El crecimiento de la actividad del sector servicios de España mantuvo en junio su ritmo de expansión, pero experimentó un importante frenazo con una lectura sustancialmente inferior al de meses anteriores, según el índice de gestores de compras (PMI), que bajó a 53,4 puntos desde los 56,7 de mayo, lo que representa la peor lectura del dato desde enero. Según la respuesta de las empresas a la encuesta de S&P Global y el Hamburg Commercial Bank, el convulso año electoral ha sido una poderosa razón de esta desaceleración.
"El sector servicios español, que ha mostrado un ritmo de expansión muy robusto en los últimos meses, está perdiendo impulso gradualmente", ha expuesto Cyrus de la Rubia, economista jefe de Hamburg Commercial Bank, firma encargada del informe, quien señala que algunas empresas encuestadas han citado las recientes elecciones autonómicas, así como las elecciones generales que se celebrarán a finales de julio "como una de las razones por las que se ha frenado el ritmo de expansión".
"Las elecciones autonómicas que ya se han celebrado, así como las elecciones generales que se celebrarán en España a finales de julio, han sido citadas por algunas empresas como una de las razones por las que se ha frenado el ritmo de expansión. Es probable que la incertidumbre sobre los planes de un futuro Gobierno juegue un papel importante en este respecto", explica el economista.
En cuanto a la evolución de los precios, la encuesta refleja que las tasas de inflación de los precios de compra y de los precios de venta se mantuvieron históricamente elevadas, aunque continuaron atenuándose, subrayando que las fuertes presiones salariales siguieron siendo el principal impulsor de la última ronda de inflación.
De su lado, la continua resiliencia de la demanda respaldó un nuevo repunte de los nuevos pedidos, que aumentó por octavo mes consecutivo, aunque el ritmo de expansión fue el menos pronunciado en cinco meses. Este nuevo aumento de la demanda animó a las empresas en sus esfuerzos de contratación al final del segundo trimestre del año.
El índice PMI compuesto, que además del dato del sector servicios también tiene en cuenta el dato manufacturero, que en junio empeoró a 48 puntos desde los 48,4 de mayo, se situó en los 52,6 enteros, frente a los 55,2 del mes anterior, lo que supone el menor ritmo de expansión desde el pasado enero.
Con todo, el horizonte puede ser positivo. "Los índices PMI muestran que la expansión puede continuar en los próximos meses, ya que los nuevos pedidos también han aumentado -a un ritmo decreciente- e incluso la cartera de pedidos por completar ha aumentado algo más que en el mes anterior. De cara al futuro, incluso más empresas que el mes anterior prevén que el volumen de negocio será mayor en el plazo de doce meses que en la actualidad. Todo ello concuerda con el hecho de que el banco central español aumentó recientemente su previsión de crecimiento hasta el 2,3%, una cifra superior a la media en comparación con la zona euro en su conjunto", acaba De la Rubia.
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