
La evolución de la inflación vuelve a protagonizar una subida en el avance preliminar de los datos de mayo. Si la tasa general del Índice de Precios al Consumo (IPC) ofreció en abril un ligero alivio, en mayo ha vuelto a rebotar hasta el 8,7%. De nuevo, el foco se pone en el motor de la inflación, la tasa subyacente que excluye la volatilidad energética e indica que la inflación ya no es sólo a costa del tirón energético. El IPC subyacente roza ya el 5% tras sumar medio punto este mes y suma más de un año de crecimiento continuo, un hito en la serie estadística.
La inflación subyacente está a niveles no vistos desde octubre de 1995, hace casi 27 años, tras provocar un avance implacable desde abril de 2021, cuando la tasa general comenzó a presionar al alza. Lo que indica la evolución de la inflación subyacente es que los precios energéticos y de materias primas han expandido su radio de acción y la inflación es más amplia, con cada vez un mayor porcentaje de la cesta de la compra alcanzando mayores cotas de inflación.
¿Por qué es tan importante la tasa subyacente? El economista Javier Santacruz explica a elEconomista que "el problema de la subyacente ya cercana al 5% es que no hay marcha atrás al menos para un año". Esta subida es por factores de hace entre 4 y 6 meses, según explica Santacruz y "ahora vemos los efectos más intensos de los meses de atrás".
En el consenso de los principales analistas del país, Funcas destacaba que la reducción de la tasa general de abril "indicaría una moderación en las tensiones en los productos energéticos, pero el alza de la subyacente apunta a una traslación intensa de los mayores costes de producción a los elementos menos volátiles del índice".
Todos los miembros del panel de Funcas elevan las previsiones de inflación subyacente, con una media esperada del 3,6% este año, ante la evolución de esta tasa. El propio Banco de España alerta que "los últimos datos, exceptuando el de hoy, ya nos hacían pensar que teníamos que revisar a la baja la inflación energética, y al alza la inflación subyacente", según su director general de Economía y Estadística, Ángel Gavilán.
Hasta la fecha se observan principalmente efectos de segunda ronda en el precio de los productos finales que asume el consumidor, un efecto latente desde finales del pasado año, según explicaba la economista de Funcas, María Jesús Fernández. Los efectos de las subidas salariales en la inflación aún están por ver, ya que la recuperación del poder adquisitivo no se está dando por completo y de momento se observan subidas contenidas.
El repunte de la tasa de inflación general hasta el 8,7% (desde el 8,4% de abril) se debe, principalmente, a la subida de los precios de los carburantes y los alimentos y bebidas no alcohólicas, que registran alzas mayores que las de mayo de 2021. Los precios de la electricidad, sin embargo, han descendido, según indica en el comunicado el INE.
El Banco de España (BdE) apunta a que el IPC medio subirá un 7,5% en 2022, un punto más que lo estimado por la la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). Precisamente el gobernador del BdE prevé que la inflación comience a moderarse (al menos estadísticamente) durante esta primavera o en verano.
De hecho, según recuerda Santacruz recuperando la comparativa europea, España entre las grandes economías europeas ya contaba con la previsión de inflación subyacente más alta. Concretamente, la economía española está un punto por encima de la previsión de la Comisión Europea y lo estaba ya en la última proyección publicada por la comisión el 16 de mayo.
Medidas del Plan de choque
Eso sí, según destacaba el Banco de España y ratifican los datos semanales de los precios de carburantes con impuestos facilitados por la Comisión Europea, la medida de rebaja de los 20 céntimos ha quedado en el aire ante la evolución del precio principalmente de la gasolina. De media, el 23 de mayo la gasolina alcanzaba 1,94 euros por litro, 13 céntimos más que a comienzos del plan de choque contra los precios energéticos, cuando estaba en 1,81 euros el litro. El diesel ha crecido dos céntimos y la rebaja, así, queda nula.
El tope al precio del gas es otro de los principales pilares para el alivio de la inflación en el presupuesto mensual de los hogares. No obstante, dos meses después esta medida sigue encallada y no se ha hecho efectiva. Con la excepción ibérica se pretende aliviar el precio de la electricidad en el mercado regulado.
En el informe anual del Banco de España, el supervisor cifraba en un punto porcentual el impacto que hasta la fecha acumulan las medidas del plan de choque.
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