta que, para las cohortes nacidas en los 40 y 50, el español se presenta como un sistema de pensiones pensado para hombres, "que casualmente también utilizan las mujeres (madres)". De ahí, que proponga cambiar el complemento monetario de maternidad por una compensación las personas responsables del cuidado y crianza de los hijos -en su mayoría, madres- con años cotizados adicionales.

La cuantía a determinar, debería ser ostensiblemente mayor a la actual, "para que las mismas pudieran decidir óptimamente su momento de jubilación", apunta el informe.

Desde que se estableció la configuración básica del sistema de pensiones en 1985, ha habido cinco reformas sustanciales (1997, 2002, 2007, 2001-2013 y 2021-2023) con las que se ha intentado disminuir la generosidad relativa del sistema y responder al reto demográfico retrasando la salida definitiva del mercado de trabajo mediante la modulación de las condiciones de elegibilidad del momento del retiro.

Según recalcan desde Fedea, en la última década todas las opciones de jubilación antes de la edad legal de jubilación (65 años hasta 2013 y 66 años y medio en la actualidad) llevan aparejada una condición de elegibilidad -jubilación anticipada involuntaria (33 años cotizados) y voluntaria (35 años), jubilación parcial (36 años cotizados actualmente) y jubilación normal anticipada a los 65 años (38 años cotizados)- "que siempre es más probable que cumplan los hombres y mujeres sin hijos que las personas a cargo de la crianza y cuidado de los hijos".

Las diferencias en participación y empleo en las cohortes que se han jubilado en las dos últimas décadas (las nacidas a mitad del siglo pasado) explican las "enormes diferencias" en la carrera contributiva según el género. Son las restricciones de entrada en el mercado de trabajo a las que se enfrentaban las mujeres, especialmente las que tenían hijos a cargo, en España durante el franquismo, las que definen esta situación. Es a partir de las cohortes entre 1955 y 1960 cuando la brecha empieza, lentamente, a cerrarse, pero la mayoría de las beneficiadas aún no han entrado en la etapa de jubilación.

El estudio de Jiménez-Martín para Fedea incide en que a las diferencias de participación y empleo de estas cohortes hay que añadir unas reglas de jubilación "fuertemente condicionadas por la elegibilidad" marcan diferencias en los años cotizados (entre 15 años para las cohortes nacidas antes de 1940 y 6-7 años para las de 1956 en adelante), en la pensión efectiva (70% para la cohorte de 1939 y 29% para la de 1956) y en la edad media de jubilación según el género (0,4 años para la cohorte de 1944 y 0,9 años para la de 1956, ya plenamente afectadas por la reforma de 2011).

Si bien el análisis recuerda que se han introducido varios mecanismos para compensar la brecha en la pensión efectiva, como los complementos a mínimos, la pensión no contributiva y el complemento de maternidad/brecha de género, los datos de la Muestra Continua de Vidas Laborales desvelan que el complemento de maternidad no varía la brecha para las cohortes nacidas antes de 1950 y para la de 1956 cae hasta un 25%. Tras incorporar el complemento a mínimos, la brecha cae hasta un 56% para la cohorte de 1939 y un 20% para la cohorte de 1956.

El complemento de mínimos y de maternidad sólo compensan lo monetario

Aunque la introducción de complementos, primero de mínimos y posteriormente de maternidad y brecha, es una buena forma de compensar a aquellos individuos, principalmente las mujeres madres, Fedea señala que "no llegan a compensar la brecha entre géneros, al menos para las cohortes que ya han completado su jubilación" y que iniciaron su carrera contributiva en la etapa franquista o justo después de que terminara. Un análisis más actual tampoco convence a la Fundación, que considera que "dichos complementos sólo actúan sobre la brecha monetaria sin abordar el retraso en la edad media de jubilación causado por la dificultad en el acceso a las opciones de jubilación anticipada, especialmente después de la reforma de 2011".

En este sentido, recuerda que la regulación actual ofrece hasta 382 días adicionales cotizados por hijo, lo que "no parece suficiente" para compensar la brecha en términos de cotizaciones que sufren las cohortes analizadas y las próximas a jubilarse. La solución pasa, apuntan, por compensar a las madres con años cotizados adicionales para que las mismas pudieran decidir óptimamente su momento de jubilación.

Además, para Fedea, cambiar las condiciones de elegibilidad para la jubilación al final de la vida laboral "puede ser injusto con determinados colectivos", como el de las mujeres de las cohortes que accedieron al mercado laboral en la época franquista y las madres que dedicaron años a los hijos con etapas de baja o nula cotización.

Esto no sería necesario "si se hubiera mantenido la esencia" del sistema de 1985, con la opción de jubilación anticipada voluntaria abierta a todos los trabajadores con derechos acumulados por encima de la pensión mínima y compatibilidad plena entre pensión y trabajo: "Sobre este esqueleto se hubiera podido igualmente aumentar el número de años cotizados en la base reguladora o usar todas las cotizaciones realizadas, reducir la tasa de reemplazo (incluyendo un eventual tránsito hacia un sistema de contribución definida), premiar las carreras largas (sin castigar las no tan largas) y compensar los años de crianza y cuidado de menores, especialmente relevantes para las mujeres de renta media o baja".

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