
El Banco de España ha publicado los datos de deuda relativos al tercer trimestre de este 2022, registrando un nuevo nuevo récord: 1,504 billones de euros. Aquí, el agujero de las cuentas de la Seguridad Social, aunque ha contenido su crecimiento a lo largo de los tres trimestre del año, presenta una deuda que se ha más que triplicado desde el primer trimestre de 2018 y roza ya los 100.000 millones de euros.
El saldo de la deuda de la Seguridad Social, que supera los 99.000 millones, supone el 7,6% del Producto Interior Bruto (PIB) español. Obedece a un incremento del 8% interanual y, según explica el Banco de España, se debe a los préstamos concedidos por el Estado a la Tesorería General de la Seguridad Social "para financiar una parte significativa de su desequilibrio presupuestario".
La Administración de la Seguridad Social mantiene un nivel similar a lo largo del año, en el entorno de los 99.000 millones, y amenaza con superar la barrera de los 100.000 millones cuando su déficit es un problema aún mayor de resolver. El Ejecutivo recoge en los Presupuestos Generales que el déficit de las cuentas de la Seguridad Social se mantendrá en un 0,5% del PIB e incluso en público el departamento de Escrivá ha sido más optimista. Para 2024 y 2025, este déficit aún quedaría en el 0,3% y el 0,2% del PIB.
Todo esto teniendo en cuenta que el sistema de financiación de la Administración que paga las pensiones se nutre de forma considerable del Estado: es decir, además de las cotizaciones, los impuestos pagan los gastos considerados impropios del sistema. En 2023, esa transferencia roza los 39.000 millones. De ahí, los gastos no contributivos del sistema se 'comen' casi 20.000 millones.
En noviembre, Miguel Ángel García, investigador de Fedea y profesor de Economía Aplicada en la Universidad Rey Juan Carlos, publicó un análisis de las cuentas de la Seguridad Social en el que consideraron que el departamento de Escrivá infraestima en 2.800 millones el gasto en pensiones, con un alza del déficit del 8.200 en 2023 deduciendo los ingresos del Mecanismo de Equidad que van a la hucha de pensiones.
"De cumplirse estas previsiones, la evolución de los ingresos por cotizaciones sociales en 2023 (5,1% deducidos los ingresos extra del Mecanismo de Equidad, que aportaría 2 puntos extra) será muy inferior al aumento del gasto en pensiones (10,1%). Con el aditamento sobre el efecto en el saldo de conocer que la magnitud de partida de los ingresos es inferior a la de gastos", explica Fedea en el documento.
Una compleja situación financiera pese a que la partida puramente contributiva, los ingresos por cotizaciones, está mejorando a un ritmo hasta un ritmo del 8,5% interanual. El gasto en pensiones dilapida cualquier otra partida de gasto social, al abarcar prácticamente tres de cada cuatro euros presupuestados, y la revalorización suma 15.000 millones de euros este 2023.
Deuda de las Administraciones
Que la deuda de las Administraciones alcance tal cifra nominal supone un aumento en términos relativos de casi el 2% respecto al trimestre anterior, aunque moderó ligeramente su peso sobre el PIB y la ratio se situó en el 116%. En tasa interanual la deuda se incrementó un 5% respecto al mismo trimestre del año pasado, con 71.458 millones más, como consecuencia de los menores ingresos y los mayores gastos derivados de la crisis de la pandemia y más recientemente por la guerra en Ucrania.
La ratio de deuda pública sobre PIB fue del 116%, lo que supone una décima menos respecto a la del segundo trimestre (116,1%), aunque aún supera el objetivo del Gobierno para todo el año (115,2%), de acuerdo con lo establecido por el Ejecutivo en el Plan de Estabilidad y en el Plan Presupuestario remitidos a Bruselas.
El escenario que plantea el Programa de Estabilidad 2022-2025 muestra un progresivo descenso del déficit a lo largo de los cuatro ejercicios hasta que la ratio deuda/PIB se sitúe en el 109,7% en 2025.