España cuenta con un lastre de precios y competitividad frente a la eurozona de 1,4 puntos. Pese a que el entorno del euro acumula una inflación interanual del 8,6% que es récord de la serie histórica, la inflación armonizada que sufre España se sitúa en el 10% y marca también el tope más alto visto en 37 años. La escalada inflacionista es un denominador común entre los países del entorno europeo. Eso sí, de confirmar el dato adelantado correspondiente a junio, España sumaría 16 meses de desventaja frente al exterior.
El dato avanzado por Eurostat sitúa el IPC de junio en el 8,6% interanual (cinco décimas por encima del de mayo). Otra vez más, el dato de inflación de la zona euro ha superado las previsiones de los expertos (8,4% de consenso) y vuelve a dar otro toque al Banco Central Europeo (BCE) para que suba los tipos de interés más rápido o de forma más brusca, añadiendo presión a la decisión que debe tomar su presidenta, Christine Lagarde, este mismo mes de julio.
España se coloca noveno en la tabla de los países del Viejo Continente con una inflación mayor. Si bien históricamente España ha sufrido un mayor nivel de precios que Europa -exceptuando la pasada década en la que el temor a la deflación estuvo latente-, la actual coyuntura inflacionista acarrea ya un recorrido de 16 meses de desventaja española frente a la media del euro.

Aunque el IPC de Alemania ha sorprendido a la baja, la inflación ha vuelto a subir en el resto de grandes economías. Para colmo, el respiro en la inflación alemana tiene toda la pinta de ser simplemente algo temporal (medidas extraordinarias aplicadas por el Gobierno). El crecimiento económico pierde fuerza y la inflación la gana. Este es un cóctel peligroso para la economía y un rompecabezas para el BCE.
Líder de las grandes economías
Es más, entre los Diecinueve, la tasa de inflación se aceleró en junio en todos los países y la economía germana queda como la única excepción. Las mayores subidas de los precios en la eurozona se registraron en Estonia (22%), Lituania (20,5%) y Letonia (19%), mientras que las subidas menos fuertes correspondieron a Malta (6,1%), Francia (6,5%) y Finlandia (8,1%).
Así, España está en la mitad de la tabla entre los 19 países miembros del euro. Sin embargo, en la comparativa con las grandes economías del entorno sale perdiendo: tiene la inflación más elevada. Más que Alemania (8,2%) e Italia (8,5%), ambas por debajo de la media del Euro (8,6%). Francia, por su parte, presenta un crecimiento interanual de precios alejado de la media, con un 6,5% interanual, únicamente superado por Malta.
La energía y los alimentos han vuelto a ser por sexto mes del año el principal factor del incremento de los precios, con una tasa anual de crecimiento del 41,9% en la primera, que supone un aumento de más de dos puntos en comparación con el mes anterior, pero dos puntos inferior al 44% observado en marzo, con gran incidencia por el conflicto en Ucrania.
En el caso de la inflación subyacente, el diferencial entre España y la eurozona es algo más elevado
Al excluir del cálculo el impacto de la energía, la tasa de inflación interanual de la zona euro se situó en junio en el 5%, frente al 4,6% del mes anterior, mientras que al dejar fuera también el efecto de los precios de los alimentos frescos, el alcohol y el tabaco, la tasa de inflación subyacente se situó en el 3,7%, una décima por debajo del récord registrado en mayo.
En el caso de la inflación subyacente, el diferencial entre España y la eurozona es algo más elevado. En la economía del sur alcanza el 5,5% tras un avance del 0,6% en el mes de junio, lo que abre una brecha de 1,8 puntos con la media del entorno europeo.
En España, la evolución de la tasa subyacente que excluye el impacto de la energía y los alimentos sin elaborar acumula una senda constante de crecimiento desde hace más de un año.
Con todo, la subida de tipos que está a la vuelta de la esquina es una decisión que ahora mismo recae sobre Lagarde y que probablemente tendrá una dureza aún mayor después de verano. El objetivo del banco central sigue siendo retornar a tasas del 2%, algo que se antoja complicado según afirmó la propia banquera esta semana.
Relacionados
- El factor energético y la inflación a doble dígito
- España es el país del euro en el que más baja la productividad desde 2013
- UGT y CCOO piden subir los salarios con el IPC con recurso al beneficio empresarial
- ¿Son sostenibles de los niveles salariales en España? La brecha entre sueldos y productividad crece