
La inflación sigue siendo el principal problema económico de los españoles. El Índice de Precios al Consumo empieza a moderar su aumento disparado, pero en estos momentos se sitúa en un 9%, muy por encima de las subidas en los salarios y todavía con una inflación subyacente que no termina de coger velocidad de descenso.
En este contexto inflacionista el Gobierno ha diseñado diferentes medidas para aliviar el impacto sobre la población, pero lo cierto es que muchos trabajadores llevan varios meses perdiendo poder adquisitivo de forma continuada. Esto se percibe en varios aspectos de la vida cotidiana: desde lo que cuesta llenar la 'cesta de la compra' hasta, por ejemplo, cómo se usa el dinero de la cuenta corriente.
La realidad es dura, pero simple: si el coste de los alimentos, la energía o la vivienda (por ejemplo) sube eso implica que necesitamos más dinero para pagarlos. Por eso, el dinero que tenemos ahorrado en la cuenta corriente va perdiendo poco a poco a su valor. Tiene lógica: si una persona tenía 6.000 euros en noviembre de 2021, con esos 6.000 euros actualmente podrá comprar menos cosas que el año pasado.
Es por eso que muchos organismos tratan de dar consejos a los ciudadanos para paliar en la medida de la posible esa pérdida de poder adquisitivo. Como la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que ha dado en su página web una serie de premisas para que las personas con dinero en una cuenta corriente no se vean especialmente agraviadas por la inflación.
La OCU explica que la clave está en dejar una cantidad específica en la cuenta corriente y destinar el resto del dinero ahorrado en alternativas que ofrezcan cierta rentabilidad al ciudadano. O lo que es lo mismo: dejar un colchón de seguridad e intentar que el resto del dinero nos proporcione algo de intereses.
Tal y como afirma la OCU, la cantidad exacta de dinero que debe quedarse en la cuenta corriente es la que corresponde a tres meses de salario. Con ese dinero, una "reserva de liquidez" en palabras de la organización, el ciudadano podrá afrontar los gastos inesperados y los del día a día, junto al ingreso mensual de la nómina.
Cómo usar el dinero para aliviar los efectos de la inflación
El resto del dinero, en opinión de los expertos de la OCU, no se debe almacenar en la cuenta corriente. La razón es que estos instrumentos bancarios "no son el mejor sitio para mantener nuestros ahorros, ya que prácticamente ninguna entidad las premia con intereses". El organismo hace distinciones en cuanto al uso del dinero restante. Todo dependerá del tiempo que podamos 'olvidarnos' de él:
-Si se puede apartar el dinero durante un plazo corto, de un año, es posible escoger la opción de un depósito a un año, aunque en estos plazos tan escasos existe el hándicap de que la retirada antes de tiempo puede implicar penalizaciones que hagan que no merezca la pena la selección de esta alternativa.
-Si se puede apartar el dinero durante un medio o largo plazo, la OCU recomienda decantarse productos que de entre cinco y diez años en los que, aunque sería posible encarar pérdidas en momentos puntuales, darán una mayor rentabilidad al final del plazo.
Otro de los consejos que da la OCU es no dejar más de 100.000 euros en la misma entidad bancaria. La razón es que es la cantidad máxima que el Fondo de Garantía de Depósitos cubre a los ciuadanos en caso de quiebra de un banco.