Economía

Lo peor de la crisis del coste de la vida está por llegar si la recesión se hace realidad, según Citi

  • El peor escenario habla de una inflación alta junto a un mayor desempleo
  • Ese escenario gana enteros sin finalmente se produce una recesión en Europa
  • Sin recesión, los salarios deberían repuntar y amortiguar la crisis del coste de la vida
Foto de iStock

La inflación está desbocada en la zona euro. Por primera vez en siete años, el IPC europeo podría haber igualado al de EEUU (aún no ha publicado su dato de junio), pero con una gran diferencia entre ambos bloques: los salarios en la Eurozona siguen a años luz de las subidas de precios. El resultado es un golpe sin parangón en las últimas décadas para el poder adquisitivo de los consumidores, que ven ante sus ojos cómo cada mes tienen que hacer un esfuerzo mayor para adquirir los mismos bienes y servicios que antes. Esta tormenta está estallando justo ahora, aunque se espera que la peor parte para los consumidores de la zona euro termine en el tercer o cuarto trimestre de este año, los acontecimientos están cambiando rápido y existe el riesgo de que la situación se agrave si llega una recesión, según los economistas de Citi. Entonces, el temporal que azota el poder adquisitivo de las familias pasaría a ser una tormenta perfecta.

La inflación se encuentra tanto en EEUU como en la zona euro en el 8,6%. Sin embargo, los estadounidenses están disfrutando de unas subidas de los salarios que llevan meses superando el 5,2% interanual, mientras que en la zona euro se ha producido solo un tímido repunte (el 2,8%) en el último trimestre del que hay datos. Los europeos están sufriendo un golpe importante sobre su poder adquisitivo. La parte positiva de la tímida reacción de los salarios en la Eurozona es que alejaría el fantasma de la espiral precios-salarios, cuyo impacto en la economía sería devastador en el medio plazo.

Los analistas de Citi han publicado un informe en el que revelan que lo peor de esta tormenta se estaría produciendo en este mismo instante (si se cumple el escenario base), pero el riesgo de que la situación empeore se ha disparado en las últimas semanas: "Hemos construido un modelo flujos de caja disponible de los hogares para gastos discrecionales en los cuatro principales países de la eurozona (Alemania, Italia, Francia y España). El modelo sugiere que la reducción del poder adquisitivo real sufrirá su peor momento a mediados de 2022 y debería disminuir el próximo año y ayudar a reanimar el crecimiento del consumo real. Sin embargo, este escenario base está sostenido por algunos fundamentes cada vez más cuestionados", reconocen los expertos del banco americano.

El informe publicado por el banco americano destaca que el gasto no discrecional (el gasto en bienes con una demanda rígida que no puede evitarse) se está disparando en la zona: "La inflación de la eurozona es más alta en los artículos de consumo menos cíclico, en la energía y los alimentos. La alta inflación está impulsando el gasto nominal en estas categorías, y exprimiendo otras, probablemente alcanzará el pico en el cuarto trimestre del 2022", sostiene el informe.

El consumo se encuentra ya en recesión y tendrá que lidiar con los vientos de cara que se aproximan. "Estamos viendo incluso señales de que los volúmenes de gasto en estas categorías también se están reduciendo (pese a ser bienes imprescindibles para mantener unos estándares de bienestar mínimos), lo que está contribuyendo a la disminución general del consumo privado", alertan desde Citi. El auge de los precios está abocando a la zona euro a una recesión por el descenso del consumo real.

"Un shock sin precedentes"

"Los hogares se enfrentan ahora a un shock inflacionario sin precedentes". El golpe del poder adquisitivo se debe principalmente al aumento al gasto en bienes no discrecionales, como facturas de calefacción y electricidad y alimentos. Estas categorías de gasto son donde las tasas de inflación son actualmente las más altas y los hogares no tienen capacidad para sustituir esos bienes por otros. La inflación de los precios de la energía y los alimentos representa conjuntamente más del 70% de la tasa de inflación general medida por el índice de precios al consumo armonizado de la zona del euro.

"A nivel agregado de la zona del euro, los gastos no discrecionales comenzaron a acelerarse a principios de este año, siendo Alemania el principal impulsor del aumento. En Italia y España, sin embargo, el choque ya se había producido a mediados de 2021. Francia, por ahora, está sufriendo un shock significativamente menor, principalmente debido a su menor exposición a los precios más altos del gas natural (gracias a la energía nuclear). Posiblemente relacionado con esta menor exposición, la inflación de los precios de los alimentos hasta ahora ha sido mucho más contenida en Francia que en otros lugares", sentencian desde Citi.

¿Y si lo peor no ha llegado todavía?

El escenario base de Citi espera que a finales de este año "el crecimiento de los ingresos se acelere a medida que los salarios comiencen a repuntar gracias a unos mercados laborales ajustados, la indexación salarial y las intervenciones gubernamentales (por ejemplo, aumentos del salario mínimo). Los ahorradores, especialmente en Francia y Alemania, también deberían disfrutar de unos ingresos mayores a medida que el aumento de los tipos se hace notar en el ahorro", aseguran estos economistas.

Pero imaginen un escenario en el que llega una recesión (cada vez es más probable), el mercado laboral comienza a destruir empleo y los salarios se congelan o incluso empiezan a caer. Mientras tanto, los problemas de oferta siguen presentes por un tiempo y los precios se mantienen al alza. Los consumidores estarían desarmados ante la inflación. Salarios a la baja y precios al alta. Esta es la peor pesadilla para el poder adquisitivo.

El riesgo de recesión

Los analistas de Citi no ven este escenario como el más probable. Estos expertos creen que la capacidad de gasto de los hogares debería mejorar notablemente el próximo año. Pero establecen algunos riesgos (que han aumentado notablemente en las últimas semanas) que pueden impedir que la situación mejore: (i) que persista la caída en la confianza del consumidor y aumente el ahorro preventivo y/o (ii) una recesión económica que aumente el desempleo. Ambos riesgos están creciendo ahora mismo, asegura el documento de Citi.

"Si se avecina una recesión en la zona del euro, y parece cada vez más probable, su llegada estará provocada, precisamente, por los consumidores y por una reducción de los ingresos reales. De hecho, el gasto de los consumidores ya está formalmente en recesión después de dos trimestres negativos durante el invierno", advierten desde Citi. En este escenario se produciría un aumento del desempleo, una caída de los ingresos reales y, durante un tiempo, una inflación elevada. Esto, a su vez, llevaría a los hogares a incrementar de nuevo el ahorro preventivo. El golpe para el bolsillo del consumidor podría ser incluso peor que el que se está sufriendo ahora mismo.

No obstante, este no es todavía el escenario base. Desde Citi "esperan que las tasas de ahorro continúen normalizándose hasta alcanzar unos niveles similares a los previos a la pandemia... En general, el crecimiento del flujo de efectivo disponible de los hogares probablemente tocará su punto más bajo esta primavera y este verano, y debería recuperarse en el otoño y especialmente en 2023". Pero los analistas de Citi insisten, ahora existe un obstáculo creciente para que se cumpla esta previsión: "El principal riesgo para esta perspectiva, relativamente benigna, es un aumento del desempleo a medida que los bancos centrales tratan de controlar la inflación".

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