Economía

El Ifo alemán manda una señal de alerta sobre la economía: "Puede pasar como con la selección de fútbol en la Eurocopa"

  • En indicador de confianza empresarial baja por sorpresa en junio
  • Esto se une a los PMI a la baja del viernes y rebaja el optimismo
  • La selección alemana está yendo de más a menos en el torneo
Jugadores de la selección alemana, tras el gol recibido el domingo frente a Suiza. Foto: EP

Alemania se quiere reenganchar al optimismo económico, pero no está siendo fácil. En el primer semestre del año ha crecido la sensación en la hasta ahora locomotora económica europea de que ya ha pasado lo peor y de que la recuperación está en el horizonte más cercano. Sin embargo, los datos entrantes modulan cada vez más la óptica del optimismo al realismo. Y es que, en el mejor de los casos, lo que viene por delante es una recuperación tan anémica que costará diferenciarla del estancamiento. Un vaivén que algunos economistas comparan con el comienzo de la Eurocopa de fútbol que está teniendo la selección alemana, anfitriona del torneo: tres partidos hasta la fecha en los que ha ido de más a menos.

Este lunes, la prestigiosa encuesta de confianza empresarial del prestigioso instituto Ifo (Instituto Leibniz de Investigación Económica de la Universidad de Múnich) ha supuesto un nuevo jarro de agua fría para aquellos que apuestan por la recuperación y que ya el pasado viernes recibieron un cierto varapalo con unos índices de gestores de compras (PMI) de junio por debajo de lo esperado, interpretándose enseguida que a la actividad le cuesta carburar, especialmente en el sector manufacturero, tan presente en Alemania.

El clima empresarial Ifo para la economía alemana cayó inesperadamente en junio, de 89,3 a 88,6 puntos. Los economistas esperaban un ligero aumento (el consenso apunta a 89,6). El descenso se debe únicamente a la caída de las expectativas empresariales para los próximos seis meses (89,0 tras 90,3 en mayo). Se observa un cierto movimiento contrario en los distintos sectores económicos en comparación con el mes anterior. El sector servicios ha recuperado con creces la caída de mayo, mientras que el clima empresarial en el sector manufacturero ha vuelto a caer significativamente tras la recuperación de mayo.

"Después de tres aumentos consecutivos a principios de año, la confianza empresarial ha vuelto a debilitarse, lo que ilustra que el toque de fondo cíclico no irá seguido automáticamente de una fuerte recuperación. El debilitamiento del índice Ifo de hoy se debió exclusivamente al descenso de las expectativas, mientras que el componente de evaluación actual se mantuvo sin cambios, aunque en un nivel bajo", interpreta Carsten Brzeski, economista de ING.

"El optimismo de principios de año ha dado paso al realismo. Las últimas lecturas del PMI y del Ifo han ilustrado que la economía alemana sigue luchando por ganar más impulso. La brusca caída del PMI manufacturero del viernes subrayó especialmente el estado aún muy poco prometedor de la industria alemana. De hecho, la inversión del ciclo de existencias que todos esperábamos desde principios de año sigue sin producirse", ahonda Brzeski.

Según desgrana el economista de ING, los niveles de existencias se han mantenido estables en niveles elevados desde hace varios meses y las carteras de pedidos se han debilitado bastante. Y lo que es más preocupante, subraya, la debilidad va más allá de la industria: "A pesar del fuerte crecimiento de los salarios nominales y de una cierta mejora de la confianza de los consumidores, el consumo privado aún no ha aparecido como motor del crecimiento. En consecuencia, actualmente parece poco probable que la economía alemana cobre impulso en el segundo trimestre, si es que lo hace".

"Tras la significativa caída del índice de gestores de compras, se plantea la cuestión de qué significa el descenso del clima empresarial Ifo después de la ligera caída de mayo. Por supuesto, podría tratarse de la expresión de fluctuaciones habituales a corto plazo. Para eliminarlas, nos fijamos en la media móvil semestral del Ifo. En junio siguió subiendo. A pesar del retroceso de junio, el clima empresarial del Ifo sigue, pues, una tendencia al alza y señala una recuperación económica para los próximos meses. Sin embargo, el descenso del Ifo en junio no debe considerarse mera volatilidad. Más bien, la lenta evolución del clima empresarial apunta sólo a una moderada reactivación económica", explica Jörg Krämer, economista de Commerzbank, en una nota para clientes.

El economista señala en primer lugar a una política monetaria que sigue siendo restrictiva en la eurozona: "Las subidas masivas de los tipos de interés por parte del BCE y otros bancos centrales occidentales se remontan a hace más de un año. Las empresas se están acostumbrando cada vez más al nivel más alto de los tipos de interés. En este sentido, está remitiendo un factor de amortiguación, lo que básicamente habla en favor de una recuperación económica. Sin embargo, a pesar de la bajada de los tipos de interés a principios de junio, la política monetaria sigue siendo restrictiva. Todavía no está impulsando la economía, lo que significa que el clima empresarial del Ifo no puede aumentar bruscamente".

Brzeski (ING): "La euforia alemana tras el empate frente a Suiza, no tras una victoria; es una nueva realidad, tanto en el fútbol alemán como para su economía"

Por otro lado, Krämer apunta con el dedo índice a la competitividad: "Desde los años de Merkel, Alemania se ha vuelto menos atractiva como emplazamiento empresarial sin que el Gobierno federal tome contramedidas decisivas. Las empresas están consternadas e invierten cada vez más en el extranjero. Esto está frenando la recuperación económica". "Esperamos que la economía alemana se estanque este año (0,0%) y crezca un modesto 0,8% el año que viene. Seguimos siendo más prudentes que la mayoría de los economistas (+1,2% para 2025)", sentencia el economista de Commerzbank.

Para Jack Allen-Reynolds, de Capital Economics, la caída en junio del indicador Ifo del clima empresarial pone de manifiesto que, "incluso después de que la economía alemana creciera en el primer trimestre, está lejos de recuperar su plena salud". Su previsión es que la economía siga creciendo a un ritmo lento, con un modesto aumento del PIB del 0,2% en el conjunto de 2024.

En ING no quieren cerrar del todo la puerta a la esperanza. "De cara al futuro, y a pesar del chaparrón de hoy, la economía alemana debería seguir cobrando impulso durante los meses de verano. Tardará un poco más de lo que pensábamos, pero el fuerte crecimiento de los salarios debería seguir impulsando una prudente recuperación del consumo privado, e incluso el ciclo de existencias debería empezar a tornarse gradualmente positivo".

Pero, una vez más, el realismo se impone: "Los últimos datos publicados también han vuelto a poner de relieve que no será fácil para la economía alemana hacer frente a los retos actuales. El creciente número de insolvencias y los anuncios individuales de empresas sobre próximas reestructuraciones de empleo siguen pendiendo este año como la espada de Damocles sobre el mercado laboral. Además, la incertidumbre política, derivada actualmente de las negociaciones presupuestarias del Gobierno, así como las conocidas debilidades estructurales de la economía, limitarán el ritmo de cualquier repunte. Un fuerte repunte para este año sigue siendo muy improbable".

Por supuesto, como le gusta hacer, Brzeski traza paralelismos con el fútbol: "En cierta medida, desde principios de año, la economía alemana ha pasado por fases similares a las de la selección nacional de fútbol en la Eurocopa hasta ahora: demasiado entusiasmo por un buen comienzo del torneo solo porque los años anteriores habían sido miserables: un doloroso baño de realidad en los primeros 89 minutos en el partido de anoche contra Suiza, seguido de una explosión de euforia tras marcar en el último minuto. Euforia tras un empate, no tras una victoria; es una nueva realidad, tanto en el fútbol alemán como para su economía".

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