El Gobierno convierte la existencia de miles de vacantes en el mercado laboral español, de difícil cobertura, en un nuevo caballo de batalla con el que presionar a las empresas para que eleven los sueldos. Ahora bien, la consulta a las estadísticas europeas más recientes revela cómo este fenómeno dista de ser un problema para nuestro país. Todo lo contrario: España es el Estado miembro de la Unión Europea en el que existen menos vacantes, en proporción al total de empleos disponibles.
En términos relativos, ese déficit de mano de obra (sumando los puestos creados recientemente, aquéllos que llevan largo tiempo sin titular o que están a punto de quedar libres sin relevo previsto) equivale en nuestro país al 0,7% del total de empleos, un total de 115.170 de acuerdo con los datos actualizados en el primer trimestre de 2022.
Ese porcentaje se sitúa muy por debajo de los promedios de la eurozona y de la UE (3,1 y 2,9% respectivamente), también relativos a los tres primeros meses de este año. La distancia es todavía de mayor envergadura con respecto al déficit de mano de obra que muestra Alemania (4,1%) y, desde luego, carecería de parangón con países ajenos al club comunitario, especialmente Estados Unidos donde existen cálculos que hablan de cuatro millones de trabajadores que, mensualmente, abandonan voluntariamente sus empleos.

Nada más lejos de la ya llamada Gran Dimisión estadounidense que lo que ocurre en España. Es más, el 0,7% de vacantes sobre el total de puestos de trabajo propio de nuestro país apenas tiene parangón, por su bajo nivel, en la Unión Europea y sólo lo igualan dos economías difícilmente comparables por lo muy reducido de su tamaño (Grecia y Bulgaria).
Un objetivo imposible
Los expertos laboralistas resaltan, además, que supone una quimera que un país aspire a que el número de vacantes en su mercado laboral sea lo más cercano a cero posible. Incluso en la llamada situación de pleno empleo, en la que por ejemplo Estados Unidos se ha situado varias veces en su historia recienter, existe un porcentaje residual de desempleo entre las personas en condiciones de trabajar que nunca se llega a cubrir por completo.
Continuando con España, los últimos datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) revelaban que en el último trimestre del año España contaba con en torno a 109.000 empleos sin cubrir, de los cuales el 87,6% se registró en el sector servicios con 95.556 ofertas. Asimismo, las comunidades con el mayor número de vacantes a cierre de año eran Cataluña (24.551), Comunidad de Madrid (22.253) y Andalucía (19.007), al concentrar el 60% del total de vacantes este trimestre. Por su parte, en las que menos oferta había eran Cantabria (374), La Rioja (553) y Extremadura (979).
Sectores con más ofertas
Desde la empresa de recursos humanos, Synergie, señalaban hace unos meses cómo el sector que reclama más mano de obra es el de la construcción. La Confederación Nacional de la Construcción cifra en unos 700.000 los obreros que necesita nuestro país para poder ejecutar los fondos europeos Next Generation.
Asimismo, la hostelería refleja una fuerte brecha entre demanda y oferta. Desde InfoJobs señalan que el sector incide en que los puestos que requieren de más cualificación y experiencia no se cubren y que la formación no es acorde a las necesidades de las empresas. "Muchos empleos se cubren con gente no formada y eso precariza aún más el empleo. Con la recuperación de la economía y el turismo harán falta trabajadores formados", explican en un comunicado.
En este sentido, el portal de empleo destaca que actualmente, el 48,9% de los trabajadores en restauración cuentan con una formación hasta la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y el 70% no cuenta con una cualificación específica sectorial.
Por otro lado, otro de los sectores laborales que se encuentra con una mayor escasez de trabajadores es el de logística, concretamente el de transporte de mercancías. Tan solo en España faltan entre 5.000 y 10.000 transportistas de mercancías pesadas según la patronal del transporte (UNO).
En lo que respecta a la agricultura, este ha sido uno de los sectores que históricamente ha tenido mayor problema para conseguir empleados. El éxodo rural y la dureza de las condiciones físicas dejan al sector con una carencia de mano de obra sobre todo en campañas de recogidas masivas.
Por último, los sindicatos ligados a la función pública han lamentado en varias ocasiones en los últimos meses la falta de profesionales en el ramo de la Sanidad y la Educación. Para solucionar esta problemática, el Gobierno lanzaba la mayor Oferta Pública de Empleo, aprobada esta semana en el Consejo de Ministros, en la que se ofertará este año 44.787 plazas prevé nuevas incorporaciones para, en parte, intentar paliar estas vacantes en la Administración Central.