
La inflación vuelve a repuntar en la eurozona este mes, según los datos del índice de precios al consumo (IPC) que este miércoles ha avanzado Eurostat. En concreto, el IPC conjunto de los 20 países cuya divisa es el euro ha aumentado al 2,6% interanual en julio, una décima por encima respecto a la lectura de junio. Los analistas habían anticipado que la subida generalizada de los precios se mantendría estable (en el 2,5%), por lo que la referencia es peor de lo esperado.
Esta misma mañana se ha conocido que el IPC de la segunda mayor potencia de la zona euro, Francia, se ha elevado una décima igualmente al 2,3% interanual. Y lo mismo ha sucedido en Alemania, donde la tasa de inflación ha escalado ligera e inesperadamente también al 2,3%, de acuerdo a los datos preliminares.
Por el contrario, el IPC en España se ha suavizado en el séptimo mes de 2024, aunque continúa siendo más elevado que en los países centroeuropeos mencionados (2,8% interanual). La economía nacional es la cuarta con más peso en la región de la divisa comunitaria.
Según Eurostat, la oficina de estadística oficial de la Unión Europea (UE), Bélgica ha sufrido este mes el mayor encarecimiento generalizado (IPC armonizado del país: 5,5% interanual) mientras en Finlandia los precios apenas han subido (0,6%).

Estabilidad en la inflación subyacente
La tasa de inflación en toda la zona euro es del 2,6% interanual. Esto significa que los precios en general han aumentado de media un 2,6% respecto a julio del año pasado, aunque hay diferencias entre los distintos componentes de la cesta de la compra.
Resalta la moderación del IPC de los servicios, que ha descendido una décima este mes al 4% interanual. Se trata de la primera relajación en dos meses. Este elemento de la inflación ha ganado relevancia desde el año pasado puesto que es uno a los que más atención presta el Banco Central Europeo (BCE) a la hora de hacer sus estimaciones sobre los precios y la economía, así como para calibrar los tipos de interés (o precio del dinero).
De hecho, tras su reunión de política monetaria de este mes el Consejo de Gobierno del BCE advirtió: "Las presiones inflacionistas internas siguen siendo intensas, la inflación de los servicios es elevada y es probable que la inflación general continúe por encima del objetivo hasta bien avanzado el próximo año".
La meta de la institución es que la inflación de toda la eurozona se sitúe en el 2% (simétrico) a medio plazo. El banco central entiende que así cumple con su responsabilidad de garantizar la estabilidad de precios.
El BCE también tiene muy en cuenta el IPC subyacente, el cual excluye los precios de la energía, los alimentos, el alcohol y el tabaco por ser más volátiles. Aun así, la inflación subyacente continúa siendo más elevada que la general (mirar gráfico de abajo): en julio se mantuvo en el 2,9% interanual, según las estimaciones de Eurostat. No obstante, los expertos habían calculado que bajaría una décima.
¿Qué supone todo esto para el BCE?
El Departamento de Análisis de Bankinter asegura que el IPC de julio evidencia que la inflación "sigue siendo 'pegajosa' y le cuesta bajar desde los niveles actuales (rango 2,4%-2,6%) donde lleva anclada seis meses". Por tanto, añade: "Se encuentra aún alejada del objetivo de medio plazo del BCE".
El próximo encuentro de los máximos responsables del Banco Central Europeo está agendado para el 12 de septiembre. En opinión del mencionado banco, el último IPC "invita a pensar en un BCE más cauteloso" de cara a la reunión de final de verano. "No esperamos que se produzcan nuevas bajadas de tipos", afirman. El ente monetario recortó los tipos de interés en junio por primera vez en varios años.
Ricardo Amaro, economista de Oxford Economics, muestra dudas: "Seguimos pensando que el BCE se decidirá por un recorte en septiembre, pero reconocemos que aún no es un hecho".
"El informe de hoy ha dado argumentos a los halcones del Consejo de Gobierno del BCE", asevera este experto. Los halcones son aquellos banqueros centrales que prefieren las políticas monetarias restrictivas, que estimulen lo mínimo posible la actividad económica (con altos tipos de interés, entre otras medidas). Los que se decantan por lo contrario, por políticas acomodaticias, son conocidos en la jerga financiera como palomas.
Para Ulrike Kastens, economista para Europa de la gestora DWS, "el elevado componente salarial de los servicios indica que la presión inflacionista sigue siendo relativamente alta". Es por ello que esta experta espera "una tendencia lateral" del IPC general en los próximos meses.
"Todavía hay muchos datos que analizar antes de realizar ajustes en la política monetaria", aclara por su parte Sam North, analista de mercado de eToro. Entre otras cosas, antes de que vuelvan a reunirse los miembros del banco central en Fráncfort habrá salido a la luz el IPC del mes que viene.
"Una fuerte caída de la inflación de la energía debería ser la nota dominante de los datos de agosto, debido a los efectos de base, y situar el índice general ligeramente por encima del 2%", prevé Claus Vistesen, economista jefe en la zona euro de Pantheon Macroeconomics.
Isabel Schnabel, considerada una de las voces cantantes del BCE, declaró en una reciente entrevista que "es improbable que se produzcan fluctuaciones muy fuertes" en la tasa de inflación general de la eurozona.
"Desde noviembre del año pasado, las tasas de inflación han rondado el 2,5%. Y, según nuestras previsiones, seguirán así a lo largo de este año, con algunos altibajos en la tasa de inflación, debidos en parte a efectos estadísticos de base en los precios de la energía", afirmó.
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