Economía

La Eurocopa que prometía aliviar a la economía de Alemania podría terminar dando un empujón a la de España

  • Una victoria de España en la final terminaría de espolear al PIB
  • El impacto será limitado y se notará sobre todo en la hostelería
  • Al contrario, organizar el torneo no dará brío a la economía alemana
Lamine Yamal y Nico Williams, en un partido de esta Eurocopa. Foto: Europa Press

La economía de la zona euro se enfrenta a una situación un tanto peculiar en los últimos años. Mientras que algunos países del sur como España crecen con vigorosidad y generan empleo, el 'rico' norte y centro de Europa se está quedando estancado, con Alemania como paradigma. Ante esta curiosa situación, en Alemania habían puesto ciertas esperanzas en la organización de la Eurocopa de fútbol que se está jugando. La llegada de miles de aficionados desde todos los rincones de Europa prometía estimular algo el sector servicios de la otrora locomotora de Europa (también hay que tener en cuenta el coste de organizarla). Igualmente, se esperaba que una buena actuación de su selección animara la débil demanda interna. Sin embargo, se puede dar el caso de que la Eurocopa termine siendo prácticamente neutra para la economía de Alemania (la que necesita un empujón) y procíclica para España (sobre todo si sale ganadora), suponiendo un estímulo más para una economía que ya va sobre ruedas. Una victoria que ya se dio sobre el terreno de juego en los cuartos de final. Al menos, así se desprende de la literatura económica publicada hasta el momento y de la opinión de varios expertos en economía.

El PIB de España está creciendo el triple que el de la zona euro, según revelan los datos del primer trimestre de este año, que presentaron una tasa de variación del 0,8% intertrimestral. El mercado laboral goza de salud con una tasa de paro que sigue cerca de mínimos de los últimos 15 años, los balances de las familias y empresas se encuentran en una situación envidiable (la deuda se ha reducido sin descanso en la última década), el sector servicios crece con intensidad, la industria está aguantando el tipo y la confianza es alta.

Existe un amplio debate sobre en qué medida la consecución de un título futbolístico de este tipo en países con gran afición, como son los europeos, y en particular España, es capaz de espolear la economía. Javier Molina, analista de la plataforma de inversión eToro, es de la opinión de que el impacto económico de una victoria de este tipo se limita a "un gasto del consumidor elevado el día del evento". Sin embargo, ante la disparidad de opiniones entre los economistas, el experto remite a un estudio de la Universidad de Surrey (Reino Unido) realizado en 2022 que muestra cómo una victoria en la Copa del Mundo de fútbol propicia un alza del PIB de hasta en 0,25 puntos porcentuales en los dos trimestres posteriores al triunfo. Las razones están en un aumento de las exportaciones por mejora de la reputación de los productos y servicios nacionales en el mercado global.

"El análisis ha demostrado que ganar la Copa Mundial de la FIFA conduce a un aumento estadísticamente significativo del crecimiento del PIB sólo en los dos trimestres siguientes a la victoria. Durante este periodo, el crecimiento trimestral del PIB es, según las estimaciones más conservadoras elaboradas por este estudio, 0,25 puntos porcentuales superior si se compara con una situación contrafactual en la que no se hubiera ganado la Copa del Mundo. Este efecto parece estar impulsado por un mayor crecimiento de las exportaciones y por una mejora general de la balanza comercial (especialmente en el caso de Brasil en 2002), lo que posiblemente se deba al mayor atractivo internacional del que goza un país tras ganar la más renombrada de las competiciones futbolísticas", explica Marco Mello, autor del paper.

Salvando las distancias (un Mundial no es una Eurocopa, entorchados europeos España ya tiene tres), esta hipótesis arrojaría un incremento de unos 900 millones de euros en el PIB español en los dos trimestres siguientes al título, cogiendo como referencia los datos del tercer y cuarto trimestre del año pasado, que sería los dos siguientes a la competición. Cabe pensar que en el caso de la Eurocopa sería un montante algo menor. Desde Funcas minimizan esta potencial cifra a una por debajo de los 200 millones al estimar un crecimiento de 0,05 puntos porcentuales -casi exclusivamente por la hostelería- y solo en el trimestre inmediatamente posterior al título.

El problema en el caso de España es que sus victorias más recientes se dieron en un contexto económico muy específico, dificultando la comparativa. En la Copa del Mundo de 2010 o tras la Eurocopa de 2012, la economía y la confianza estaban por los suelos, en medio de una crisis histórica. Precisamente el estudio de Mello cita a España como excepción por el comienzo de la crisis de deuda soberana de 2010. "Cuando España ganó la Copa del Mundo en julio de 2010 no se notó ningún impacto, es más, los índices de confianza empeoraron y también el consumo. Era el final de los 'brotes verdes' y la economía en ese momento retornaba a la crisis. Cuando ganó la Eurocopa de 2012, fue aún peor porque justo ese momento era el punto álgido de la crisis de la deuda, y el índice de confianza estaba hundido y no se notó nada", señala María Jesús Fernández, economista de Funcas, en declaraciones a elEconomista.es.

El estudio de la Universidad de Surrey también esgrime un argumento puramente futbolístico en el caso del Mundial de Sudáfrica: "España ganó la Eurocopa de fútbol tanto en 2008 como en 2012, lo que demuestra que esa generación de jugadores españoles ha sido una de las más florecientes de toda la historia del fútbol. De hecho, España estaba considerada como la gran favorita de todas las competiciones internacionales de fútbol de la época, lo que posiblemente hizo que la victoria en la Copa Mundial de la FIFA 2010 fuera aún menos sorprendente si se compara con los otros acontecimientos examinados".

Hoy, sin embargo, la situación es radicalmente opuesta. Por el lado futbolístico, la actual selección empezaba la Eurocopa con unas expectativas mucho más bajas. Pese al triunfo el año pasado en la Nations League, una competición secundaria ideada hace pocos años por la UEFA, el combinado entrenado por Luis de la Fuente no contaba con la vitola de favorito que tenía la selección de los Xavi, Iniesta o Casillas. La 'Roja' llegaba a esta Eurocopa con sonadas y recientes fracasos a sus espaldas como los Mundiales de 2018 y 2022, pese a haber alcanzado unas meritorias semifinales en la Eurocopa de 2020, celebrada en 2021 por el covid.

Por el lado económico, "el contexto es ahora muy diferente", reconoce Fernández desde Funcas, quien, no obstante, coincide con Molina en que el impacto no será excesivamente relevante. "El impacto puede ser positivo, pero el recorrido será corto", sintetiza. "Por mucho que a la gente le guste el fútbol y más aún ganar títulos, el impacto económico de ganar un acontecimiento de este tipo es extremadamente pequeño. Si acaso, puede aumentar marginalmente la confianza de los consumidores y su gasto. Piense en más gasto en servicios de hostelería o merchandising. Sin embargo, este impulso será muy efímero", reflexiona a preguntas de este periódico Carsten Brzeski, responsable del servicio de estudios de ING en Alemania.

Es cierto que todos los factores económicos anteriores generan un clima que podrían funcionar como 'multiplicador' si España termina ganando la Eurocopa. El empleo, la confianza... son clave para que las familias consuman en el corto plazo y las empresas contraten. Además, cosas del PIB en la contabilidad nacional, una pizza hecha en Domino's suma más a la economía que si se hace en casa. Hay que tener en cuenta que buena parte de los partidos de España se han jugado a las 21:00 horas de la noche, lo que podría estar incrementando el consumo de estos bienes (pizzas, bebidas, comida...) en restaurantes, bares, comida a domicilio.

En la misma línea, la trayectoria de España por esta Eurocopa ha implicado choques contra grandes selecciones históricas (Francia, Alemania, Italia, Croacia). Unos duelos que siempre atraen a más telespectadores que cuando los partidos son contra rivales teóricamente de menor nivel, multiplicando los efectos descritos. Todo ello puede terminar dando un pequeño impulso adicional a la economía nacional, un impulso con un recorrido muy escaso, pero que dejaría a España como vencedora la 'Eurocopa de la economía'. Ganar la final sería la guinda al pastel.

El sector más beneficiado

Javier Santacruz, economista y profesor del IEB, explica en declaraciones a elEconomista.es que "la victoria de España en la Eurocopa ayudará a que las cifras de consumo y empleo de julio sean aún mejores de lo que es habitualmente por el incremento del gasto fuera de casa". Los sucesivos partidos y eliminatorias de España están generando un impulso extra en la hostelería. Un mayor consumo en este sector por estas circunstancias tiene un efecto expansivo sobre la economía neto. No es un juego de suma cero (si consumo esta pizza y cerveza, mañana gasto menos en otra cosa), es un mayor gasto agregado que a su vez también se ve impulsado, según los expertos, por las adquisiciones de televisores o camisetas de la selección para ver este torneo.

María Jesús Fernández también admite desde Funcas que cuando Alemania ganó su última gran título (la Copa del Mundo de 2014) aumentó el índice de confianza del consumidor y también se notó en el consumo, pero de forma transitoria. "El impacto puede proceder, como ya se ha observado en otros campeonatos, de que la gente cambia sus televisores viejos por televisores nuevos, y el día de la final hay mucha venta de pizzas y comida a domicilio, y mucho consumo en bares por la asistencia a la final".

No obstante, la economista de Funcas incide en que el impacto será perenne y el siguiente trimestre todo volverá a la normalidad. Aun así, el pequeño impulso de esta Eurocopa, de producirse, ya quedará reflejado en el PIB aunque sea de forma testimonial. El dinero se habrá movido más rápido estos días, generando una mayor producción y quedando reflejado en las estadísticas: "Pero eso es un impacto pequeño en el conjunto de la economía, y transitorio, al trimestre siguiente ese efecto desaparece y el PIB adicional que generó desaparece", asegura Fernández.

Esta economista ha realizado un cálculo rápido, y si el sector de comidas y bebidas (solo ese sector, sin alojamiento ni comercio), que representa en torno al 4,5% del PIB, duplicase ese día su cifra de negocio habitual, el impacto sobre la tasa de crecimiento trimestral del PIB de este trimestre serían los referidos anteriormente 0,05 puntos, pero al trimestre siguiente se desvanecería, comenta con datos en la mano la experta de Funcas.

Coincide con esta visión Adrian Prettejohn, economista responsable de España en la casa de análisis británica Capital Economics: "En el caso de que España gane la Eurocopa no creo que tenga un impacto notable en la economía española, ni siquiera a nivel sectorial. Las ventas en el sector de la hostelería podrían beneficiarse durante unos días después de la victoria debido a un factor de bienestar y al desfile, pero es poco probable que los efectos se reflejen en los datos oficiales debido a la corta duración de los efectos".

"En el pasado, ganar un gran título también ponía al país en el punto de mira de los mercados y los consumidores, lo que de hecho provocaba cierta afluencia de flujos de capital y turismo. Sin embargo, en el caso de España, no creo que este efecto juegue ningún papel. España es un destino turístico muy conocido y la economía -más allá del turismo- ha ido muy bien, al menos en comparación con otras economías europeas. Por lo tanto, ganar el título podría aumentar un poco la confianza nacional", completa Brzeski desde ING.

Prettejohn tampoco ve una clara implicación para la inflación. "Aunque algunos acontecimientos culturales provocan breves cambios mensuales en la inflación, por ejemplo los conciertos de Beyonce/Taylor Swift en países pequeños, creo que la mayor parte de la inflación procede de los billetes avión y los hoteles, que es poco probable que se modifiquen en España si gana la Eurocopa", contesta el analista a este medio en un correo electrónica en el que se sincera: "Estoy casi seguro de que el domingo ganará Inglaterra".

Insuficiente impulso para el anfitrión alemán

Al otro lado del campo aparece el anfitrión alemán. La celebración de la Eurocopa en casa y las mejores sensaciones que daba una selección a la que regresaba la leyenda Toni Kroos habían insuflado optimismo. La suma de los viajeros de toda Europa llegando al país y gastando al ritmo de los partidos, junto a unos locales consumiendo más cerveza durante la competición y comprando más televisores hacían soñar con un repunte de la demanda que animase a una economía en completo marasmo tras el covid, fruto del fin del barato gas ruso como fuente principal de energía para su poderosa industria y de los cambios en el escenario mundial (exportar a China ya no es un deporte tranquilo).

El albergar la Eurocopa se comparaba a lo vivido durante el Mundial de 2006, que también acogió Alemania. Analistas económicos como Brzeski recordaban con añoranza las escenas coloristas y de optimismo vividas en un torneo en el que Alemania fue de menos a más hasta que Italia la apeó en el último momento y la economía aún no había sucumbido en todo el mundo.

Sin embargo, el propio experto reconocía que el chute que necesita Alemania no iba a llegar del balón: "No queremos aguar la fiesta, pero las pruebas económicas contundentes que vinculan la celebración y/o la victoria de grandes acontecimientos deportivos con los resultados económicos siempre han sido muy indistintas". Algo que corrobora el estudio de la Universidad de Surrey en el caso de los Mundiales: "El análisis reportado en este trabajo ha sugerido que ser el país anfitrión de la Copa Mundial de la FIFA no aporta ningún beneficio económico significativo, al menos a corto y medio plazo".

A falta de que lleguen los datos oficiales, los habituales oráculos del sentimiento económico alemán avisaron de lo que había. La Eurocopa apenas impulsará la economía, según el prestigioso instituto Ifo (Instituto Leibniz de Investigación Económica de la Universidad de Múnich). Además, recalcan, "el efecto será efímero, lo que significa que las exportaciones de servicios debidas a los turistas que regresan a casa tras el final de la Eurocopa probablemente volverán a caer en el tercer trimestre y, en conjunto, se mantendrán igual", sentenciaba Gerome Wolf, investigador del Ifo, en un informe publicado en la antesala de la Eurocopa. Con todos los análisis hechos, que el balón eche a rodar de nuevo.

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